14.- Reunión


En el registro civil de Tierra Caliente se celebraba una boda en secreto, era el enlace nupcial de Emmanuel Montenegro con Andrés Duarte... el pelinegro ya había firmado el acta de matrimonio, pero el ojimiel tenía dudas de último momento...
Andrés sólo pensaba en una cosa: firma Emmanuel, firma ya...
Francoise y Mateo que eran testigos de la boda observaban cómo el ojimiel presionaba la pluma sobre el papel sin firmar
Francoise y Mateo que eran testigos de la boda observaban cómo el ojimiel presionaba la pluma sobre el papel sin firmar...
Andrés tomó por la cintura a Emmanuel y acercándose a su oído le susurró: no tengas miedo, recuerda que a mi lado sólo te espera la felicidad...
El rubio sonrió y finalmente firmó el acta de matrimonio... luego pasaron cada uno de los testigos para hacer lo mismo...
El juez pronunció la sentencia: una vez cumplidos todos los requisitos formales, señor Andrés Duarte y señor Emmanuel Montenegro Santos, por lo poderes que me confiere el estado yo los declaro legalmente unidos en matrimonio...
El pelinegro no escondió su sonrisa de triunfo, por fin había logrado su propósito... Emmanuel ya era oficialmente suyo...
El ojimiel también sonreía pero con el rostro de un chico enamorado y lleno de ilusiones...
Andrés acercó a Emmanuel a su cuerpo y frente a todos los presentes lo besó apasionadamente... el chico correspondió de la misma manera, ya no tenía por qué esconderse... ambos estaban formalmente casados...
Todos aplaudieron a los recién casados y Francoise fue el primero en abrazar a Emmanuel felicitándolo por su matrimonio....
F: Toutes mes félicitations Emmanuel (muchas felicidades)... estoy seguro que vas a ser muy feliz...
Mateo también felicitó a Emmanuel aunque lo hizo de manera menos efusiva: felicidades Emmanuel... en verdad deseo que seas muy feliz y que nunca te arrepientas de esto...
E: no lo haré... estoy seguro que seré muy feliz con Andrés...
En tanto en la Hacienda Montenegro, Ángel y Rafael regresaban del campo y el rubio inmediatamente corrió a buscar a su francés sin encontrarlo...
R: Francoise no está... ¿dónde está Francoise?
Maia salió al encuentro de sus hermanos: ni se molesten en buscar a Francoise y a Emmanuel... ambos salieron desde hace más de una hora... yo los vi salir juntos...
Á: pero a dónde fueron...
M: eso no lo sé...
R: voy a marcarle a Francoise para que me digan dónde están...
Los recién casados salían del registro civil y Andrés se dirigió a Francoise y Mateo
Los recién casados salían del registro civil y Andrés se dirigió a Francoise y Mateo...
A: que les parece si para celebrar los invito a todos a comer...
El francés estaba por responder cuando su celular comenzó a timbrar y vio que se trataba de Rafael...
F: permítanme un momento... bueno, Rafael...
R: mi amor, dónde estás... ya estoy en la casa...
F: ehhhh vine al banco... necesitaba hacer un depósito...
R: y Emmanuel ¿fue contigo?
F: ¿Emmanuel? no, él no está aquí...
R: pero Maia me dijo que los vio salir juntos...
F: s-sí así fue... pero Emmanuel iba a otro lugar... no me dijo a dónde...
R: entiendo... si quieres voy por ti...
F: no es necesario... yo ya voy de regreso... nos vemos en la Hacienda... besos...
Una vez que Francoise colgó la llamada, se dirigió a los demás y les dijo: lo siento, pero no puedo ir a celebrar... Rafael está buscándome y no quiero que vaya a sospechar... tengo que regresar a la Hacienda, pero antes debo pasar al banco...
Emmanuel se dirigió a su primo: y tú Mateo ¿tampoco puedes venir?
M: será mejor que celebremos otro día Emmanuel... si demoramos más todo podría descubrirse...
A: ellos tienen razón mi amor, pero por lo menos tú y yo sí pasaremos este día juntos...
E: está bien... los veo después chicos...
Mateo y Francoise se despidieron y Andrés y Emmanuel tomaron otro camino...
Por su parte, Rafael le contaba a su hermano Ángel...
R: no sé, pero sentí a Francoise raro... nervioso como si estuviera ocultando algo...
Á: pero ¿qué podría ser?
R: no lo sé...
Á: no te armes historias en la cabeza y dime ¿Emmanuel está con él?
R: no, dice que salieron juntos pero nuestro hermanito tomó otro rumbo...
Con un gesto de contrariedad, Ángel respondió: ese sí que no entiende... afortunadamente papás regresan mañana y podrán meterlo en cintura...
