35.- El amor es algo esplendoroso

NARRA GABRIEL

Todo comenzó hace más de 20 años cuando llegué por primera vez a Tierra Caliente... recuerdo que llegué deseando convertirme en sacerdote, pero este pueblo me hechizó con su magia y terminé enamorándome de Damián Montenegro, mi gran amor...

Con él me casé y tuve cuatro hijos maravillosos... junto a ellos, mi amigo Juan, Tadeo y sus tres hijos, construimos una hermosa familia... hemos pasado por muchas pruebas difíciles, pero a pesar de todo el amor siempre ha ganado y continuamos unidos... mis ojos se llenan de lágrimas al evocar tantos recuerdos, buenos y malos, pero hoy no es un día para llorar...
Hoy es un día para sonreír porque hoy se celebra una gran boda...

TERMINA NARRACIÓN DE GABRIEL
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VARIOS MESES ATRÁS

En la casa principal de la Hacienda Montenegro, Emmanuel y el doctor Salazar están a punto de besarse dentro de la habitación del ojimiel... Andrés lo observa todo desde fuera del cuarto... el corazón del pelioscuro se siente oprimido y desea entrar para arrancar de los brazos del médico a su aún esposo...

Andrés iba a dejarse llevar por la ira, cuando algo lo detuvo... a su mente llegaron las memorias de los amargos momentos que le hizo vivir a Emmanuel y pensó: quién soy para negarle la oportunidad de volver amar cuando sólo lo he hecho sufrir...
Controlando sus sentimientos, tuvo que reconocer que había perdido a su gran amor tras dejarse arrastrar por el rencor, este era su castigo y como un hombre tenía que aceptarlo...
Sin decir nada y en silencio, Andrés se retiró de la habitación de Emmanuel y sin que nadie lo viera salió de la casa con el rostro cubierto en llanto...

En tanto, Emmanuel y Pedro estaban por besarse cuando el médico se detuvo...
P: no Emmanuel, esto no está bien... no nos confundamos...
Sorprendido, el ojimiel dijo: no te entiendo... ¿confundirnos? ¿por qué?
P: porque yo me siento hechizado sólo por tus ojos, porque ellos me recuerdan a la persona que amé... mientras que tú quieres besarme porque piensas que así olvidarás a quien realmente amas...
E: no me digas eso...
P: ¿acaso no digo la verdad? ¿acaso no sigues amando a Andrés?... no has podido dejarlo de amar a pesar de todo ¿verdad?
Emmanuel vociferó con lágrimas en los ojos: sí, lo amo, lo amo con todas mis fuerzas y creo que nunca podré dejar de hacerlo... pero no puedo olvidar lo que me hizo, no puedo...
Pedro se acercó al ojimiel y le dijo: no dejes que el orgullo sea más fuerte que el amor... no pierdas el diamante que has encontrado por estar disperso en un mar de resentimiento...
Emmanuel no sabía qué contestar cuando Maia entró a la habitación sin pedir permiso y muy emocionada dijo: Tadeo despertó, Tadeo despertó...
Limpiándose rápidamente las lágrimas, el ojimiel gritó muy feliz: ¿hablas en serio?
M: sí, el tío Juan acaba de avisar... toda la familia vamos para el hospital... apúrate...
Muy emocionado, el ojimiel obedeció a su hermana menor olvidándose por un instante de sus resentimientos...
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Más tarde, todos los Montenegro estaban en el hospital dentro del cuarto de Tadeo, quien con ojos asombrados veía a cada uno de ellos... la mayoría lloraba de felicidad, mientras que los más fuertes como Damián, Ángel y Rafael, contenían su llanto sin poder hablar por el nudo en la garganta...
Gabriel rompió el silencio: este es un verdadero milagro... bienvenido a la vida Tadeo...
Con esfuerzos, Tadeo dijo: g-gracias a to-todos... gracias p-por estar a-aquí...
Juan tomó la palabra: aún le cuesta hablar... los médicos dicen que es normal después de tanto tiempo en coma... afortunadamente su cerebro no registró ningún daño y con terapias de rehabilitación, en unos meses mi esposo estará tan sano como siempre...
Haciendo un esfuerzo para no romper en llanto, Damián dijo: esto es lo mejor que nos ha pasado en mucho tiempo... ahora la familia volverá a estar completa y feliz... no podíamos serlo si nos faltabas tú hijo...
Tadeo respondió: y-yo lo sé p-papá... sé cuánto me q-quieren t-todos...
Rafael habló: bueno, ya basta de llorar... hoy todos debemos estar felices... estamos vivos y eso es lo más importante...
Ángel: sí, tienes razón... hoy hay muchas más razones para reír que para llorar...
Maia: eso es cierto... porque tú no lo sabes Tadeo, pero ya tenemos a un nuevo miembro en la familia... Emmanuel acaba de ser mamá...
Tadeo se sorprendió por la noticia y mirando al ojimiel dijo: ¿es v-erdad eso?... t-te felicito E-Emmanuel...
Ruborizado, Emmanuel contestó: gracias hermano... se llama Noah y es un niño fertilizable como yo...
Damián: hay muchas cosas más que debes saber hijo, pero ya habrá tiempo para contártelas...
Limpiándose las lágrimas de alegría, Mateo habló: yo también tengo una buena noticia que darles a todos... y me alegra que sea en un momento tan especial como este...
Sorprendidos, todos preguntaron: ¿de qué se trata Mateo?
Con un ligero sonrojo en las mejillas, Mateo contestó: bueno... es que Pablo y yo hemos decidido... queremos... quiero decir que me voy a casar con Pablo...

Todos se quedaron sin palabras al escuchar la noticia de Mateo... Tadeo y Juan eran los más sorprendidos...
Mateo: ¿nadie me dice nada?... papá, mamá, ¿ustedes qué dicen?
Tartamudeando, Juan habló: yo, no puedo creer que...
Tadeo interrumpió hablando con esfuerzos: f-felicidades h-hijo... sé q-que serás muy f-feliz...
Mateo sonrió y se acercó a sus padres para abrazarlos... después, todos hicieron lo mismo felicitando y abrazando al joven...

