30.- Derecho de sangre


En el hospital de Tierra Caliente, dos viejos amigos hablaban sobre las sombras del pasado, las cuales amenazaban con destruir su presente y futuro... es Gabriel, quien le contaba a Juan una terrible suposición que rondaba en su cabeza...
J: ¿Andrés un Montenegro?... no Gabriel, tienes que estar equivocado... tú no puedes asegurar algo así... estás haciendo juicios apresurados...
G: es que si lo que digo es cierto todo tendría sentido... entendería el raro comportamiento de Andrés y el porqué de su resentimiento hacia mí y Damián...
J: pero ¿por qué los odiaría a ustedes?
G: porque él cree que Damián y yo conspiramos para matar a Lucio... para Andrés, Damián es un asesino y yo una persona sin moral...
J: pero ¿quién le dijo eso?... no creo que Fabio le contara esa retorcida historia...
G: exactamente... eso es lo único que me falta por descubrir... la verdad yo tampoco creo que Fabio se lo haya dicho... él no tendría por qué... pero entonces quién... quién le dijo todas esas mentiras a Andrés...
En esos momentos, una idea llegó a la mente de Juan: ¿y si buscamos a Fabio? quizás él pueda aclararnos esto...
G: pero ¿dónde lo buscamos?
J: pues en el lugar de donde viene Andrés... ¿sabes dónde vivía antes?
G: sí, Emmanuel me dijo que es de una ciudad llamada Montecristo, pero qué nos asegura que Fabio está ahí... puede ser que ya esté muerto...
J: ¿por qué piensas eso?
G: porque Emmanuel me contó que Andrés le dijo que su madre murió hace algunos años... aunque le dio otro nombre, pero podría tratarse de Fabio...
J: eso sí sería un problema... si Fabio está muerto no encuentro otra forma de comprobar tu teoría sobre que Andrés es un Montenegro...
Gabriel se quedó callado por unos momentos y después dijo: sí hay otra forma...
J: ¿cuál?
G: una prueba de sangre... con una prueba de ADN se puede saber si Andrés es un Montenegro...
J: pero ¿cómo?... tengo entendido que ese tipo de pruebas se hacen entre padres e hijos, pero en este caso Lucio está muerto...
G: quizás sea necesario exhumar el cuerpo de Lucio...
J: pero para eso necesitaríamos una orden legal...
Con un gesto de preocupación, Gabriel dijo: Dios Mío, ayúdame, ¿qué debo hacer?... ya sé... ya sé quién puede ayudarnos en esto...
J: ¿quién?
G: ven conmigo... vamos a ver a esa persona...
Gabriel tomó de la mano a Juan y caminó apresuradamente por los pasillos del nosocomio...
**********
En la casa principal de la Hacienda, Andrés intentaba convencer a Emmanuel de regresar a vivir con él...
A: por favor mi amor... recibe estas rosas que te traigo...
El rubio desconfiaba de las palabras dulces de su marido y dijo: no Andrés, no las quiero
El rubio desconfiaba de las palabras dulces de su marido y dijo: no Andrés, no las quiero... de nada sirve que me regales flores si me maltratas y mientes acerca de mi familia...
A: no hablemos de tu familia, por favor... hablemos de ti y de mí, eso es lo único que importa...
E: para mí sí importa lo que dijiste... me contaste cosas terribles de mis padres... cosas que no son ciertas...
El pelioscuro sabía que Gabriel ya le había contado su versión de los hechos a Emmanuel... por supuesto que Andrés no confiaba en las palabras de Gabriel, pero si quería convencer a Emmanuel de volver con él tenía que cambiar su actitud...
El barbado pelioscuro se acercó más al ojimiel y le dijo: lo sé chiquito... sé que cometí un error al hablar mal de tus papás, pero estaba muy confundido... yo creía que me habías engañado con el doctor y...
E: eso no es una justificación... nada justifica lo que me has hecho en los últimos días... primero abusaste de mí y luego inventaste una serie de infamias de mis padres... yo no puedo perdonarte...
Con tono suplicante, Andrés dijo: por favor mi amor, vuelve conmigo... hazlo por el bebé que esperas... no querrás que nazca lejos de su padre... piensa en él y no sólo en ti...
Emmanuel se quedó pensativo por unos instantes y Andrés aprovechó para tomarlo por la cintura y pegarlo a su cuerpo
Emmanuel se quedó pensativo por unos instantes y Andrés aprovechó para tomarlo por la cintura y pegarlo a su cuerpo...
Con la respiración agitada, el barbado habló: regresa conmigo... te prometo que voy a cambiar...
Haciendo un esfuerzo, el ojimiel se separó y contestó: no lo sé Andrés... te amo, pero son ya muchas cosas... dame tiempo para pensar...
A: ¿tiempo?
E: sí, unos cuantos días, una semana tal vez...
Andrés volvió a tomar su chico por la cintura: una semana es mucho tiempo...
El ojimiel se separó nuevamente: necesito esos días para pensar en nuestra relación... si tu arrepentimiento es sincero dame estos días que te pido...
Con un dejo de molestia, Andrés dijo: está bien... te daré una semana, pero estaré pendiente de ti... entiende que no puedo estar tranquilo sin saber de ti o de mi hijo...
E: como quieras... ahora por favor déjame solo...
Andrés volvió a cortar su distancia con Emmanuel y con su mano derecha acarició suavemente la mejilla de su esposo...