Poco después en el banco del pueblo, Francoise y Mateo conversaban...
F: gracias por acompañarme Mateo... realmente me sentí mal por no poder celebrar con Emmanuel... se veía tan contento...
M: sí, está feliz... aunque me da miedo que vaya a sufrir por esto que está haciendo... no sé, pero Andrés me da desconfianza...
F: pues a mí se me hace un joven normal... quizás estás predispuesto hacia él...
M: puede ser... ahora tendré que darme una oportunidad para conocerlo, después de todo ya es parte de la familia...
F: así es... ya es mi turno, espérame aquí...
En cuanto el francés pasó a la ventanilla, Mateo se percató que alguien lo observaba y era Pablo, que casualmente también estaba en ese lugar...
El pelirrojo quiso disimular su mirada, pero no le quedó más que saludar al castaño...
P: hola Mateo...
M: hola Pablo...
P: ehhh... qué sorpresa encontrarte aquí...
M: lo mismo digo...
Un silencio incómodo y una tensión se percibían entre ambos jóvenes por lo que Pablo prefirió despedirse...
P: será mejor que te deje... no quiero molestarte...
Antes que el pelirrojo se fuera, Mateo habló casi por inercia: tú no me molestas Pablo... todo lo contrario...
El corazón de Pablo dio un vuelco al escuchar eso: ¿de verdad lo dices Mateo? ¿no te molesta que yo te hable?M: claro que no
El corazón de Pablo dio un vuelco al escuchar eso: ¿de verdad lo dices Mateo? ¿no te molesta que yo te hable?
M: claro que no... siempre y cuando no me faltes al respeto no tendría por qué hacerlo...
P: es que tú el otro día dijiste que...
M: lo que dije es que no creo que tú y yo podamos ser algo más que amigos... pero si tú quieres una amistad yo estoy dispuesto a ser tu amigo...
Con un gesto de decepción, Pablo dijo: ¿amistad? ¿quieres que seamos sólo amigos?
M: sí...
El pelirrojo fingió una sonrisa y contestó: está bien... acepto que seamos sólo amigos...
Mateo extendió su mano a Pablo y este la estrechó sintiendo que su corazón latía muy fuerte... en la mente del pelirrojo pensaba: no me daré por vencido, por ahora acepto ser tu amigo, pero algún día serás algo más para mí, Mateo...
en la mente del pelirrojo pensaba: no me daré por vencido, por ahora acepto ser tu amigo, pero algún día serás algo más para mí, Mateo

Y en una habitación de la posada del pueblo, Andrés destapaba una botella de vino espumoso para luego servir dos copas...
Emmanuel tomó una copa y miró con ojos llenos de amor al pelinegro...
A: no entiendo por qué no quisiste ir a ningún lado...
E: porque en este pueblo no hay ningún lugar que valga la pena... lo único que me hace feliz es estar contigo...
Andrés sonrió: y así será Emmanuel... a partir de hoy ya no te separarás de mí... no podrás aunque lo quieras...
E: jajajaja... no tendría por qué querer separarme de ti... te amo y sé que tú me amas también... salud por eso...
Con mirada seria, Andrés dijo: salud...
Ambos bebieron de sus copas y el pelinegro se acercó como un lobo hambriento al rubio para tomarlo de la cintura y besarlo con gran pasión...
A: mío, ya eres completamente mío Emmanuel...
E: sí... soy tuyo Andrés... completamente tuyo...
El barbado no esperó más y comenzó a despojar al rubio de toda su ropa... lo desnudó con prisa para arrojarlo a su cama... la misma en la que hacía unas semanas le había arrebatado la virginidad a Emmanuel...
El ojimiel vio a su ahora marido quitarse la ropa y mostrarle orgullosamente su desnudez así como su endurecido miembro que ya estaba listo para hundirse en él
El ojimiel vio a su ahora marido quitarse la ropa y mostrarle orgullosamente su desnudez así como su endurecido miembro que ya estaba listo para hundirse en él...
Con un rubor en sus mejillas, Emmanuel abrió sus piernas invitando a Andrés a que lo penetrara... el pelinegro se relamió los labios al ver la entrada del rubio nuevamente cerrada y palpitando...
el pelinegro se relamió los labios al ver la entrada del rubio nuevamente cerrada y palpitando
Aunque ya no era un culo virgen, el canal de Emmanuel se había estrechado nuevamente... era obvio que no había tenido sexo desde su primera vez, pensó Andrés...
El macho se metió entre las piernas del rubio que con ojos suplicantes dijo: hazlo...
A: ¿qué quieres que haga?
E: entra en mí... te necesito...
Andrés acercó su verga a la entrada del más joven y comenzó a rozarlo sin entrar en él...