Y mientras los Montenegro disfrutaban de su nueva felicidad, dentro de una habitación de la posada, Andrés lloraba en silencio con la soledad como único testigo...
Entre sus manos sostenía la pulsera roja que le había regalado el ojimiel mientras decía: te perdí Emmanuel... te perdí para siempre... mi absurda venganza acabó con lo que sentías por mí... te amo, pero debo dejarte libre... tú te mereces ser feliz, aunque no sea conmigo...
Y sorbiendo sus lágrimas, Andrés firmó los papeles con los que quedaba legalmente divorciado de Emmanuel...
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En el hospital, Ángel salió de la habitación de Tadeo para tomar un café y cuando volvía se topó con Abel...
Án: ¿Abel? ¿qué haces aquí?
Ab: lo mismo te pregunto... ¿qué haces tú aquí?
Án: mi hermano Tadeo acaba de despertar del coma...
Ab: ¿en serio? qué buena noticia... me alegro mucho por ti y por tu familia...
Án: gracias, pero no me has dicho qué haces aquí... ¿tu mamá se puso mal?
Ab: no, el que se puso mal fue Fernando... creo que se intoxicó con algo que comió y como mañana se va de Tierra Caliente lo traje al hospital para que lo mediquen...
Án: ¿se va?... ¿tú te vas con él?
Ab: no, yo me quedo...
Án: debe ser difícil separarte de tu novio...
Abel sonrió y dijo: ¿mi novio? Fernando no es mi novio... es sólo un amigo que conocí en mi viaje... él tiene pareja y si está aquí es porque le hablé tanto de Tierra Caliente que quería conocerla...
Án: entonces, tú y él no son...
Ab: sólo somos amigos... quiero tomarme el tiempo para volverme a enamorar... en mi viaje aprendí que hay muchas más posibilidades para mí que sólo casarme... quiero estudiar una carrera... en fin, desarrollarme en todos los sentidos...
Ángel miraba a los ojos de Abel y lo percibía muy diferente, ya no era el chico inseguro que conoció...
Maia interrumpió el momento: hola Abel... Ángel, papá quiere hablarte... ven conmigo...
Án: sí, ahora voy... nos vemos después Abel y deseo que puedas cumplir todas tus metas...
Abel sonrió y vio a Ángel retirarse con su hermana... de pronto, se percató que algo se le había caído a su exnovio... se agachó para recoger el objeto del suelo y vio que se trataba de la pulsera roja que el pelinegro llevaba en la muñeca de su brazo...
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Con la luna en el cielo, los Montenegro volvieron a la Hacienda...
Una de las sirvientas se acercó a Emmanuel y le dijo: joven, hace un rato trajeron este sobre para usted...
El ojimiel agarró el sobre amarillo ante la mirada de sus padres...
Gabriel: hijo, revisa qué tiene ese sobre...
Emmanuel abrió el sobre y se encontró con los documentos de su divorcio firmados por Andrés... además de los papeles estaba la pulsera roja que él le había regalado a Andrés...
Con los ojos llenos de lágrimas, Emmanuel dejó los papeles y subió corriendo a su habitación...
Gabriel y Damián comprendieron todo... el castaño quiso ir detrás de su hijo, pero el barbado rubio lo detuvo...
D: déjalo Gabriel... Emmanuel debe estar solo para pensar...
G: es que me duele verlo así...
D: a mí también me duele, pero esto es algo que sólo Emmanuel puede resolver...
Dentro de su cuarto, Emmanuel sollozaba aferrado a su pequeño hijo...
E: ayúdame Noah... ayúdame a soportar este dolor... ayúdame por favor...
Y las lágrimas de Emmanuel se perdieron con las sombras de la noche dando paso a un nuevo día en Tierra Caliente...
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Después de bañarse, Francoise se arreglaba para cumplir con lo que había prometido... el momento había llegado, finalmente daría una respuesta a los hermanos Montenegro...
El francés tomó su celular e hizo una llamada: bueno... te veo en una hora en el restaurante que estuvimos ayer... ahí te espero...
Poco después, Francoise tamborileaba sus dedos sobre una mesa... de pronto vio llegar a quien esperaba y segundos después estaba frente a él Ángel Montenegro...
Á: buen día Francoise... aquí estoy respondiendo a tu llamada...
F: hola Ángel... toma asiento por favor...
El pelinegro miraba a los ojos azules del francés y preguntó: ¿y bien? ¿qué quieres decirme?
Tomando aliento, el francés habló: Ángel, yo... te cité aquí porque... no sé cómo decirlo... creo que esto es lo más difícil que he hecho en mi vida...
Ángel sonrió y dijo: sólo dilo y ya... ¿o quieres que te ayude?... elegiste a mi hermano Rafael ¿verdad?
Francoise asintió: sí... perdóname por favor... tú eres un hombre maravilloso, pero...
Á: pero a quien amas es a mi hermano... no te preocupes, acepto tu decisión... estoy seguro que serás muy feliz a lado de Rafael...
F: gracias Ángel, gracias por entenderme... quiero que sepas que estos meses me ayudaron para conocerte más y aunque eres maravilloso, tú no te mereces alguien como yo... tú eres un hombre entregado, recio, responsable, creo que debes encontrar a alguien más parecido a ti... alguien que busque lo mismo que tú...
Ángel su puso de pie: estoy seguro que así será... ahora no tardes más en buscar a mi hermano... él está muy impaciente por saber tu decisión... ya no lo hagas sufrir más...
F: te prometo que no lo haré...
El pelinegro iba a retirarse cuando Francoise lo detuvo por un brazo e inesperadamente le dio un beso en la mejilla...
F: te deseo lo mejor Ángel... sólo abre bien tus ojos, voltea a tu alrededor y encontrarás que ahí está esa persona que siempre te ha estado esperando...
Ángel asintió y se fue del restaurante mientras que Francoise tomó su celular para llamarle a Rafael...
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En su casa, el doctor Salazar comía con sus dos pequeños hijos... alguien tocó a su puerta y fue a abrir... se sorprendió al encontrarse con Andrés...
A: buenos días doctor...
P: buen día señor Duarte... ¿en qué puedo servirle?
A: estoy aquí porque necesito hablarle de Emmanuel...
Sorprendido, el médico dijo: no lo entiendo...
A: sé lo que hay entre usted y Emmanuel, pero esta vez no vengo a reclamarle nada... por el contrario vengo a pedirle que haga muy feliz a Emmanuel, él es alguien maravilloso y yo lo perdí por estúpido... ahora sólo quiero que sea feliz y si usted puede darle esa felicidad yo no voy a oponerme... ayer firmé los papeles del divorcio, Emmanuel ya es libre...
Confundido, Pedro dijo: señor Duarte... Andrés, tú estás en un error...
A: he vivido en un error por mucho tiempo, por eso no quiero seguir lastimando a las personas a mi alrededor... amo demasiado a Emmanuel como para obligarlo a estar conmigo sólo porque tenemos un hijo... nunca abandonaré a Noah, pero estoy dispuesto a ayudar para que Emmanuel sea feliz con usted...
El médico sonrió descubriendo que el hombre que estaba frente a él ya no era el mismo que alguna vez llegó a reclamarle...
P: te repito que estás en un error Andrés... disculpa si te tuteo, pero en estos meses que has estado ausente te conocí muy bien gracias a Emmanuel, quien me contó todo lo que pasó... Andrés, escúchame bien... entre Emmanuel y yo no hay ni habrá nunca nada porque yo soy hombre que sólo ama una vez y Emmanuel sólo te ama a ti...
Andrés miró sorprendido a los ojos del doctor Salazar encontrando en ellos sinceridad...
P: sí, Andrés... Emmanuel te sigue amando y aunque aún no puede olvidar lo que pasó, tampoco puede deshacerse de ese gran amor que siente por ti... si como dices, amas tanto a Emmanuel, lucha por él... no te rindas y terminarás por convencerlo...
A: es que ya no sé qué hacer...
P: sólo dile lo que sientes... deja que hable tu corazón... ustedes se aman mucho, pero el rencor y el orgullo buscan separarlos... no lo permitan, mientras tengan vida ámense... ámense tanto que su amor logre traspasar todo y trascienda más allá de la muerte... te lo digo por experiencia propia...