Mirándolo a los ojos le dijo: no sabes lo difícil que fue para mí dormir sin ti anoche... sin sentir el calor de tu cuerpo a mi lado... sin poder besarte y acariciarte... te amo tanto mi Emmanuel...
El pelioscuro intentó besar los labios del ojimiel, pero este se alejó antes de que sus labios pudieran unirse...
E: por favor Andrés, ya vete...
Andrés tuvo que controlarse y apretar sus puños para no dejarse llevar por su fuerte carácter... el pelioscuro sólo sonrió y dejó el ramo de rosas en una mesa cercana...
Sin decir más, Andrés se fue... Emmanuel suspiró y se acercó a tocar las flores, tomó una rosa y aspiró su aroma...
de pronto una espina le pinchó el dedo índice y comenzó a sangrar
...de pronto una espina le pinchó el dedo índice y comenzó a sangrar...
Con sus sensuales labios, el ojimiel probó el sabor de su sangre y dijo para sí mismo: Andrés, tu amor es igual a estas rosas... hermosas en apariencia, pero con espinas que me hieren...
**********
Y en el hospital, Gabriel y Juan estaban dentro del consultorio del doctor Pedro Salazar...
P: buenos días señor Montenegro... ¿en qué puedo servirle?... ¿le pasa algo a Emmanuel?
G: afortunadamente mi hijo está bien... vengo a consultarlo sobre otra cosa...
P: ¿de qué se trata?
G: doctor, lo que vengo a consultarle es algo muy íntimo, por ello le pido que sea muy discreto... si vengo con usted es porque considero que es una persona confiable...
P: no se preocupe... los médicos somos como los sacerdotes, sabemos guardar bien los secretos...
Gabriel sonrió y dijo: verá, hay un muchacho del que tenemos dudas sobre su origen... creo que es probable que sea hijo del hermano de mi esposo... quisiera saber si hay alguna forma de comprobar los lazos parentales aun cuando mi cuñado Lucio ya está muerto...
El médico escuchó atentamente a Gabriel y contestó: pues para comprobar la paternidad de alguien no siempre es necesario al padre
El médico escuchó atentamente a Gabriel y contestó: pues para comprobar la paternidad de alguien no siempre es necesario al padre... si este está muerto o no se puede localizar se puede recurrir a otros familiares... por lo que me dice, en este caso podríamos recurrir a una prueba avuncular...
G: ¿prueba avuncular? ¿qué es eso?
P: es la prueba de ADN que permite determinar si existe una relación biológica entre tío y sobrino... es decir necesitaríamos las muestras de su esposo y el muchacho del que tiene dudas sobre su parentesco...
Con la emoción en su rostro, Gabriel dijo: y con esa prueba ¿se puede garantizar si existe un lazo familiar?
P: así es, es una prueba muy efectiva, pero además si estamos hablando de dos varones que no sean fertilizables también se les puede aplicar la prueba del Cromosoma "Y"...
G: y esa ¿cuál es?
P: es la prueba que demuestra el linaje paterno entre varones de una misma familia... el cromosoma "Y" se hereda de padres a hijos y este se traspasa de generación tras generación prácticamente inmutable, por lo tanto padres, hijos, nietos, hermanos y tíos tendrán el mismo cromosoma "Y"...
Gabriel y Juan escuchaban con atención las explicaciones del doctor...
P: si a su esposo y al muchacho en cuestión se le practican ambas pruebas estaríamos garantizando un 99% de confiabilidad en los resultados...
G: eso es perfecto... y ¿qué se necesita para esas pruebas doctor?
P: muestras del ADN de ambas personas... para que las pruebas sean más exactas se pueden enviar a analizar una muestra de sangre y una muestra salival...
G: y ¿en cuánto tiempo se tienen los resultados?
El doctor contestó: pues digamos que si se mandan hoy a los laboratorios especiales, los resultados no demorarían más de 7 días...
Gabriel quedó pensativo y Juan le dijo: con Damián no habría problemas para las muestras porque él está aquí hospitalizado, pero cómo vamos a hacer para que Andrés acepte hacerse esas pruebas...
Después de unos minutos, Gabriel respondió: tengo una idea Juan...
El castaño se dirigió al médico: doctor necesito que usted nos ayude... le aseguro que de estos resultados dependen la tranquilidad de mi familia... la tranquilidad de mi hijo Emmanuel...
Salazar observó por unos segundos a Gabriel y Juan y después dijo: dígame señor Montenegro ¿cómo puedo ayudarle?
**********
En tanto, Ángel llegó a la casa de Abel y se encontró con el joven y su madre, Helena, saliendo con unas maletas...
Án: buenos días... ¿se van de viaje?
La mujer contestó secamente: sí, nos vamos y eso es gracias a...
Abel interrumpió a su madre: mamá por favor... adelántate al carro... déjame hablar con Ángel...
Molesta, la mujer se retiró y Abel vio a los ojos de Ángel, quien lo miraba sorprendido...
Án: no sabía que te irías de viaje...
Ab: me voy porque necesito sanar mi corazón... después de todo lo que pasó necesito estar lejos...
después de todo lo que pasó necesito estar lejos
Án: ¿cuándo volverás?
Ab: no lo sé...
Án: yo... te deseo lo mejor... sé que en gran parte soy culpable de todo lo que ocurrió y...