A: antes tienes que prometerme algo...
E: ¿qué?
A: a partir de hoy no puedes pensar en otro hombre que no sea yo
A: a partir de hoy no puedes pensar en otro hombre que no sea yo... no puedes mirar a ningún macho más que a mí...
Con la respiración entrecortada y sintiendo el miembro de su marido tan cerca de su palpitante entrada, Emmanuel dijo: te lo prometo...
A: tu cuerpo y alma ya me pertenecen... no perdonaré una infidelidad... sólo te puedes abrir para mí... eres mío...
E: sí... soy tuyo...
Sin decir más, Andrés empujó su verga al interior del culo de Emmanuel que gritó por la penetración salvaje y sin preparación...
E: aghhhhhhhhhhhhhh
El ojimiel sentía como los pliegues de su ano eran abiertos cruelmente por una serpiente que se introducía llenándolo de fuego
El ojimiel sentía como los pliegues de su ano eran abiertos cruelmente por una serpiente que se introducía llenándolo de fuego...
A: ah ah ya estoy dentro de ti... estás tan estrecho como la primera vez...
Emmanuel apenas si podía emitir alguna palabra... sus ojos estaban llenos de lágrimas por el dolor que sentía... el joven sentía más dolor que en su primera vez...
Andrés le susurró al oído: esta vez no te prepare porque quiero que me sientas al rojo vivo... quiero marcarte para que nunca me puedas olvidar...
E: yo no podría olvidarte porque te amo Andrés...
El pelinegro sonrió con sadismo y sacó su verga para luego volverla a introducir de manera salvaje dando inicio al mete y saca...
Los gemidos de Emmanuel comenzaron a llenar esa habitación: ah ah ah ah ah...
El pelinegro se enterraba poseído por la pasión y la lujuria que le provocaba ese bello cuerpo sediento de amor
El pelinegro se enterraba poseído por la pasión y la lujuria que le provocaba ese bello cuerpo sediento de amor...
Andrés besaba y mordía cada rincón del ojimiel... esta vez quería dejarle huellas para que todos vieran que el chico ya tenía dueño... quería que la familia de Emmanuel se enterara lo más pronto posible de que él ya era su marido... su venganza estaba por comenzar...
El rubio se aferraba a las sábanas ante cada cruel embestida y de igual forma se aferraba al cuerpo del macho arañando la espalda y mordiéndole el cuello...
A: no sabes cuánto placer me produce tenerte así...
E: ah ah ah a mí me llena tu placer... ahhh ver tu rostro mientras me haces el amor ah ah ah...
ahhh ver tu rostro mientras me haces el amor ah ah ah
Andrés se apoderó de los labios de Emmanuel... así mientras su lengua profanaba la garganta del ojimiel, su verga hacía lo mismo en el culo del más joven...
E: oh Andrés... ah ah ah... te amo... ah ah ah... ¿por qué tú nunca me lo dices? ah ah ah... ¿por qué no dices que me amas?
Sin dejar de penetrarlo, Andrés respondió: te lo demuestro, no necesito decírtelo...
E: ah ah ah es que yo quisiera escucharlo ah ah ah... por lo menos una vez...
El pelinegro dejó caer todo su peso sobre el rubio y con voz seductora le susurró al oído: te amo mi Emmanuel...
El ojimiel sonrío satisfecho y se abrió aún más para recibir a su ardiente marido...
Andrés ya tenía lo que quería... unas simples palabras de su boca garantizaban la obediencia y sumisión del chico que se retorcía de placer bajo él...
unas simples palabras de su boca garantizaban la obediencia y sumisión del chico que se retorcía de placer bajo él
La excitación del momento provocó que Emmanuel se corriera manchando el abdomen de su barbado esposo...
A: estabas demasiado excitado... yo aún puedo aguantar más...
El ojimiel no contestó... se sentía satisfecho y feliz de entregar su cuerpo para el goce de Andrés...
A: ah ah ah ah ah...
El pelinegro comenzó a temblar sintiendo que estaba próximo a correrse
El pelinegro comenzó a temblar sintiendo que estaba próximo a correrse... su miembro se engrosó aún más dentro de Emmanuel y tuvo la intención de salir del interior del rubio para eyacular fuera...
Sin embargo, Andrés vio a Emmanuel tan hermoso y ardiente... con el cuerpo perlado por el sudor... con marcas rojas hechas por él... se sintió tan dueño de ese ser que su excitación no le dio tiempo de salir y se corrió dentro del que era su hembra...
A: aghhhhhhh....
Emmanuel sintió los chorros de semen bañar su interior        
Emmanuel sintió los chorros de semen bañar su interior... percibió ese líquido espeso y caliente recorriendo sus entrañas y marcándolo como propiedad del macho que lo poseía...