Andrés se quedó sin palabras... sólo entendía que el médico tenía razón... él no debía rendirse, no mientras tuviera vida para luchar por lo que amaba...
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En su cuarto, Emmanuel estaba acostado en su cama mientras su bebé dormía en la cuna... Gabriel y Damián entraron sigilosamente a la habitación y se acostaron junto a su hijo, uno de cada lado del ojimiel...
Tiernamente, Gabriel acarició la mejilla de Emmanuel: hace tanto que no te tenía así mi pequeño, acostado a mi lado como cuando eras niño...
Damián habló: recuerdo que de pequeño entrabas corriendo a nuestro cuarto cuando había tormentas en la noche y te quedabas a dormir junto a nosotros... así como estás ahora...
Emmanuel: los quiero mucho papás... perdónenme porque los he hecho sufrir mucho...
Gabriel: eso ya no importa... ahora que eres madre sabes lo que se quiere a un hijo... se les ama tanto que uno es capaz de dar su vida por ustedes...
Llorando, el ojimiel dijo: lo sé y voy a luchar para ser el mejor de los padres para Noah... él me tiene sólo a mí...

Damián: no hijo, Noah también tiene a Andrés... él ama a su pequeño y también te ama a ti...
Emmanuel: eso no es cierto papá... si me amara no se hubiera rendido tan fácil... firmó los papeles del divorcio... él y yo ya no somos nada...
Gabriel: tú y él son dos personas que se aman aunque han cometido muchos errores, pero se aman...
Damián: sólo les falta perdonar y olvidar...
Emmanuel: ¿cómo me pides eso papá?... él intentó matarte... ¿cómo puedo perdonarle eso?
Damián: te entiendo y te agradezco que pienses así hijo... pero no estoy muerto y si estoy vivo ahora es porque Andrés nos rescató de las garras de Bruno... hijo, todos cometemos errores en esta vida... Andrés ha cometido muchos, yo también los cometí, pero tuve la fortuna de que un ángel llegara a mi vida y me salvara... quizás tú eres ese ángel que ahora tiene que salvar a Andrés...
Gabriel besó la frente del ojimiel y dijo: la decisión es sólo tuya mi amor... pero cualquiera que sea, nosotros te apoyaremos...
En esos momentos, el celular de Emmanuel timbró y él respondió: bueno... ¿qué pasa?... no entiendo, pero está bien... ahí nos vemos...
Luego que el joven rubio colgara la llamada, Gabriel le preguntó: ¿qué ocurre?
Emmanuel: es el doctor Salazar... me pidió que en la tarde lo vea a orillas del río...
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En medio del campo, Francoise se encontraba recargado debajo de un gran árbol aspirando el olor de la hierba fresca...

De pronto vio a Rafael acercándose montando a caballo... el francés sonrió y luego que Rafael descendió del corcel se acercó al ojiazul...
R: estoy aquí como me llamaste... me sorprendió que quisieras verme en el campo...
F: elegí este lugar porque la naturaleza siempre ha sido testigo de nuestros momentos más importantes... en el mar nos conocimos y fue en un día de lluvia cuando me pediste por primera vez que me casara contigo ¿lo recuerdas?
R: ¿cómo podría olvidarlo? ese día no quisiste responderme y luego intentaste huir por primera vez...
Con una sonrisa nerviosa, el francés dijo: recuerdo que ese día también me hablaste de la leyenda del hilo rojo... ¿conoces bien esa leyenda Rafa?
R: sí, un poco... mamá me la contó cuando me entregó las pulseras...
F: esa leyenda dice que las personas que están destinadas a estar juntas están atadas por un invisible hilo rojo, ese hilo puede estirarse, tensarse o enredarse, pero nunca romperse... tú tenías razón Rafael...
R: ¿en qué tenía razón?
El francés sonrió y sin esperar más se arrodilló frente al ojiverde: tenías razón en creer que yo era la otra parte de tu hilo rojo...
Francoise sacó de su pantalón un anillo e hizo la propuesta: Rafa, ahora soy yo quien te lo pide ¿aceptas casarte conmigo?
Los ojos de Rafael comenzaron a llenarse de lágrimas y sin resistirse levantó a Francoise cargándolo en sus brazos y gritando de felicidad...
El grito de alegría del ojiverde resonó en todo el verde campo... su rostro era embargado por la felicidad y miraba a los ojos de su francés...
F: ¿y qué me respondes? ¿aceptas ser mi esposo?
R: pues, no lo sé... creo que ahora yo tengo dudas, jajajaja... obviamente acepto... casarme contigo es lo que más deseo...

Francoise sonrió y dijo: Je t'aime Rafael Montenegro...
R: yo también te amo mi francés...
Rafael se quitó la pulsera roja que llevaba en su muñeca y se la entregó a Francoise: ¿ahora si aceptas esta pulsera?
F: por supuesto que la acepto y la cuidaré como el más preciado tesoro...
El musculoso rubio colocó la pulsera en la muñeca de Francoise... el francés sonreía mirando a los ojos a su amado...
Ambos jóvenes se besaron apasionadamente fundiendo sus labios en esa ardiente caricia... el viento y la naturaleza eran cómplices del amor que se demostraban Rafael y Francoise...
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Sentado a solas en una banca del parque, Ángel reflexionaba sobre todo lo ocurrido en los últimos meses... el joven estaba muy tranquilo... él mismo no entendía por qué, pero sentía paz en su interior... creyó que el rechazo de Francoise le dolería más, pero no fue así... parecía que el tiempo que estuvo en contacto a distancia con el francés le hizo darse cuenta que Francoise no era el chico ideal para él...
Ángel pensaba: ¿entonces lo que sentí por él fue sólo un capricho? ¿qué es el verdadero amor? ¿quién me lo puede enseñar?
En ese instante, recordó las últimas palabras de Francoise... "abre bien tus ojos, voltea a tu alrededor y encontrarás que ahí está esa persona que siempre te ha estado esperando"
Ángel pensó en voz alta: ¿esa persona que siempre me ha esperado?
El pelinegro sonrió percatándose hasta ese momento que no tenía en su brazo la pulsera que le regaló su madre...

Afuera de su casa, Abel se despedía de su amigo Fernando, quien se subió al taxi que lo llevaría a la central de camiones para dejar Tierra Caliente...
El delgado joven entró a su casa y se sentó en el sillón para continuar leyendo una revista sobre diversas universidades, en los últimos días investigaba cuál sería la mejor universidad para estudiar...
En esos momentos, tocaron el timbre y Abel abrió la puerta... se sorprendió al encontrarse con Ángel...
Ab: ¿Ángel? ¿qué buscas aquí?
Án: vine porque... ¿estás ocupado? no quiero importunarte...
Ab: no, mi amigo Fernando se acaba de ir... yo, no tengo nada que hacer...
Ángel sonrió y dijo: te invito a comer, ¿qué dices?
Abel se asombró por la propuesta del musculoso pelinegro...
Ángel insistió: ¿no tienes hambre? entonces te invito un helado...
Ab: no es eso... es que no entiendo por qué me invitas a mí...
Án: pues es que yo... quisiera que tú y que yo... pudiéramos... no sé quizás...
Abel entendió las intenciones de Ángel y se alejó: no, por favor... no me hagas esto Ángel, no de nuevo... yo no quiero volver a caer en el círculo vicioso que estábamos... aún estoy intentando superarte... no me lastimes más por favor...