Abel colocó sus dedos en los labios del musculoso pelinegro: no digas más, aquí el único culpable soy yo... por querer obligarte a amarme... por suplicarte amor cuando sé que en el corazón no se manda...
Ángel miró a los ojos a Abel y le dijo: yo no merezco que me ames tanto...
Ab: lo sé... mi mente lo sabe, pero mi corazón es un traidor y no quiere entenderlo, por eso lo mejor es que me vaya... adiós Ángel, quizás algún día nos volvamos a encontrar...
El delgado chico se alejó del pelinegro sin decir más y se subió al auto donde lo esperaba su madre...
H: hijo, ¿estás seguro que quieres irte?
Ab: sí mamá... completamente seguro...
Y así el auto emprendió su camino llevándose a Abel y su madre sin un rumbo fijo, pero con la única intención de alejarse de Tierra Caliente...
Ángel no hizo nada por detener el carro, se quedó parado observando su marcha... en su interior, el pelinegro sabía que perdía algo muy valioso, algo que quizás nunca podría recuperar...
en su interior, el pelinegro sabía que perdía algo muy valioso, algo que quizás nunca podría recuperar
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Era mediodía cuando Andrés estaba sentado en la sala del chalet... la soledad era su única compañía... extrañaba demasiado a Emmanuel... el pelioscuro se agarraba la cabeza con desesperación... ¿cómo podría soportar esos días sin el ojimiel?
La intranquilidad y la duda asaltaban a su corazón
La intranquilidad y la duda asaltaban a su corazón... temía que en esos días que estaría lejos de Emmanuel, su esposo podría dejarlo de amar... ¿y si continúa viéndose con el doctor? ¿si conoce a alguien más? ¿si decide no volver conmigo?, estos eran sólo algunos de los pensamientos que lo atormentaban...
De pronto alguien tocó el timbre... Andrés corrió a abrir y se encontró con una inesperada visita, Juan...
J: buenas tardes Andrés...
A: buenas tardes señor... ¿busca a Emmanuel?
J: yo sé que tú y yo casi no nos hemos tratado, pero por favor no me digas señor... puedes llamarme Juan...
A: como gustes... Juan...
J: supongo que te extraña mi visita... en realidad no vengo buscando a Emmanuel sino a ti...
A: ¿a mí? ¿para qué?
J: porque necesito pedirte un gran favor... tú sabes que mi marido, Tadeo, está hospitalizado desde hace algún tiempo...
A: claro que lo sé, pero qué tiene que ver eso conmigo...
J: es que para mantener a mi esposo estable es necesario hacerle constantemente transfusiones de sangre y aunque el hospital provee la sangre también me piden donadores... yo ya no tengo a quien más recurrir, así que te pido que tú dones un poco de tu sangre...
A: pero no sé si mi tipo de sangre sea la misma que la de su esposo...
J: es que no es necesario que lo sean... únicamente me piden donadores para abastecer de unidades al banco de sangre... es como un intercambio, el hospital le da la sangre a mi marido y a cambio nos piden donadores de cualquier tipo de sangre para que sirva para otras personas...
El pelioscuro estaba renuente a donar: pues es que yo no sé si pueda...
J: por favor Andrés... es un favor muy especial, yo sé que puedes estar ocupado, pero si me atreví a venir aquí es porque ya no tengo a quien recurrir y después de todo tú ya eres parte de la familia... estoy seguro que a Emmanuel le dará gusto saber que tú también estás apoyando para la recuperación de su hermano mayor...
Al escuchar las palabras de Juan, Andrés pensó que si Emmanuel sabía que había donado sangre para Tadeo, esto podría ayudarlo a que regresara con él...
A: está bien Juan... acepto, pero te pido que le comentes esto a Emmanuel... me gustaría que mi esposo sepa que yo también deseo que su hermano se recupere...
J: te aseguro que lo sabrá, pero vamos al hospital de una vez... es que antes de que dones sangre te tienen que hacer algunos exámenes de rutina, ya sabes para comprobar que todo está bien...
A: sí, entiendo... vámonos...
Andrés salió del chalet rumbo al hospital sin saber los verdaderos motivos de la donación que iba hacer...
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En su cuarto, Maia escuchaba música cuando Rafael entró sin tocar la puerta...
M: ¿qué te pasa Rafael? ¿por qué entras así?
R: dámela... dame la carta de Francoise...
M: mírate cómo vienes... estás borracho... seguramente pasaste toda la noche en la cantina...
Tambaleándose por el alcohol ingerido, el ojiverde dijo: eso a ti no te importa niña... dame lo que te pido ya...
M: ¿para que la quieres?
Furioso, Rafael amenazó: dame la maldita carta o yo mismo la busco por todo tu cuarto...
La chica se asustó por el agresivo comportamiento de su hermano y accedió a entregar lo que le pedía... abrió una gaveta de su buró y sacó la misiva...
M: ya está bien... toma la carta si eso quieres...
El rubio sonrió al obtener lo que quería y sin decir más salió de la habitación...
Rafael llegó a su cuarto y se acostó en su cama... con lágrimas en los ojos volvió a leer la carta del francés...
con lágrimas en los ojos volvió a leer la carta del francés
R: ¿por qué Francoise? ¿por qué te fuiste?... no te quiero perder, pero no sé dónde buscarte... no lo sé...
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Gabriel caminaba de un lado para otro en uno de los pasillos del hospital...