El rubio alzó su vista y vio la imagen de Andrés tan viril... ese macho desnudo gruñendo por la corrida... ese pecho velludo resoplando y esa mirada paralizante haciéndolo sentir dominado...
Emmanuel volvió a cerrar los ojos y pensó en que quizás dentro de poco su vientre estaría hinchado llevando dentro de él el fruto de su amor con Andrés... la semilla de su marido ya había sido sembrada y era probable que quedara preñado... por un momento tuvo miedo, aún era joven para ser madre, pero ese niño sería el símbolo de lo que sentía por el barbado...
En cuanto Andrés dejó de eyacular se derrumbó sobre Emmanuel y sin salir del interior del chico se acostó atrayéndolo posesivamente hacía él...
El rubio posó su cabeza en el pecho velludo de su marido... en esa habitación sólo se escuchaban los latidos y respiraciones de ambos amantes...
Pasado un tiempo, el miembro de Andrés salió del culo de Emmanuel y este se sintió vacío aunque sabía que esta era uno de los muchos apasionados momentos que viviría...
Mientras acariciaba los vellos del pecho de su esposo, Emmanuel dijo: sé que quizás no es el momento, pero mañana regresan mis papás a Tierra Caliente...
Con voz gruesa, Andrés dijo: lo sé y será necesario que hables pronto con ellos para que podamos estar juntos como esposos...
E: es que me da miedo su reacción, principalmente la de mi papá...
A: no temas, él ya no puede hacer nada... estamos legalmente casados...
E: sí, pero no sé qué vaya a pasar... deseo ya estar viviendo contigo en nuestra propia casa...
A: sobre eso... quiero decirte que lo mejor será que vivamos primero en la Hacienda...
E: ¿en la Hacienda?
A: sí... no te puedo traer a esta posada y quiero que construyamos una casa a nuestro gusto... entonces mientras la construyen será mejor vivir los dos en la Hacienda...
Al rubio no le agradó tanto la idea...
A: no te decepciones mi amor... lo importante es que sea donde sea estemos juntos ¿o no?
Emmanuel sonrió nuevamente: sí, lo único que me importa es estar junto a ti...
Con una sonrisa maquiavélica, Andrés respondió: a mí también sólo me importas tú...
Esa noche en casa de Abel, Ángel y su novio cenaban... Abel se había esforzado en preparar una rica cena para el pelinegro, pero este parecía tener la cabeza en otro lado...
Ab: ¿te gustó lo que te preparé mi amor?
Án: e-este sí... todo está muy sabroso... gracias...
Ab: no entiendo porque no le dijiste a Rafael y Francoise que vinieran... ahora que tu hermano por fin tiene novio podríamos salir en parejas...
Án: la verdad prefiero no hacerlo...
Ab: claro... tú también sabes que ese noviazgo no va durar nada...
Án: ¿por qué lo dices?
Ab: porque todos conocemos a tu hermano y sabiendo cómo es, seguramente muy pronto se cansará del francés y lo dejará...
Án: no digas cosas que no sabes... creo que esta vez Rafael sí está enamorado...
Ab: pues yo no lo creo, además sería una tontería pensar seriamente en Francoise... se ve que es un chico libertino y que no vale la pena...
Ese comentario molestó al pelinegro, que se levantó de la mesa y dijo: ya basta Abel, deja de decir tonterías... no estoy aquí para platicar de mi hermano y su novio...
Abel se asustó por la reacción de Ángel y se acercó a él para tranquilizarlo: perdóname mi amor... no quería molestarte... cambiemos de tema si quieres...
Án: creo que será mejor que me vaya...
Ab: no mi amor, quédate un poco más... aprovechemos que no hay nadie...
El joven besó los labios del musculoso hombre y este comenzó a encenderse ante las provocaciones de su novio...
Ab: no sabes cuánto amo estar contigo... te amo Ángel, te amo...
El pelinegro cerró sus ojos y correspondió a las caricias de Abel aunque en su mente había alguien más... el chico de ojos azules llenaba los pensamientos y deseos de Ángel...
Ab: te amo Ángel... te deseo... hazme el amor...
Con los ojos cerrados, Ángel dijo: yo también te deseo... te deseo Francoise...
Al escuchar ese nombre, Abel se apartó bruscamente de Ángel y preguntó: ¿qué dijiste? ¿cómo me llamaste?
Al escuchar ese nombre, Abel se apartó bruscamente de Ángel y preguntó: ¿qué dijiste? ¿cómo me llamaste?
Aturdido por el momento, el pelinegro no sabía qué responder: ¿cómo te llamé? Abel, ese es tu nombre...