Ángel se acercó a su exnovio: no quiero lastimarte Abel... te juro que esa no es mi intención...
Ab: entonces ¿cuál es?
Án: no lo sé... lo único que sé es que quiero que me enseñes a amar de la manera incondicional en que tú me has amado...

Abel agachó la mirada y le dio la espalda a Ángel sin responder nada...
El pelinegro se acercó por detrás del joven y le dijo: por favor Abel, no te pido más que una oportunidad para tratarnos nuevamente, sólo eso...
Después de unos minutos de pensarlo, Abel respondió: está bien, vamos a comer, pero será sólo como amigos... sólo eso, ¿está bien?
Án: está perfecto para mí...
Ab: bien, sólo déjame avisarle a mi mamá...
El joven se paró en las escaleras de la casa y gritó: mamá, regreso en un rato... voy a comer fuera...
Sin salir de su habitación, la mujer respondió: ¿con quién vas?
Ab: voy con... con un amigo... nos vemos más tarde...
Ángel y Abel estaban por salir cuando el delgado chico se acordó de algo... subió rápidamente a su cuarto y volvió...
Án: ¿de qué te olvidaste?
Ab: ayer en el hospital se te cayó esto... es la pulsera roja que tenías en tu brazo...
Án: ¿tú la recogiste?
Ab: sí, toma, te la devuelvo...
Án: no Abel, quédatela tú... te la regalo...
Ab: ¿me la regalas? no entiendo...
Án: es que yo tengo otra igual en casa y quiero que tú uses esta... eso es todo...
Sin entender el significado de las pulseras, Abel dijo: pues está muy bonita... gracias...
Ángel ayudó a Abel para ponerse la pulsera roja y después lo tomó de la cintura para cederle el paso y abrirle la puerta de su camioneta...
Ambos jóvenes partieron en busca de un restaurante... en esos momentos ninguno sabía qué les deparaba el futuro, sólo sabían que se sentían a gusto el uno con el otro... era como un nuevo principio para Ángel y Abel...
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A orillas del río, Emmanuel esperaba al doctor Salazar sin entender por qué lo había citado ahí... el ojimiel observaba al afluente y al sol que comenzaba a ocultarse...
En esos momentos, escuchó unos pasos detrás de él y después una mano se posó sobre su hombro...
Emmanuel pensó que se trataba de su amigo y volteó a verlo... grande fue su sorpresa al encontrarse con Andrés, su ahora exmarido...
E: ¿tú? ¿qué haces aquí?
A: ¿esperas a alguien?
E: sí, al doctor Salazar... vete por favor...
A: él no vendrá... le pedí que te citara aquí porque si yo lo hubiera hecho no habrías aceptado...
El ojimiel se molestó al escuchar al pelioscuro...
E: ¿cómo te atreviste a molestar al doctor?
A: me atrevo a cualquier cosa por ti... no voy a rendirme Emmanuel, no voy a descansar hasta obtener tu perdón... sé que me amas aunque quisieras odiarme, me amas tanto como yo a ti...
E: me voy de aquí... no quiero escucharte...
El pelioscuro detuvo al rubio tomándolo por un brazo y con mirada suplicante le dijo: por favor Emmanuel... escúchame... aunque sea sólo una vez más, escúchame...
El ojimiel accedió de mala gana: está bien, pero no me toques...
Andrés miró a los ojos de su amado y comenzó a hablar: yo sé que lo que le hice a tu familia, pero principalmente a ti no tiene ninguna justificación... por una estúpida venganza le hice daño a muchas personas inocentes, pero a pesar de todo doy gracias a Dios por lo que sucedió...
E: ¿cómo puedes decir eso?
A: sí, agradezco a la vida por la confusión que viví, sabes ¿por qué?... porque gracias a eso pude llegar a este pueblo y conocerte... nuestros caminos nunca se hubieran cruzado si yo no hubiera llegado a Tierra Caliente buscando vengarme de los Montenegro... sé que la forma en que se dieron las cosas no son dignas de un cuento de amor, pero sigo creyendo en el destino... ese caprichoso destino que en medio de tanto dolor y tragedia permitió que nos conociéramos y nos amáramos...
Emmanuel quedó mudo ante las palabras de Andrés...
El pelioscuro continuó hablando con palabras que salían desde el fondo de su corazón: acepto que te dije muchas mentiras, pero también te dije verdades... me gustaste desde la primera vez que te vi, nunca te mentí al decirte que me atraías... ¿recuerdas que fue aquí donde nos dimos nuestro primer beso?... esa vez te dije que nuestro encuentro era predestinado, en ese momento lo dije sólo para conquistarte, pero ahora lo repito con toda la seguridad de que es así... sin duda, fue el universo quien armó todo para que tú y yo pudiéramos encontrarnos... Emmanuel, comencemos de nuevo, pero esta vez sin secretos y sin mentiras...
Una lágrima rodó por la mejilla de Andrés y otra por la de Emmanuel, quien respondió: creo que ya es demasiado tarde...
A: nunca es tarde para el amor... por favor, olvida todo e iniciemos otra vez...
Emmanuel calló mientras Andrés se limpió las lágrimas del rostro y tras unos segundos sonrió para decir: hola, me llamo Andrés Duarte, vengo de la ciudad de Montecristo.... mi madre se llamó Fabio Duarte y mi padre Santiago De Bernal, a él nunca lo conocí porque murió cuando acababa de nacer... soy un hombre con muchos defectos, pero tengo un sueño desde niño... quiero formar una gran familia junto a una persona muy especial...
El ojimiel no pudo evitar sonreír y respondió: hola Andrés, yo me llamo Emmanuel Montenegro... he vivido siempre en Tierra Caliente y mucha gente me critica por mi forma de ser... soy caprichoso y rebelde, pero cuando amo lo hago con todo mi corazón... aunque yo ya tengo una gran familia también sueño con formar la mía propia...
Andrés se acercó más a Emmanuel y lo tomó por la cintura para atraerlo hacia él... el rubio no opuso resistencia y recargó su cabeza con la del pelioscuro...
A: te amo mi Emmanuel... juro que te amo...
E: yo también te amo... a pesar de todo no puedo dejar de amarte...
Con un nudo en la garganta, Andrés dijo: ¿me perdonas todo lo que te hice?
E: sí Andrés... te perdono...
El pelioscuro sonrió y rozó su nariz con la del rubio dándose un tierno beso esquimal...
A: cásate conmigo Emmanuel...
E: pero acabamos de divorciarnos...
A: lo sé, pero no soporto estar lejos de ti y de mi hijo... cásate nuevamente conmigo, pero esta vez será diferente... no nos casaremos a escondidas como la primera vez... quiero que nos casemos frente a Dios y que todos sean testigos de nuestra boda... quiero gritarle al mundo que te amo y que ya nada ni nadie podrá separarnos...
Con una gran sonrisa, el rubio contestó: sí Andrés... quiero volver a ser tu esposo...
El pelioscuro no resistió más y hechizado por esos ojos color de miel y esos sensuales labios rojos besó apasionadamente a Emmanuel... el rubio correspondió de la misma manera...
Para esos momentos, el sol ya estaba apagándose, pero en contraste se encendía con más fuerza la inextinguible llama del amor en los corazones de dos jóvenes y apasionados amantes, Andrés y Emmanuel...