Juan llegó y le dijo: ya está Gabriel... Andrés ya "donó" la sangre y también le sacaron la muestra de saliva que se necesitaba...
G: ¿no sospechó nada?
J: no... me costó un poco convencerlo, pero él cree que sólo se trata de una donación de sangre...
G: perfecto... hace un rato le sacaron las muestras necesarias a Damián, entonces ahora mismo voy a avisarle al doctor Salazar para que envíe de inmediato las pruebas al laboratorio...
Juan detuvo a Gabriel y le preguntó: ¿estás seguro de esto? piensa que quizás nos estamos equivocando...
G: puede ser, pero por mi propia salud mental necesito saber la verdad... si sigo con esta incertidumbre voy a volverme loco...
J: está bien, te acompaño a hablar con el doctor...
G: hace un rato, nos dijo que los resultados estarán en 7 días... en una semana voy a saber si Andrés es o no hijo de Lucio... en una semana...
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Y los días pasaron tan rápido como un breve pestañeo... la semana transcurrió como cualquier otra en Tierra Caliente, parecía que en el pueblo no pasaba nada, pero este día la policía hizo un importante hallazgo... encontró el cuerpo de una mujer muerta en el fondo del río... por el estado en que se encontraba era imposible saber de quién se trataba... de inmediato los médicos forenses comenzaron las investigaciones...
Lejos de toda pericia estaba Damián, que después del tratamiento adecuado había logrado salir del peligro de muerte y fue trasladado a un cuarto del hospital, donde su esposo Gabriel le daba de comer...
G: Damián tienes que comer bien y no lo estás haciendo...
El barbado remilgaba como un niño: esto no es comida Gabriel... es sólo una gelatina y una sopa sin sal...
G: pues es lo que el medicó ordenó que comieras y tienes que obedecer... abre la boca...
D: no voy a hacerlo... esta insípida comida va terminar por matarme...
G: ay Damián, eres tan necio...
El castaño quería ser rudo con su marido, pero no podía y dijo: eres un terco, pero así te quiero y me da mucho gusto que hayas salido del peligro en el que estabas...
Gabriel acarició la barba de Damián y este besó la suave mano de su bello esposo...
Mirándolo a los ojos, el barbado le dijo: y yo a ti te amo mi Gabriel... si me aferré a la vida fue por ti, porque no podía dejarte solo...
G: lo sé y tengo fe en que pronto volveremos a ser la familia feliz que éramos hasta hace poco...
D: no podemos ser felices mientras mi hijo Tadeo siga postrado en esa maldita cama sin despertar...
G: él también se va recuperar... ten confianza en Dios...
D: y los demás muchachos ¿cómo están?... ¿qué ha pasado con Ángel y Rafael?
G: ambos están muy afectados por la partida de Francoise... Ángel, como siempre, es más fuerte controlando sus sentimientos y guardándolos sólo para él... en cambio Rafael luce más afectado y está bebiendo mucho, eso me preocupa...
D: déjalo, a veces los hombres necesitamos del alcohol para aminorar las penas que sentimos...
G: también me da tristeza el que Francoise se haya ido sin despedirse... aunque sé que fue lo mejor, le tomé aprecio y me hubiera gustado que llegara a ser parte de la familia...
D: pues sí, pero nuestros dos hijos se enamoraron de él... ¿estarías dispuesto a aceptar un trío en la familia?
Gabriel se ruborizó y le dio un manotazo al barbado: qué cosas dices Damián, ¿cómo puedes pensar en eso?... mejor cómete la sopa...
D: ya te dije que no... lo que quiero es irme ya a mi casa...
G: eso sí que no... tu doctor dijo que tienes que quedarte mínimo una semana más...
D: ese matasanos quiere seguir sacando dinero, pero no le daré gusto...
El castaño continuó discutiendo con su marido... aunque a veces lo sacaba de quicio, Gabriel se sentía feliz porque Damián estaba vivo...
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En el colegio de Tierra Caliente, Tommy era objeto de chismes y rumores... su embarazo ya era más que evidente, a pesar que el chico usaba fajas especiales para disimular su estómago...
Tommy caminaba por el patio escolar y percibía las miradas malintencionadas así como las críticas hacia su persona...
Sus compañeros murmuraban: "¿quién será el padre del hijo que espera?"... "te acuerdas como criticaba a Emmanuel y él salió peor"... "seguramente no sabe ni quién es el papá"... "con cuántos se habrá revolcado para que ningún hombre se quiera hacer cargo de su hijo"... "siempre supe que Tommy era de lo peor, no tiene ninguna moral"...
Las voces de todo el colegio resonaban en los oídos de Tommy que se encerró en el baño para llorar su infortunio...
T: te odio... yo no quiero tener un hijo bastardo... no quiero...
Y entonces el aturdido joven tomó una decisión... acariciando con malicia su inflamada barriga pensó: tú no vas a arruinar mi vida... ya sé lo que tengo que hacer...
ya sé lo que tengo que hacer
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En la sala de espera del hospital, Emmanuel platicaba con su madre Gabriel...
E: me alegra que papá ya está fuera de peligro...
G: sí, le pedí tanto a Dios para que se recuperara... aunque todavía tiene que estar unos días más en el hospital...
Con una leve sonrisa, el rubio dijo: por lo menos esta es una buena noticia entre tantos problemas...
El castaño miró a los ojos de su hijo y le preguntó: ¿y tú ya tomaste una decisión sobre Andrés?