Ab: no es verdad... me dijiste Francoise, ¿por qué Ángel?... ¿por qué me confundiste con él?
Án: p-pues n-no sé... quizás como estábamos hablando de ellos yo...
Ab: no mientas, dime la verdad...
Con tono molesto, Ángel vociferó: y qué quieres que te diga... me confundí... eso es todo... tú tienes la culpa por estar hablando de mi hermano y su novio...
Ab: ¿es sólo eso? júrame que sólo te confundiste y no tienes nada que ver con ese francés...
Án: yo no tengo que jurarte nada y será mejor que me vaya... no tengo por qué aguantar este tipo de dramas...
Ab: no Ángel espera... tenemos que hablar...
Án: hablamos otro día... adiós Abel... que pases buena noche...
Ángel subió a su camioneta y se fue a toda velocidad dejando a Abel lleno de dudas y suposiciones...
Más tarde, Ángel llegó a su casa... las luces estaban apagadas y al parecer todos dormían... el joven se sentó en el sofá para pensar un momento...
De pronto unos pasos lo sacaron de sus pensamientos... una suave voz pronunció su nombre: ¿Ángel?
El pelinegro observó en sombras los bellos ojos azules de Francoise, que estaba en pijama y con un vaso de leche en sus manos...
Á: Francoise... pensé que ya todos estaban dormidos...
El francés se acercó: y así es... sólo que tenía un poco de malestar y me levanté por un poco de leche... ¿te pasa algo?
Á: ¿por qué lo preguntas?
F: tu rostro se ve desencajado... ¿qué pasa? si puedo ayudarte en algo...
Á: nadie puede ayudarme...
Francoise se sentó frente a Ángel y mirándolo a los ojos le dijo: quizás no pueda ayudarte, pero sí puedo escucharte...
Á: no te preocupes... es sólo que tuve una tonta pelea con mi novio...
F: ah ya entiendo... pero si dices que la pelea es tonta entonces se va resolver y pronto estarán juntos nuevamente...
Á: sí, seguramente así será... de todas formas gracias por acercarte a mí...
F: puedes contar conmigo y si necesitas que alguien hable con tu novio aquí estoy... soy muy bueno aconsejando...
Á: jajaja... gracias otra vez...
Francoise se levantó y cuando se dirigía a su cuarto, Ángel lo detuvo...
Francoise se levantó y cuando se dirigía a su cuarto, Ángel lo detuvo
Á: Francoise, una cosa más...
F: ¿qué?
Á: te mentí...
F: ¿cómo?
Á: el otro día te mentí... yo no creo que Abel sea mi pareja destinada...
F: no te entiendo...
Á: es que yo ya sé quién es esa persona, pero no me atrevo a decírselo...
F: y ¿quién es?
Con sólo la luna iluminando el lugar, Ángel miró a los profundos ojos azules de Francoise y dijo: esa persona es...
F: y ¿quién es?Con sólo la luna iluminando el lugar, Ángel miró a los profundos ojos azules de Francoise y dijo: esa persona es
El momento fue interrumpido cuando Rafael apareció y prendió la luz inesperadamente...
R: ¿Francoise? ¿Ángel? ¿qué hacen los dos aquí y a oscuras?
El pelinegro se alejó rápidamente de Francoise y dijo: nada hermano... sólo platicábamos de tonterías ¿verdad?
El francés sonrió: sí, sólo eso...
R: mmm, pues a ver cuándo me invitan a sus pláticas, jajaja...
Á: bueno, yo ya me voy a dormir... hasta mañana...
El pelinegro se fue a su habitación y Rafael miró inquisidoramente a su novio...
F: ¿qué pasa? ¿por qué me ves así?
R: ¿de verdad no hablaban de nada importante?
F: claro que no... creo que Ángel discutió con su novio y me estaba contando... eso es todo...
R: ah... era de esperarse... ese Abel no me gusta para mi hermano... es insoportable...
F: bueno... ya vámonos al cuarto... muero de sueño...
Rafael tomó de la cintura a su chico y se dirigió con él a su recámara para dormir...
Al día siguiente, alrededor de la una de la tarde los cinco hermanos Montenegro, Tadeo, Ángel, Rafael, Emmanuel y Maia estaban sentados en la sala de la casa cuando escucharon que la puerta se abrió y se apresuraron para ir a recibir a la feliz pareja que regresaba de un largo viaje, Gabriel y Damián...
Emmanuel y Maia se abalanzaron sobre su mamá Gabriel abrazándolo efusivamente mientras que los otros tres varones se acercaron para saludar a su padre...
Tadeo: papá, Gabriel, bienvenidos, no saben cuánto me alegra que estén de regreso...
Ángel: los extrañamos mucho...
Rafael: esta casa no es lo mismo sin ustedes...