MESES DESPUÉS

Es día de fiesta en Tierra Caliente, en unos minutos se celebrará una gran boda, una boda múltiple...
Las campanas de la iglesia de San Sebastián repican anunciando que la ceremonia está por comenzar... decenas de personas se han dado cita en el recinto religioso, que luce decorado lleno de rosas de todos los colores...
Dentro de la iglesia, los novios vestidos elegantemente con esmoquin negro ya esperan ansiosos por sus parejas, quienes entrarán acompañados de sus familiares para entregárselos frente al altar...
Gabriel y Juan están en primera fila, ambos están felices y emocionados... Gabriel sostiene en sus brazos al pequeño Noah, quien sonríe inocentemente viendo a su padre parado frente al altar esperando la llegada de su madre...
Y entonces, la marcha nupcial comienza a sonar... todos se ponen de pie para observar el inicio del cortejo de boda...
La primera en entrar fue Saraí, quien en su papel de paje iba esparciendo por todo su camino pétalos de rosas de cuatro colores diferentes...
Detrás de la pequeña entraron Maia y Jonás, ellos eran los padrinos de cojines... caminaron solemnemente hasta el altar para colocar los cojines en el lugar donde se reclinarían los novios durante la ceremonia...

Y por fin entró el primer novio, Mateo... acompañado de su padre, Tadeo, el joven lucía un traje de color blanco y en sus manos llevaba un ramo de rosas blancas, color que simboliza la pureza, la inocencia y la humildad, características de Mateo, quien con nerviosismo caminaba para encontrarse con su pareja...
Parado con una gran sonrisa, Pablo observaba a su chico acercarse y cuando por fin lo hizo, le dijo: te ves hermoso Mateo...
Tadeo tomó la palabra: Pablo, te entrego a mi hijo, él es un tesoro para mí... cuídalo mucho...
El pelirrojo respondió: le prometo que así será... siempre amaré y protegeré a Mateo...
Tadeo sonrió y Pablo le ofreció su mano a Mateo para colocarlo a lado de él...

El siguiente novio en entrar fue Francoise... el francés iba acompañado de su padre, Jean Pierre Dumont, quien viajó desde Francia a Tierra Caliente para la boda de su hijo... ataviado con un traje blanco, el francés sostenía en sus manos un ramo de rosas azules, el color de la confianza, la libertad y la franqueza... rosas que combinaban con los ojos color de mar del francés...
Con un rostro lleno de felicidad, Rafael recibió a Francoise... el señor Dumont sólo sabía hablar francés, por lo que en su idioma dijo: félicitations, que l'amour t'accompagne toujours à partir d'aujourd'hui (felicidades, que el amor los acompañe siempre a partir de hoy)
El musculoso rubio respondió: merci Monsieur Dumont (gracias señor Dumont)
Francoise se colocó a lado de Rafael y le susurró al oído: después te traduzco lo que dijo mi papá... creo que debo enseñarte más francés...
Sonriendo, Rafa contestó: por favor, porque nunca entiendo a tu papá...

El tercer novio en entrar a la iglesia fue Abel... luciendo una amplia sonrisa, el delgado joven iba del brazo de su madre, Helena... vestido de blanco, el chico acompañaba su atuendo con un ramo de rosas amarillas, el color del entusiasmo, la perseverancia y las segundas oportunidades... desde niño, Abel siempre soñó con el día de su boda y hoy por fin se cumplía uno de sus anhelos... caminaba sintiéndose flotar entre nubes de ilusión y optimismo...
Ángel esperaba frente al altar con ojos llenos de amor... Helena le dijo antes de entregar a su hijo: hoy te doy a mi hijo para que lo cuides y lo ames... nunca más quiero verlo llorar por ti...
Con la seriedad que lo caracterizaba, el musculoso pelinegro respondió: le prometo que haré feliz a Abel... por fin entendí que él es el rayo de sol que yo necesitaba para darle calidez a mi vida...
Sintiendo un nudo en la garganta, Abel tomó la mano de Ángel y se colocó a su lado embargado por la felicidad de escuchar las palabras de su único y gran amor...

Por último, aparecieron en la entrada de la iglesia Damián y Emmanuel... el barbado rubio acompañaba lleno de orgullo a Emmanuel, quien lucía su espléndida belleza en un traje blanco satinado con hilos dorados que resaltaban el color de sus ojos amielados... en sus manos portaba un ramo de rosas rojas, el color de la pasión, el deseo y el amor infinito... caminando con elegancia, el sensual rubio despertaba la admiración de todos los presentes...
Ante el altar, Andrés observaba embelesado el caminar de su pareja... cuando Damián estuvo frente al pelioscuro le dijo: aquí frente a Dios, te hago entrega de mi hijo, sé que has pasado por mucho para llegar hasta aquí y por eso no tengo dudas de tu amor por Emmanuel... ámalo y cuídalo como el más valioso tesoro de este mundo...
Con voz firme y ronca, Andrés respondió: se lo juro... con Dios de testigo, le juro que viviré cada uno de mis días con la única intención de hacer feliz a Emmanuel...
Andrés tomó de la mano al ojimiel y lo colocó a su lado... sus miradas se cruzaron y el pelioscuro acarició la mejilla de su amado para después darle un beso en la frente...

Una vez reunidas todas las parejas, el sacerdote inició con la ceremonia... las cuatro parejas hicieron sus votos nupciales y se intercambiaron los anillos... Juan y Tadeo entregaron las arras a cada una de las parejas mientras que Gabriel y Damián les pusieron el lazo, símbolo de la unión eterna...
Luego del "sí, acepto" en labios de los ocho enamorados, el sacerdote dijo: hoy más que una boda, hemos celebrado al amor, ustedes se han jurado amor eterno ante Dios, nunca olviden esta promesa... sin más que decir, los declaro formalmente unidos en santo matrimonio...
Los aplausos no se hicieron esperar y todos los presentes empezaron a corear "beso, beso"... las cuatro parejas obedecieron y se besaron en los labios con una mezcla de pasión y ternura...
Gabriel y Juan no aguantaron las lágrimas y fueron abrazados por sus maridos Damián y Tadeo... los cuatro sentían sus corazones rebosantes de dicha al ver a sus hijos tan felices...
Las campanas de la iglesia volvieron a sonar con más fuerza, esta vez anunciando el final de la ceremonia y el inicio de una gran fiesta en la Hacienda Montenegro...
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En el gran jardín de la Hacienda fueron recibidas las cuatro parejas entre aplausos y vitoreos... los ocho enamorados se colocaron en una mesa especial siendo observados por todos los invitados a ese gran evento...
Llegó el momento del brindis y Damián como el anfitrión y cabeza de la familia Montenegro fue el primero en hablar...
D: familiares y amigos aquí presentes, este es uno de los días más dichosos que se viven en esta Hacienda porque hoy se casan cuatro integrantes de esta familia, tres de ellos son mis hijos y uno, mi querido nieto... también doy la bienvenida a los cuatro nuevos miembros de mi familia... les deseo de todo corazón que esa sonrisa que hoy llevan en sus rostros se mantenga siempre... el camino del matrimonio no es fácil y estará lleno de piedras, pero mientras haya amor ningún obstáculo será tan grande como para separarlos... no tengo una fórmula o un manual para asegurarles la dicha en su matrimonio, lo único que puedo revelarles es el ingrediente mágico para ser felices y ese es el amor... salud por su matrimonio y su eterna dicha...
Todos alzaron sus copas y brindaron junto a Damián... después, Gabriel se puso de pie para decir unas palabras...
G: más que un brindis quiero responder a una pregunta que cada uno de ustedes, Ángel, Rafael, Emmanuel y Mateo, me hicieron alguna vez cuando eran niños o adolescentes... me preguntaron qué es el amor... en esos momentos les respondí con palabras simples y superfluas, pero hoy que experimentan el más bello y puro de los sentimientos quiero decirles lo que para mí es el amor...