Emmanuel guardó silencio por unos instantes, pero finalmente contestó: sí, lo he estado pensando mucho y ya decidí qué haré...
G: ¿y qué decidiste?
E: no voy a regresar con Andrés... creo que lo mejor es que estemos separados por lo menos hasta que mi hijo nazca...
G: ¿estás seguro que eso quieres?
El ojimiel acarició su barriga, la cual aún lucía plana, sin embargo él sabía que dentro se formaba una vida nueva...
E: sí... yo ya no me siento seguro al lado de Andrés y como me dijiste el otro día, tengo que pensar no sólo en mí sino también en mi hijo... me duele mucho tomar esta decisión porque a pesar de todo amo a Andrés, pero estoy convencido que no debo volver a su lado...
Gabriel limpió con sus dedos las lágrimas que se asomaban por los ojos de su hijo: ¿cuándo vas a decírselo a Andrés?
E: en cuanto lo vea... le pedí unos días para pensar, así que supongo que hoy o mañana llegará a la casa para buscar una respuesta...
G: hijo, yo también creo que la decisión que has tomado es la mejor... y quiero que sepas que cuentas con mi apoyo y con el de tu padre... nosotros estaremos contigo en cada momento y pase lo que pase tú debes ser fuerte por ese bebé que esperas...
Emmanuel notó algo extraño en las palabras de su madre: ¿qué quieres decir con pase lo que pase?
G: nada en especial... sólo quiero hacerte entender que estoy contigo para todo lo que necesites... quiero que disfrutes esta etapa de tu vida mi amor...
E: gracias mamá... creo que será mejor que me vaya a la casa porque estoy un poco cansado...
Emmanuel le dio un beso en la mejilla a Gabriel y salió del hospital... el castaño se recargó en una pared del nosocomio para hundirse en sus pensamientos...
Juan apareció y le preguntó: ¿preocupado?
G: sí, el doctor Salazar me dijo que en unas horas llegarán los resultados de los análisis de ADN... estoy muy nervioso...
J: yo también lo estoy... es que si tus suposiciones resultan verdad, Andrés y Emmanuel serían...
G: no, no lo digas por favor... esto sería un golpe terrible para mi hijo... no sé ni siquiera cómo podría decírselo...
J: a pesar de todo, la verdad siempre es lo mejor...
G: pero esta será una verdad muy dolorosa... demasiado dolorosa y no sé si Emmanuel pueda soportarlo...
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En tanto, Mateo estaba dentro de la habitación donde su padre dormía...
Con los ojos llenos de lágrimas, el chico hablaba suponiendo que su papá podía escucharlo: ¿cuándo vas a despertar papá?... te necesito para que me ayudes a pensar... tengo tantas cosas qué preguntarte, quiero oír tus consejos... por favor papito, despierta te lo suplico...
El joven tomó la mano de su padre esperando algún indicio de que podía oírlo... de pronto la puerta del cuarto se abrió y se sorprendió al ver a su pequeña hermana Saraí...
M: ¿qué haces tú aquí? se supone que no puedes entrar...
S: Jonás me ayudó para que no se dieran cuenta... sólo estaré un ratito...
M: ay Saraí... qué cosas haces...
S: ¿estás llorando porque papá no despierta verdad?
M: sí...
S: ¿y también estás triste porque sigues peleado con Pablo?
M: no quiero hablar de eso Saraí y menos aquí...
Con la inocencia de su edad, la pequeña habló: es que a papá no le gustaría verte triste y tampoco que estés peleado con Pablo...
M: papá no conocía a Pablo... creo que apenas lo vio una vez...
S: sí, pero a papá le gustaba que Pablo fuera tu novio...
M: ¿por qué lo dices?
S: porque la noche antes del accidente de papá, yo me quedé a dormir en su cuarto y escuché cuando él le contó a mamá que había conocido a un chico al que tú le gustabas...
Sorprendido por las palabras de su hermanita, Mateo preguntó: ¿y qué más dijo?
S: pues que ese chico llamado Pablo era un buen muchacho, que le recordaba a él cuando era joven y que le daría mucho gusto si tú y él fueran novios
S: pues que ese chico llamado Pablo era un buen muchacho, que le recordaba a él cuando era joven y que le daría mucho gusto si tú y él fueran novios...
Mateo volteó a ver a su padre y pensó: ¿de verdad te gustaría que Pablo y yo...?
La pequeña dijo: por favor hermano, no quiero verte triste, reconcíliate con Pablo...
M: no es tan fácil Saraí... Pablo está enojado conmigo y tiene razón... es probable que ya no me busque...
S: entonces búscalo tú a él...
M: es que me da pena... no sé qué hacer para pedirle perdón y decirle lo que siento por él...
La chiquilla se quedó pensando unos segundos y de repente dijo con una sonrisa: ya sé... tengo una idea para que le digas a Pablo que lo quieres...
**********
Tommy caminaba con pasos apresurados por una calle empedrada a las afueras de Tierra Caliente... llegó hasta una casa de color café y antes de entrar observó que nadie se diera cuenta que estaba ahí...
Una joven de más de 20 años sentada en un escritorio le preguntó: ¿qué deseas?
Con voz firme, el chico rubio contestó: hablé por teléfono con la doctora Dalilah... tengo una cita con ella, soy Tomás...
Recepcionista: ah, sí claro... pasa, te está esperando...