Damián: muchas gracias hijos... nosotros nos la pasamos muy bien, pero en ningún momento podíamos dejar de pensar en ustedes...
Gabriel: sí, ya moría por verlos de nuevo, por abrazarlos y apapacharlos... espero se hayan portado bien...
Maia: yo sí me porte muy bien mamá, pero Emmanuel...
Emmanuel: ay cállate Maia, no empieces de chismosa...
Damián: bueno bueno, ya habrá de tiempo de platicar mejor... esta noche quiero que todos estemos reunidos porque trajimos regalos para cada uno... Tadeo trae a tu familia para cenar con nosotros...
Tadeo: claro papá... Juan también está impaciente por verte Gabriel...
Gabriel: y yo a él... tenemos mucho que platicar...
Damián se dirigió a sus tres hijos mayores: bueno hijos, ahora quiero hablar con ustedes sobre asuntos de la Hacienda, quiero que me pongan al día...
Ángel: sí papá vamos... que la servidumbre suba todo su equipaje...
Rafael: esperen, papá, mamá... antes quiero presentarles a alguien... esperen un momento por favor...
Damián y Gabriel se miraron mutuamente con duda y Rafael corrió hacia los cuartos de huéspedes... ninguno de los hermanos dijo nada...
Minutos después, Rafael regresó trayendo de la mano a Francoise...
Rafael: papá, mamá, les presento a Francoise Dumont, mi novio...
Tanto Damián como Gabriel se quedaron paralizados no sólo por la belleza del chico sino porque era la primera vez que Rafael presentaba a alguien como su novio...
El francés sonrió y dijo: ravi de vous rencontrer monsieur Damián (encantado de conocerle señor Damián)... ravi de vous rencontrer monsieur Gabriel (encantado de conocerle señor Gabriel)...
Un silencio incómodo se hizo en la habitación...
Rafael: dice que está encantado de conocerlos papás...
Todos se rieron poniendo fin a ese silencio...
Gabriel: sí, hijo entendimos perfectamente y a mí también me da mucho gusto conocerte Francoise, es sólo que me sorprende el hecho de que Rafael nos presente a alguien...
Damián: así es, Rafael no suele hacer eso... encantado de conocerte también Francoise...
Francoise: merci (gracias)... tienen una Hacienda preciosa, pero sobre todo a una familia admirable... todos son amables y encantadores...
Gabriel: te agradezco tus palabras Francoise...
Rafael: Francoise está de visita en Tierra Caliente y se está quedando en esta casa...
Damián: bueno pues siéntete como en tu propio hogar y por supuesto estás invitado a la cena de esta noche...
La conversación concluyó y Damián se encerró con sus hijos mayores en el despacho mientras los demás continuaron sus actividades...
Poco después en su cuarto, Gabriel colocaba la ropa de él y su esposo en el armario... Emmanuel entreabrió la puerta de la recámara...
E: ¿puedo pasar mamá?
G: claro que sí hijo, adelante...
Gabriel abrazó fuertemente a Emmanuel y le dijo: te debía tu abrazo de cumpleaños... esta noche tu papá va a darte nuestro regalo, estoy seguro que te encantará...
E: yo también lo creo mamá...
Gabriel sacó de la maleta recién desempacada una pequeña cajita y dijo: antes voy a darte esto...
E: ¿qué es eso?
G: es algo que compré para todos mis hijos, pero a ti te lo daré primero...
El castaño sacó una bolsita de plástico con dos pulseras rojas y se la dio a Emmanuel: toma... saca una pulsera y póntela...
E: ¿una pulsera? no entiendo...
G: verás en nuestro viaje a Japón conocí una leyenda... se supone que un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias, el hilo rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper... eso es lo que esas pulseras simbolizan... ahora te pondrás la tuya y guardarás la otra hasta que llegue esa persona destinada para ti y puedas dársela...
Emmanuel sonrió y se colocó la pulsera roja en su brazo izquierdo, al ver a la otra recordó a Andrés... el ojimiel estaba seguro que su ahora esposo era la persona destinada para él...
E: mamá, yo creo que ya tengo a quien darle la otra pulsera... ya encontré a mi alma gemela...
Gabriel se asombró ante las palabras de su hijo y preguntó: ¿cómo dices? ¿de quién hablas hijo?
E: hay tantas cosas que tengo que contarte... tantas que pasaron en este tiempo que no estuviste... yo...
La conversación fue interrumpida abruptamente por la llegada de Maia...
M: ¿qué están haciendo?... ¿y esas pulseras? qué bonitas...
Emmanuel prefirió dejar la conversación para otro momento mientras que Gabriel  decidió entregarle un par de pulseras a su única hija...
En el despacho, Damián terminaba de hablar con sus hijos mayores...