"El amor es algo que surge en lo más profundo de nosotros, es un lazo que une pero no ata. El amor es esa luz que llega un día sin buscarla y que nos cambia la vida para siempre. El amor es como Dios, que no se ve ni se toca, pero podemos sentirlo en nuestro corazón. EL AMOR ES ALGO ESPLENDOROSO, tan resplandeciente como el sol y tan brillante como una estrella en la noche. ¡Qué viva por siempre el amor!"

Todos alzaron nuevamente sus copas y respondieron: ¡Qué viva el amor!

Llegó el momento del vals y las cuatro parejas bailaron ante las miradas de todos los presentes...
Los acordes de la música se escucharon y una voz comenzó a cantar acompañando el compás de los pasos de los ocho enamorados, quienes susurraban al oído de sus parejas la letra de la bella melodía.

♫♫♫ Todo es un misterio, poderoso y místico...
Cuando vuela el alma...
Y encuentro tu destino, ligado a aquel camino...
Que acaba siempre pensando en ti... ♫♫♫

♫♫♫ Y alguna vez te encontré sin precisar ocasión...
En otra vida tal vez o en otro mundo mejor...
La incertidumbre también puede ayudar a este amor...
Pues nos acerca al misterio de habernos amado tú y yo ♫♫♫

Después de los momentos románticos, llegó la hora de partir el pastel y luego el baile, en el que la mayoría de los invitados disfrutaban de mostrar sus mejores pasos en la pista...
Armándose de valor, Jonás se acercó a Maia y la invitó a bailar... la rubia aceptó alegremente...
M: pensé que no te gustaba bailar... casi nunca lo haces...
J: es que no me gusta hacerlo, pero no quería dejar la oportunidad de bailar hoy contigo...
M: pues no lo haces nada mal... hasta creo que podrías ser bailarín, jajajaja...
Jonás sonrió y quedó viendo fijamente a los ojos de su prima: Maia yo... quisiera decirte algo que... no sea si este sea el momento, pero...
La rubia puso uno de sus dedos en los labios de Jonás y le dijo: no digas nada, las palabras no son necesarias cuando los ojos hablan...
J: Maia, es que yo...
La chica interrumpió: shhhh... yo también siento lo mismo que tú sientes...
El rizado chico se sorprendió: ¿sientes lo mismo que yo? quieres decir que...
M: quiero decir que tú y yo aún somos muy jóvenes... nos faltan muchos caminos por recorrer y muchas personas por conocer...
J: pero es que esto que siento es muy fuerte...
Mirando a los ojos de su primo, la bella rubia dijo: si es tan fuerte entonces podrá esperar... hoy he comprobado que el amor verdadero siempre supera todos los obstáculos y las personas que realmente se aman terminan juntas tarde o temprano... ahora no nos preocupemos por el mañana, esta noche sólo bailemos, bailemos hasta que salga el sol...
Comprendiendo los sentimientos de su prima, Jonás respondió con una gran sonrisa: sí Maia... bailemos y olvidémonos de todo lo demás...

En tanto, Emmanuel le daba de comer a su bebé... Noah se aferraba a su biberón mientras que Andrés los observaba lleno de ternura...
A: parece que no se cansa de comer... salió bastante tragón...
E: por eso tengo que darle leche en polvo... no produzco tanta leche como para saciar su apetito...
Andrés susurró con mirada pícara: quizás tengo que estimularte más para que puedas alimentar mejor a mi hijo...
El rubio golpeó con su codo a Andrés: eres un tonto... ni que fuera vaca...
El momento fue interrumpido por el doctor Salazar, que se acercó a la feliz pareja...
P: muchas felicidades, me alegra mucho verlos tan contentos...
E: lo estamos Pedro... Andrés y yo estamos muy felices y quiero aprovechar para agradecerte por lo que hiciste por nosotros... en parte es gracias a ti que hoy estamos juntos...
P: no digas eso Emmanuel... yo no hice nada...
Andrés habló: te equivocas, me animaste para no rendirme a luchar por lo que amo... Emmanuel tiene razón, gracias a ti hoy estamos juntos...
El pelioscuro extendió su mano derecha hacia el médico y este le correspondió con un fuerte apretón...
A: es un honor ser tu amigo...
P: el honor es mío... créanme...
En ese instante, Moisés, el pequeño hijo del doctor Salazar apareció y dijo: papá, quiero cargar a Noah ¿puedo hacerlo?
Pedro sonrió y le contestó: aún eres muy pequeño y puedes lastimarlo... solamente salúdalo...
El niño se acercó al bebé y sonriendo le dijo: hola Noah, cuando crezcas más vamos a jugar mucho... te voy a prestar todos mis juguetes...
El pequeño Noah dejó su biberón y sonrió lleno de inocencia a Moisés...
Pedro le susurró a Andrés: parece que se llevarán muy bien... igual y un día hasta emparentamos...
El pelioscuro contestó muy serio: eso ya lo veremos... Noah es muy pequeño y sólo podrá tener novio hasta que cumpla los 18 años...
Emmanuel sonrió al notar los celos prematuros de su marido... el doctor también río alegremente...