Tommy se internó más dentro de esa clínica clandestina y llegó con la doctora Dalilah... era una mujer de casi 50 años con mirada fría y gestos toscos...
D: buenas tardes Tomás... siéntate...
Con muestras de nerviosismo, el chico se sentó: buenas tardes doctora... vengo porque...
D: vienes por la misma razón que vienen todas y todos a este lugar... mi labor no es cuestionarte del por qué lo haces, pero si quiero preguntarte ¿estás seguro?... porque después ya no hay marcha atrás...
T: sí, estoy completamente seguro...
D: muy bien, entonces sabrás que esto se paga por adelantado...
El chico sacó de su mochila un fajo de billetes y dijo: por supuesto que lo sé...
La fría mujer tomó el dinero y lo contó rápidamente... después sacó de su escritorio una hoja...
D: toma... tienes que firmar esta carta responsiva antes que te haga el procedimiento... entenderás que aunque no conlleva ningún riesgo este es un simple trámite...
T: sí, no hay problema...
El rubio firmó el papel y se lo regresó a la mujer que se puso de pie...
D: bien... voy a preparar todo para comenzar de una vez... en un momento te llamo...
La mujer se metió a otro cuarto aún más escondido y Tommy se quedó solo con sus pensamientos...
T: después de esto volveré a ser libre... mi vida será como antes y podré reconquistar a Pablo... no me vas a ganar Mateo, te voy a quitar a Pablo aunque sea lo último que haga...
El chico sonrió maliciosamente...
El chico sonrió maliciosamente
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Ángel llegó a la casa principal de la Hacienda Montenegro buscando a su hermano menor...
Á: Rafael, ¿dónde estás Rafael?
Maia salió de su cuarto ante los gritos de su hermano...
M: ¿qué pasa? ¿por qué gritas así?
Á: ¿dónde está Rafael? quedó en ayudarme con algunas cosas en el campo y no llegó en toda la mañana, ¿dónde se metió?
M: Rafael no está... se fue desde muy temprano...
Á: ¿a dónde?
M: no lo sé... sólo sé que fue a buscar a Francoise...
El pelinegro se sorprendió ante la respuesta de su hermana: ¿qué? ¿pero a dónde? ¿cómo supo dónde encontrarlo?
M: no me dijo nada más... sólo lo vi salir con una maleta y dijo que iba a buscar a Francoise, eso es todo...
El pelinegro subió corriendo al cuarto de Rafael y encontró que efectivamente faltaba algo de su ropa... sobre la cama estaba la carta de Francoise...
Ángel tomó la misiva entre sus manos, al tiempo que Maia llegó a la habitación
Ángel tomó la misiva entre sus manos, al tiempo que Maia llegó a la habitación...
M: los últimos días Rafael estuvo leyendo esa carta una y otra vez... no sé, quizás leyéndola se le ocurrió en dónde podría estar Francoise...
El pelinegro no contestó... leía la carta buscando algo que le indicara el paradero del francés y después de leerla varias veces llegó a una parte en especial...
"Yo me voy triste por dejar este encantador pueblo, pero alegre porque también es lo mejor para mí, necesito ordenar mis ideas y para eso debo regresar al origen de todo... pensar, necesito pensar... acabar con mis dudas y confusiones, escuchar a mi corazón".
Ángel repitió una frase de la carta: regresar al origen de todo... claro, tiene que estar ahí...
El pelinegro se fue velozmente a su cuarto seguido de su hermana menor... Maia vio como Ángel sacaba una maleta de su ropero y metía ropa de manera apresurada...
M: ¿qué haces Ángel?
Á: yo también me voy a buscar a Francoise... ya sé dónde encontrarlo...
Las olas del mar chocaban con las rocas de Playa Dorada, uno de los sitios turísticos más exclusivos del país y en donde Francoise había conocido a Rafael...
El francés se encontraba parado a la orilla del mar... con sus azules ojos veía la profundidad de las aguas, escuchaba el rumor de las olas y el cantar de los pájaros...
Desde hace unos días había llegado al lugar donde comenzó todo... él era un simple viajero de Francia que se topó con un guapo joven que le cambió la vida... este era el lugar idóneo para pensar... lejos de Tierra Caliente y con solo el mar de compañía...
Francoise se encontraba maravillado por la majestuosidad del lugar y cerró sus ojos
Francoise se encontraba maravillado por la majestuosidad del lugar y cerró sus ojos...
De pronto, una voz a sus espaldas lo hizo salir de su tranquilidad...
"Francoise", dijo la voz... era la voz de un hombre conocido...
El francés volteó a ver de quién se trataba y con el rostro lleno de sorpresa vio que ahí parado frente a él estaba Rafael...
El musculoso rubio dijo: sabía que estarías aquí...
Con la voz temblorosa por la sorpresa, el francés contestó: ¿q-qué haces a-aquí?
Rafael respondió firmemente: vine a buscarte... no te voy a dejar ir tan fácilmente... tú no puedes escapar de mi amor...
tú no puedes escapar de mi amor
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En Tierra Caliente, Andrés estaba más que desesperado en el hostal con Bruno...
A: ya no aguanto más... Emmanuel me pide unos días para pensar y ahora no me contesta el teléfono... quiere acabar con mi poca paciencia...
B: olvídate ya de ese chico... mejor piensa en nuestra venganza... mira lo que conseguí...