T: así están las cosas papá... estos son los balances financieros actuales de la Hacienda...
D: veo que todo marcha muy bien... te felicito Tadeo, hiciste un muy buen trabajo en mi ausencia...
T: gracias papá, pero todo fue con ayuda de Ángel y Rafael... mis hermanos me ayudaron mucho...
D: pues los felicito a todos... me da gusto saber que aún en mi ausencia ustedes pueden llevar perfectamente los asuntos de la Hacienda...
T: bueno papá... yo me voy... tengo que avisarle a Juan y a mis hijos de la cena de esta noche...
Tadeo salió y Damián se dirigió a Ángel: y cómo estuvieron las cosas en la casa hijo ¿todo bien?
Á: ehhh, sí papá... en su mayoría bien, pero creo que será mejor hablar de eso en otro momento... después de la cena...
D: está bien y tú Rafael, la verdad me sorprendiste con ese lindo francesito... no pensé que llegaría el día en que alguien te atrapara...
Rafael sonrió pícaramente y contestó: yo tampoco papá, pero desde que conocí a Francoise siento que algo cambió dentro de mí... aún no sé si es amor, pero sólo sé que soy feliz estando junto a él...
Ángel escuchaba las palabras de su hermano y sentía un dolor intenso en su pecho...
D: pues yo creo que sí es amor hijo... creo que dentro de poco estarás anunciando tu boda con ese chico... te felicito me da gusto que ya sientes cabeza...
Ángel no soportó más y se levantó de su asiento: lo siento, pero tengo que irme... tengo cosas que hacer... nos vemos después...
Damián notó el cambio de humor de su hijo: ¿le pasa algo a tu hermano? está un poco extraño...
R: no lo sé papá... yo no le noto nada raro... ha de traer broncas con su noviecito Abel... ese chico es un verdadero problema...
Y en casa de Juan y Tadeo, Mateo se arreglaba para la cena de esa noche cuando recibió una llamada de Tommy...
T: hola Mateo, quisiera hablar contigo... ¿puedo ir a tu casa?
M: ehh... s-sí, está bien... aquí te espero...
Una hora después, Tommy estaba dentro de la habitación de Mateo...
M: ¿qué te pasa Tommy? ¿por qué tienes esa cara?
T: ay Mateo me siento tan mal, tan triste y desilusionado...
M: no te entiendo... dime qué te pasa...
T: la verdad es que recurro a ti porque eres el único amigo que tengo y en quien puedo confiar...
M: gracias Tommy, pero ya dime qué tienes...
T: es que me da mucha pena contarte...
M: si ya estás aquí habla de una vez...
T: pues estoy muy triste porque... porque Pablo ya no me habla...
M: ¿Pablo?
Con lágrimas en los ojos, Tommy dijo: sí, Pablo ya no me habla después de lo que pasó entre nosotros...
M: ¿qué fue lo que pasó?
T: muero de vergüenza al decirte esto, pero Pablo y yo tuvimos relaciones sexuales...
El corazón de Mateo sintió un fuerte golpe al escuchar eso...
T: yo no sé cómo fui que caí en sus brazos... ocurrió el día del cumpleaños de Emmanuel... Pablo me invitó a tomar algo después de la fiesta... él estaba muy contento esa noche, no sé por qué... el caso es que fui con él a su casa... bebimos y una cosa llevo a la otra... terminé acostándome con él... me juró que yo le gustaba y que estaba enamorado de mí... por eso accedí a hacerlo con él... pero todo era un juego... lo único que buscaba era usarme...
Mateo no decía nada, sólo escuchaba con atención lo que el perverso chico le contaba mientras fingía estar llorando...
T: ay Mateo, estoy tan arrepentido... Pablo es como todos los hombres... es un miserable...
El castaño abrazó a Tommy para consolarlo mientras que con un tono de desilusión dijo: sí, él también es igual a todos... ningún hombre vale la pena... ninguno...
En la posada del pueblo, Andrés se vestía formalmente frente al espejo de su cuarto
En la posada del pueblo, Andrés se vestía formalmente frente al espejo de su cuarto...
A: Damián y Gabriel ya están en la Hacienda Montenegro, esta noche hay una cena en la que estarán todos reunidos... eso fue lo que me contó Emmanuel... muy bien, el momento llegó...
El timbre de su celular lo sacó de sus pensamientos y contestó la llamada...
A: bueno... sí, ellos ya están de regreso en el pueblo... hoy mismo voy a conocerlos... todo va conforme al plan... hoy mismo estaré dentro de la Hacienda Montenegro...
Y en la Hacienda, todos los Montenegro estaban reunidos en la sala celebrando el regreso del patriarca de la familia y su esposo, Damián y Gabriel... también estaba Francoise como invitado especial...