Era más de medianoche cuando las cuatro parejas abandonaron la fiesta con rumbo a su noche de bodas...
Gabriel se quedó con el pequeño Noah, que dormía en sus brazos... Juan se acercó y le dijo: parece un angelito... ¿puedo cargarlo?
G: claro... debes practicar nuevamente porque quizás muy pronto tú también estés cargando a tu primer nieto...
J: no lo creo... Mateo me dijo que quieren esperar un poco antes de tener bebés...
G: mmm, pues lo mismo decía yo y te recuerdo que en mi noche de bodas encargué a Emmanuel...
Damián y Tadeo se acercaron a sus esposos... el barbado rubio dijo: ¿de qué hablan?
G: le digo a Juan que quizás pronto se convierta en abuelo y lo mismo te digo a ti Tadeo...
T: nada me haría más feliz... Saraí ya está creciendo y hace falta un bebé que consentir en mi casa...
D: la familia Montenegro seguirá creciendo más y más... pronto esta casa estará llena de risas por muchos niños y niñas...
G: es cierto, muy pronto tendremos corriendo en esta Hacienda a muchos pequeñitos...
Gabriel, Damián, Juan y Tadeo se quedaron mirando en silencio pensando en cómo serían sus nietos, la nueva generación de los Montenegro...
Y mientras ellos soñaban, las cuatro parejas se dedicaban a trabajar para que esos nuevos niños llegaran...
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En la habitación de un lujoso hotel, Mateo y Pablo daban rienda suelta a su pasión...
El pelirrojo besaba con avidez a su castaño mientras lo penetraba haciéndolo gemir lleno de éxtasis...
P: oh Mateo, ahora sí eres completamente mío...
M: sí, Pablo... ya soy tuyo, sólo tuyo...
El castaño recibía apasionadamente las embestidas de su pareja, quien siempre se preocupaba por hacerlo gozar y llevarlo a la cima del placer...
Sin aguantar más, Pablo se corrió dentro de Mateo, que sintió su vientre lleno de la simiente de su pelirrojo...
Agitado por la excitación, Pablo dijo: Mateo, anhelo que dentro de ti lleves un hijo mío... deseo ser padre muy pronto...
M: habíamos acordado que esperaríamos para que yo pueda estudiar y...
P: pero tus estudios no se verán afectados... yo te voy apoyar para cuidar a nuestro bebé... tú serás un gran doctor y también serás gran madre... una cosa no tiene por qué afectar a la otra...
Mateo lo dudó por unos instantes, pero respondió con emoción: la verdad es que yo también quiero ser mamá... cada que cargo a Noah, mi corazón se llena de ilusión por llevar en mi interior a un hijo tuyo...

P: entonces no esperemos más... deja de cuidarte y encarguemos lo más pronto posible...
El pelirrojo besó tiernamente a Mateo diciéndole: te amo mucho mi amor... 
Con ojos llenos de felicidad, el castaño respondió: yo te amo más mi querido pelirrojo...
Atrás habían quedado los sufrimientos para Mateo, ahora sólo le aguardaba la felicidad con su marido de cabellos de fuego...
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En otra habitación, Francoise cabalgaba a Rafael, quien besaba ardientemente a su francés...
R: me encantas Francoise... no me canso de hacerte mío...
Sintiéndose totalmente lleno por el miembro de su marido, Francoise dijo entre gemidos: ah ah y tú me llenas de placer.... ah ah ah....
Rafael penetraba con fuerza al francés, quien se movía y apretaba los músculos de su ano para brindarle mayor placer a su amado...
El musculoso rubio eyaculó dentro de Francoise una vez más esa noche... el francés se dejó caer sobre el lecho exhausto y con el trasero adolorido por las potentes estocadas de Rafael...
Lleno de sudor, Rafael dijo: me siento tan feliz... esta noche me he corrido dentro de ti muchas veces... creo que mañana tendrás que tomarte dos veces la píldora para que no quedes preñado...
El ojiazul miró a su esposo y respondió: no voy hacerlo...
R: ¿por qué no?
F: porque ya no es necesario... Rafa, ayer me hice la prueba de embarazo y resultó positiva...
Los ojos verdes de Rafael se abrieron grandemente por la noticia....
R: ¿qué dices? no juegues con eso amor...
Sonriendo, el francés confirmó: no estoy bromeando... te digo la verdad... estoy esperando un bebé tuyo...
Rafael brincó de la cama lleno de felicidad y abrazó fuertemente a su francés...
R: este es el mejor regalo de bodas que podías darme... voy a ser papá, voy a ser papá...
F: por un momento pensé que te molestaría... después de todo pensábamos viajar a muchos lados y ahora quizás no podamos hacerlo... por lo menos no en unos meses...
Rafael besó tiernamente la mejilla del ojiazul y dijo: eso no me importa... siempre podremos viajar, pero ahora vamos a ser papás...

F: me alegra que te dé gusto... yo también estoy feliz...
R: y mis papás se pondrán más felices... sabes qué pienso...
F: ¿qué?
R: que le gané a Ángel... de niños hicimos una apuesta para ver quién de los dos era padre primero y mira, yo le llevo la delantera...
F: ay Rafael, pareces un niño... deja de decir tonterías...
Rafael se acercó seductoramente a su francés y le susurró: ¿sabes qué no es una tontería?
F: ¿qué?
R: que te amo... je t'aime de tout mon cœur (te amo con todo el corazón)
Francoise sonrió: parece que estás mejorando tu francés...
R: claro tengo al mejor maestro que me da clases todas las noches...
Y la ronda de besos y caricias continuó entre el musculoso rubio y su apasionado francés...
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En otro cuarto del mismo hotel, Abel gemía aferrándose a las sábanas mientras era penetrado por Ángel, quien llenaba de besos y caricias suaves a su ahora esposo...
Ab: ah ah ah, oh Ángel... apenas puedo creerlo...
Án: ¿que estamos casados? créelo, no es un sueño... estamos casados... eres mío completamente...
Con las manos entrelazadas y los cuerpos ardiendo, Abel respondió: siempre he sido tuyo... eres el único hombre al que he amado...
Ab: lo sé mi amor... ahora ya lo sé....
Abel sentía que tocaba el cielo al ser embestido por su musculoso marido... Ángel lo hacía gemir de placer, pero también se preocupaba por él... generalmente, el pelinegro era rudo en el sexo, pero ahora se comportaba tierno y muy cuidadoso con su esposo... había una razón para ello...
Luego de correrse dentro de Abel, Ángel besó el estómago de su esposo y dijo: en cuanto volvamos de la luna de miel, le diremos a todos...
Abel sonrió: mi mamá se va a volver loca cuando sepa que va a ser abuela...
Án: y más loca se pondrá al saber que ya tienes tres meses de embarazo y no se lo habías dicho...
Ab: es que conociéndola me iba a matar si sabía que salí embarazado antes de casarme contigo...
Án: jajaja... ya conozco el carácter de mi suegra... pero yo estoy feliz de ser papá... ya quiero tener a ese niño en mis brazos... yo creo que va ser hombrecito...
Ab: Ángel, tengo que decirte algo...
Án: ¿qué cosa?
Ab: es que en la última ecografía que me hice pasó algo extraño...
Con gesto de preocupación, Ángel preguntó: ¿hay algo mal con el bebé o contigo?
Ab: no, no es algo malo... es que el médico escuchó dos latidos...
Án: bueno, pero eso no es raro, son los latidos tuyo y del bebé... no entiendo dónde está lo extraño...
Abel miró a los ojos de su marido y aclaró: es que con mis latidos eran tres... el médico me dijo que voy a tener gemelos...
Ángel se quedó mudo y con la mirada fija al escuchar las palabras de Abel...
Asustado, Abel preguntó: ¿Ángel? ¿no dices nada?
De pronto, Ángel brincó de la cama como impulsado por un resorte sorprendiendo a Abel...
Án: síííííííííí... voy a ser papá de gemelos... dos niños Abel, ¿te das cuenta?... vamos a tener dos bebés...
Abel comenzó a llorar: ya sé y no sé qué voy hacer con dos bebés...
El musculoso hombre abrazó a su esposo: no llores mi amor... todo estará bien... yo te voy ayudar y también mis papás y mis hermanos y tu mamá... esos gemelitos van a ser muy queridos, te lo aseguro...