Bruno le mostró a Andrés un juego de llaves...
A: ¿de dónde son esas llaves?
B: de la casa de los Montenegro que está a las afueras del pueblo...
A: ¿para qué las quieres?
B: van a ser útiles para mi venganza... para nuestra venganza... verás, tengo planeado que...
Andrés interrumpió al hombre mayor: no quiero escucharte Bruno... ahora no estoy para pensar en eso... te repito que sólo puedo pensar en Emmanuel...
B: y yo te repito que deberías de dejar de hacerlo... con su actitud, ese muchachito ya te demostró que no te quiere...
A: sí me quiere y yo a él...
B: pues estás muy mal... te recuerdo que deberías odiarlo por ser el hijo de los asesinos de tu padre... tienes que odiarlo...
Andrés gritó: y lo odio... lo odio por ser un Montenegro, pero también lo amo... lo amo como no he amado a nadie en mi vida... Emmanuel me tiene loco... ¿no puedes entenderlo? ¿acaso no has amado a nadie?
B: por supuesto que no y sabes por qué... porque el amor sólo nos hace débiles... sólo nos conduce a la ruina... mira a tu padre, él se enamoró de Gabriel Santos y terminó muerto...
Agarrándose la cabeza, Andrés vociferó con lágrimas en los ojos: ya no me sigas envenenando el alma... ya bastante infeliz soy con lo que siento... quiero arrancarme el corazón para no sentir más este odio y este amor que me carcomen...
B: pues tienes que decidir... ¿qué es más fuerte para ti? ¿el amor o el odio?... decídete, pero decídelo ya mismo...
Andrés se acercó a Bruno y mirándolo a los ojos le dijo retadoramente: escúchame bien... voy a conseguir que Emmanuel vuelva conmigo y si para lograrlo tengo que olvidarme de mi venganza, lo voy hacer...
Sin decir más, el pelioscuro salió del hostal y Bruno dijo para sí mismo: perfecto Andrés, tú ya decidiste tu camino y no es igual al mío...
El hombre abrió la gaveta de su buró y sacó una pistola negra...
B: tu destino ya está sellado... después de todo eres el hijo de Lucio, también eres un Montenegro... y al igual que ellos también tendrás que morir...
Bruno acarició su pistola sonriendo perversamente...
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En el consultorio del doctor Salazar, Gabriel y Juan esperaban impacientemente al médico...
Pedro entró y tras saludar a ambos les dijo: ya tengo el sobre con los resultados de la prueba de ADN...
Nerviosamente, Gabriel recibió el sobre: muchas gracias doctor... no sabe cuánto le agradezco esto que hace por mi familia...
P: sólo siento que el costo de los análisis haya sido superior a lo que le había dicho, pero fue así para que los entregaran más pronto...
G: el costo no importa... para mí vale mucho más la tranquilidad de mi familia y en gran medida depende de estos resultados...
P: pues espero que sean lo que usted deseaba... los dejo un momento a solas...
El médico salió y Juan vio a Gabriel muy nervioso por lo que preguntó: ¿quieres que yo abra los resultados?
Con mirada temerosa, Gabriel contestó: no, yo tengo que hacerlo... pero te confieso que tengo mucho miedo de lo que diga este sobre...
Juan colocó su mano en el hombro de su amigo: vamos, al mal paso darle prisa... tú siempre has sido muy fuerte Gabriel y podrás enfrentar lo que sea...
Gabriel sonrió y con la mano temblorosa abrió el sobre... sacó el papel con los resultados del ADN y lo leyó...
Juan observaba fijamente a su amigo y después de unos minutos preguntó: ¿cuál es el resultado? ¿tus sospechas son ciertas? ¿Andrés es hijo de Lucio?
**********
En la casa principal de la Hacienda, Emmanuel se encontraba sentado a solas en un sofá de la sala... mientras pensaba acariciaba su estómago...
E: ya quisiera tenerte en mis brazos... ¿a quién te parecerás? ¿a mí o a tu papá?
El rubio escuchó que tocaron la puerta y minutos después Andrés estaba frente a él...
A: hola Emmanuel... estuve llamándote todo el día y no me contestaste...
Con tono serio, Emmanuel contestó: lo siento, mi celular se descargó y no he estado al pendiente de él...
A: estoy aquí porque ya pasaron algunos días... supongo que has tenido tiempo para pensar y...
E: sí... ya he pensado mucho en nosotros y también en nuestro hijo...
Nervioso, el pelioscuro se acercó a su esposo: y ¿qué has decidido? ¿vas a regresar conmigo verdad?
El ojimiel no contestó y se puso de pie tomando cierta distancia con Andrés...
A: por favor Emmanuel, dime que volverás conmigo... te necesito a ti y a mi hijo...
El rubio habló con voz firme: lo siento Andrés, pero creo que lo mejor es que nos separemos...
Los ojos del pelioscuro se abrieron grandemente por la sorpresa: ¿qué dices?
E: Andrés, como te dije el otro día... no me siento seguro a tu lado y creo que lo mejor es estar separados por un tiempo, por lo menos hasta que nazca el bebé... después podemos pensar nuevamente en nuestra relación y quizás...
El barbado interrumpió: ¿quieres dejarme solo todos estos meses?... no Emmanuel, eso no lo puedo admitir...
E: es que aquí estaré más seguro...