Juan: Gabriel no sabes cuánto me alegra verte nuevamente...
Gabriel: yo también estoy feliz Juan... no hay nada como estar en casa...
Damián: muy bien, todos sentados por favor... vamos a comenzar con la entrega de regalos... tenemos para todos...
Saraí, la pequeña hija de Juan y Tadeo, dijo: también para mí tienes un regalo abuelito...
Damián: no, para ti no hay un regalo... hay dos, jajajaja...
Saraí: sííííííí... ya quiero verlos...
Gabriel: espera un poco mi amor... ya verás que te encantarán...
Damián: bueno, vamos a empezar por el regalo más especial y es que te lo debemos Emmanuel... este regalo es por tu cumpleaños, felicidades hijo...
Gabriel tomó una pequeña caja cuadrada y se la dio a Emmanuel que sonriendo la abrió... en la caja venía una llave...
Emmanuel: no entiendo, para qué es esta llave...
Damián: esa es la llave de tu nuevo coche... mañana vendrán de la agencia a dejarlo...
Emmanuel: ¿un carro? wow... es el mejor regalo... mil gracias papá...
El ojimiel saltó de alegría y besó la mejilla de su padre Damián...
Damián: sabía que te gustaría... ya eres mayor de edad y eres un chico más responsable, por eso te regalo un carro... espero que lo uses con precaución...
Emmanuel: claro que sí... gracias también a ti mamá...
Damián: muy bien, vamos a continuar con Tadeo... este regalo es para ti...
Emmanuel se sentía como un niño con juguete nuevo, ilusionado por su automóvil... de pronto escuchó que el timbre sonó, poco después, la sirvienta entró para decirle que alguien lo buscaba...
El ojimiel salió a la recepción sorprendiéndose al encontrar parado frente a él a Andrés Duarte...
E: Andrés ¿qué haces aquí?
A: vine porque quiero que me presentes con tu familia...
E: ¿estás loco? ¿cómo crees? este no es el momento...
A: por supuesto que lo es... todos están reunidos... llegó el momento de que me conozcan...
E: no Andrés... por favor que sea en otro momento... yo no quiero problemas hoy...
A: pero no tienes por qué preocuparte... recuerda que ahora tú me perteneces y no voy a dejar que nadie te haga daño...
E: por favor Andrés, ahora no...
A: ya estoy decidido Emmanuel y voy a hacerlo... no voy a seguirme ocultando...
El pelinegro comenzó a caminar y el ojimiel intentaba detenerlo, pero no podía hacer nada...
Andrés y Emmanuel entraron a la sala justo cuando Gabriel le entregaba su regalo a Rafael...
Una voz gruesa interrumpió la alegría de todos: buenas noches a todos...
Damián, Gabriel y el resto de la familia fijó su mirada en ese misterioso hombre...
Para Gabriel, Damián, Tadeo, Maia, Jonás y Saraí era la primera vez que lo veían... Juan lo había visto una vez en el panteón reconociéndolo al instante... para Ángel y Rafael ese hombre era el que salvó a Emmanuel de la violación en el río... sólo Mateo y Francoise estaban conscientes de lo que había entre Emmanuel y Andrés...
El ojimiel temblaba junto a Andrés, que se mostraba muy seguro de sí mismo...
Damián respondió al saludo: buenas noches joven... ¿usted quién es?
Andrés: mi nombre es Andrés Duarte...
Damián: Andrés ¿Duarte?... no entiendo, ¿qué hace aquí?
Rafael se levantó rápidamente y dijo: papá yo puedo explicarte... lo que pasa es que este joven ayudó a...
Andrés interrumpió: no te molestes Rafael... yo puedo decirle a tu padre quién soy... la verdad es que yo tengo una relación con su hijo Emmanuel...
La mayoría se sorprendió ante esta revelación y Damián preguntó: ¿una relación? ¿qué clase de relación?
Gabriel dirigió su mirada a Emmanuel, quien no podía disimular su nerviosismo...
Gabriel: hijo, ¿este joven es tu novio?
Andrés tomó de la cintura a Emmanuel y lo acercó hacia él como si se tratara de su propiedad... con voz firme y gruesa reveló: no, yo no soy novio de Emmanuel... yo soy su esposo...
Las palabras del hombre hicieron eco en cada uno de los presentes que no podían dar crédito a lo que estaba pasando... el rostro sorprendido y desencajado de todos era un verdadero placer para Andrés Duarte, quien finalmente estaba cara a cara con todos los Montenegro.
el rostro sorprendido y desencajado de todos era un verdadero placer para Andrés Duarte, quien finalmente estaba cara a cara con todos los Montenegro
Continuará...

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