Limpiando sus lágrimas, Abel contestó: tienes razón, soy un tonto... es que la noticia me asustó...
Án: es normal, a mí también me asusta y me emociona...
Ab: te amo Ángel...
Án: yo también te amo Abel y nunca me cansaré de agradecerte por amarme tanto...
Ángel besó apasionadamente a Abel mientras lo acostaba nuevamente en la cama...
Abel se sorprendió y dijo: ¿quieres seguir haciéndolo?
Án: por supuesto... tenemos que aprovechar porque cuando nazcan nuestros gemelos no creo que tengamos mucho tiempo...
Y esa noche, Ángel continuó llenando de placer y gozo a su muy fértil esposo...
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Quienes no pasaban una muy feliz noche de bodas eran Emmanuel y Andrés... el pelioscuro llenaba de caricias a su ojimiel, pero este no se mostraba muy dispuesto al sexo...
A: ¿qué te pasa mi amor? parece que estás ausente... ¿te preocupa algo?
E: es que... es que es la primera noche que dejo solo a Noah... quizás está llorando al no tenerme cerca...
Andrés sonrío con dulzura y besó la frente de su rubio: por favor chiquito... Noah está con tus papás... Gabriel tuvo cuatro hijos... ¿crees que no sabe cuidar a su nieto?
E: por supuesto que confío en mi mamá... pero Noah es tan pequeñito que me da pena que se sienta solo...
Andrés volvió a sonreír y preguntó: ¿quieres que volvamos a la Hacienda?
E: pero esta es nuestra noche de bodas ¿no te molesta que lo hagamos?
Mirando a los ojos de su rubio, el pelioscuro respondió: al contrario, me encanta que quieras tanto a mi bebé... eso me demuestra que tus sentimientos son tan bellos como tu cuerpo y tu rostro...
El ojimiel sonrió: entonces regresemos a la Hacienda...
Poco después, Andrés y Emmanuel estaban de vuelta en el chalet de la Hacienda y observaban dormir apaciblemente al pequeño Noah dentro de su cuna...
E: pobre mamá... se sorprendió de que hayamos vuelto... pero no puedo separarme tanto tiempo de mi pequeño...
Andrés abrazó por la espalda a Emmanuel y le dijo: me encanta que seas tan amoroso con Noah... ¿ahora ya estás tranquilo?
E: sí, ya lo estoy... perdóname por arruinar nuestra noche de bodas...
A: no arruinaste nada... no necesito una noche de bodas para amarte... eres mi esposo y puedo hacerte el amor cuando quiera...
Andrés besó ardientemente los labios rojos de Emmanuel encendiendo la llama de la pasión...
El pelioscuro cargó al rubio y lo llevó a su cuarto... tiernamente lo depositó en su lecho de amor y ambos se desprendieron de sus ropas sin apartar sus miradas...
Pronto, incendiaron esa habitación con caricias y besos ardientes... sus cuerpos desnudos se entrelazaban en medio de una sesión amorosa...
Emmanuel dio acceso a Andrés abriendo sus piernas y permitiendo que el barbado pelioscuro hundiera su hombría dentro de él...
El rubio gimió fuertemente al sentir su intimidad invadida por la longitud de su marido...
Cerrando los ojos, Emmanuel dijo: ah ah te amo Andrés... te amo...
Con todo su miembro enterrado en el cuerpo del ojimiel, Andrés dijo: me siento tan bien estando así... tu cuerpo es mi hogar, el hogar donde quiero vivir siempre...
Con las mejillas enrojecidas por la pasión, Emmanuel contestó: yo siempre estaré para ti... nada cambiará mi amor por ti...
A: siempre te amaré mi Emmanuel... contigo no sólo encontré el amor, también encontré una familia... te amo hasta el infinito...
Y nuevamente los cuerpos de Andrés y Emmanuel se fundieron en uno solo... la unión de sus cuerpos eran sólo una representación material de la fusión de sus corazones y sus almas... Emmanuel y Andrés ya eran un solo ser...

SEMANAS DESPUÉS

Dentro de su habitación, Gabriel escribía en una libreta cuando Damián entró y el castaño ocultó rápidamente el cuaderno...
D: ¿qué haces?
G: eh... nada... sólo pensaba...
El barbado miró desconfiadamente al castaño: ¿seguro que no hacías nada? últimamente has estado muy misterioso...
G: ya te dije que nada... mejor muéstrame qué traes en ese sobre...
Damián sonrió y abrió el sobre que tenía en las manos...
D: mira, son fotografías de la luna de miel de todos... unos se fueron a la playa, otros al extranjero... en fin, son muchas fotos...
Gabriel observó feliz las fotografías y dijo: todos lucen muy contentos... me siento tan bien por ellos...
D: nunca pensé que tres de nuestros hijos se casarían el mismo día... ya sólo nos queda Maia, igual deberíamos pensar en tener otro hijo ¿no crees?
Damián besó seductoramente el cuello de Gabriel, que sonrió por la caricia de su barbado...
G: jajajaja...nunca vas a cambiar ¿verdad?
D: es que te sigo deseando tanto como la primera vez que te tuve en mis brazos...
Gabriel acarició sensualmente el rostro y barba de su marido: yo también Damián... yo también te deseo y te amo...
Damián besó ardientemente la mano de su castaño: me encanta cuando dices que me amas...
Gabriel se paró de puntillas para susurrar al oído de su barbado: te amo, te amo, te amo, te amo...
Damián sonrió y besó con pasión los labios de Gabriel, quien se aferró al cuello de su marido demostrándole mediante esa caricia que su amor seguía intacto a pesar de los años...
El rubio miró a los ojos a Gabriel y le dijo: ya que me amas tanto ¿me vas a decir qué escribes en esa libreta misteriosa?
El castaño sonrió coquetamente y respondió: está bien... te lo voy a decir... estoy escribiendo un libro...
Sorprendido, Damián dijo: ¿un libro?
G: sí, un libro que relatará todas las historias que hemos vivido en la familia... creo que todo lo que hemos pasado alcanza para escribir una novela...
Damián dijo con tono juguetón: no sabía que tenías dotes de escritor... ¿y cómo se llamará tu libro?
G: ya he pensado en un título, pero no sé...
D: déjame adivinar el nombre de tu libro... si habla sobre nuestra familia se llamará "Los Montenegro"...
G: al principio pensé en ese título, pero es que narraré desde el día en que llegué a Tierra Caliente cuando yo aún no era un Montenegro...
D: ya sé, entonces lo titularás "Un ángel en Tierra Caliente"...
G: jajajaja... no, el título que he pensado es otro...
Rascándose la cabeza, el rubio observó a su esposo y dijo: me rindo... dime ¿cómo se llamará?
Gabriel miró con ojos llenos de amor a su Damián y respondió: mi libro se llamará... 
"TIERRA DE PASIONES"