Con voz fuerte, Andrés dijo: mi hijo y tú no pueden estar más seguros aquí que conmigo... yo soy tu marido y el padre de ese niño...
E: por favor Andrés, no quiero pelear...
Lleno de rabia, el pelioscuro vociferó: lo que tú quieres es alejarme de ti, pero no te lo voy a permitir... ese niño y tú van a volver conmigo ahora mismo...
Nuevamente, Emmanuel sintió miedo ante la reacción de Andrés y se paró detrás de un sofá para poner distancia entre ambos...
E: Andrés, será mejor que te vayas... te estás poniendo agresivo y no quiero hablar contigo así...
A: no me voy a ir hasta que te convenza de volver conmigo... o regresas o te demando por abandono de hogar... soy capaz de todo Emmanuel, hasta de quitarte a ese niño si es necesario...
E: tú no vas hacerme eso Andrés... este niño es mío, porque lo llevo dentro de mí... tú nunca podrás quitármelo...
A: eso ya lo veremos... yo soy su padre y tengo los mismos derechos que tú... si no quieres más problemas, regresa conmigo ahora mismo...
Emmanuel gritó: ya te dije que no... con tu actitud compruebo que estoy tomando la decisión correcta... y si antes te dije que sólo nos separaríamos un tiempo ahora quiero el divorcio... no quiero saber más de ti...
Andrés rió irónicamente: ja ¿divorcio?... eso no pasará nunca Emmanuel... nunca te voy a dar el divorcio...
E: pues yo lo voy a conseguir... se te olvida que soy un Montenegro y que puedo acudir a los mejores abogados del país para obtener mi libertad...
La paciencia de Andrés se había terminado y ahora el coraje invadía todo su ser...
A: por supuesto que no olvido que eres un Montenegro, pero no te va ser fácil deshacerte de mí... ni tú ni tu familia se van a deshacer de mí nunca ¿me escuchas?
ni tú ni tu familia se van a deshacer de mí nunca ¿me escuchas?
E: estás completamente desquiciado...
A: sí, tú me volviste loco... loco de pasión por tus caricias y tus besos... decías que me amabas cuando te entregabas a mí y ahora me quieres desechar como una basura...
E: entiende que lo hago porque tú me has obligado a esto... si te dejo es por miedo, para proteger a mi hijo y a mí...
Andrés gritó: mientes... me dejas porque eres igual a toda tu familia... eres igual que tu madre, pero no te voy a dejar en paz... no me van a echar de esta Hacienda... yo también tengo derecho de estar aquí...
E: ¿derecho? ¿de qué derecho hablas?
Consumido por la ira, el pelioscuro habló: del derecho que me da la sangre...
E: estás diciendo tonterías... ¿con qué mentira saldrás ahora?
A: no voy a decirte más mentiras... al contrario te voy a decir toda la verdad... mi verdad...
Confundido, el ojimiel preguntó: ¿qué verdad?
A: la verdad de mi origen... te mentí Emmanuel... mi madre no se llamaba Pietro ni mi padre era un tal Andrés Duarte...
Una lágrima rodó por la mejilla de Andrés y continuó hablando: mi madre sí era un hombre fertilizable, pero su nombre era Fabio Duarte...
Emmanuel no alcanzaba a entender la verdad que encerraban las palabras de su marido...
A: supongo que el nombre de mi madre no te dice nada, pero el nombre de mi padre sí... porque aunque no lo conociste has escuchado de él... ¿quieres saber quién fue mi padre?
E: no estoy entendiendo nada Andrés
E: no estoy entendiendo nada Andrés... pero mejor vete, no quiero seguir escuchándote...
Emmanuel intentó retirarse a su habitación, pero el pelioscuro lo detuvo y tomándolo por los hombros le dijo: vas a escuchar toda la verdad... ahora mismo vas a saber quién fue mi padre...
El rubio comenzó a llorar: por favor Andrés, déjame... no sigas... me das miedo...
Sin escuchar la súplica de su esposo, el pelioscuro acercó su rostro al de Emmanuel y reveló su más grande secreto: el nombre de mi padre es Lucio... ¿te suena ese nombre?...
Los ojos del rubio se dilataron por la impresión y sus labios rojos temblaban sin poder emitir una palabra...
Andrés afirmó lo que ya era obvio: sí Emmanuel, mi padre es tu tío Lucio...
El ojimiel se soltó bruscamente de Andrés y gritó llorando: mientes... estás mintiendo otra vez... eso no puede ser cierto... no puede ser...
El joven rubio se arrinconó en una pared con el rostro bañado en llanto... se agarró la cabeza sin poder creer lo que había escuchado...
El barbado también gritó con los ojos llenos de lágrimas: te estoy diciendo la verdad... mi padre es tu tío Lucio... ¡YO TAMBIÉN SOY UN MONTENEGRO!
La gruesa voz de Andrés resonó en toda la casa y aún más en la cabeza del atormentado Emmanuel... justo en esos instantes otra voz se escuchó...
"Estás equivocado Andrés"...
El pelioscuro volteó a ver de quién se trataba y se encontró con Gabriel, que sostenía un sobre en su mano derecha...
Con la mirada aturdida, Andrés preguntó: ¿qué dices?
Gabriel respondió con voz segura y serena: que estás equivocado... tu padre no es Lucio... ¡TÚ NO ERES UN MONTENEGRO!
¡TÚ NO ERES UN MONTENEGRO!
Continuará...

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