24.- En la guerra y el amor...


"ASESINO... DAMIÁN MONTENEGRO ERES UN ASESINO"
Esas eran las palabras escritas en una carta anónima para Damián... el barbado arrugó el papel entre sus manos lleno de furia...
Con voz ronca preguntó: ¿quién te entregó esta carta Esther? ¿quién?
La mezquina sirvienta contestó: ya le dije que no sé... yo sólo encontré el sobre en la entrada...
Visiblemente alterado, Damián replicó: es que tuviste que ver quién dejó esta carta...
E: le juro que no patrón... pero no entiendo, ¿qué dice esa carta para que lo ponga así?...
D: no dice nada y mejor retírate... no me siento muy bien...
E: como guste patrón... no olvide tomar su té... le hará bien...
La mujer salió de la habitación y Damián rompió inmediatamente la carta arrojando los restos al bote de basura... después tomó la taza de té y comenzó a beberla sin imaginar que esa bebida contenía más de la sustancia para envenenarlo...
En el campo, Andrés hablaba por teléfono con Bruno...
A: ¿quieres conocer a Emmanuel? ¿por qué? ¿para qué Bruno?
A: ¿quieres conocer a Emmanuel? ¿por qué? ¿para qué Bruno?
B: pero no te alteres Andrés... si quiero conocer al chico es porque me interesa saber más del joven del que estás enamorado...
A: no digas tonterías... yo no estoy enamorado de Emmanuel...
B: si no quieres aceptarlo está bien, pero no entiendo por qué te niegas a presentármelo...
A: pues porque... porque sería peligroso, Emmanuel podría sospechar de ti...
B: eso no es lógico... Emmanuel no me conoce, cuando me encarcelaron él ni siquiera había nacido y puedo presentarme con un nombre falso...
A: no lo sé Bruno, no se me hace buena idea...
B: ¿no será que tienes miedo que yo le haga algo a tu "princesita"?
A: por supuesto que no tengo miedo... fui muy claro contigo respecto a Emmanuel y si tú te atreves a hacerle daño entonces...
B: entonces ¿qué?
A: dejarías de ser mi aliado y te convertirías en un enemigo más para mí...
B: jajajaja... ahora el que dice tonterías eres tú Andrés... te repito que sólo quiero conocer a tu esposo... yo no rompería nuestro pacto, recuerda que te estimo como al hijo que nunca tuve...
A: está bien... yo te aviso cuando pueda presentártelo...
B: perfecto... no te quito más tu tiempo Andrés... nos vemos pronto...
En cuanto Bruno colgó el auricular sonrió siniestramente...
B: pobre diablo... cómo si yo te tuviera miedo, eres tú quien debe temerme Andrés... porque soy yo el que puede destruirte cuando quiera... Emmanuel se ha convertido en un obstáculo y yo eliminó a lo que me estorba...
El perverso hombre hizo una llamada más, esta vez a Esther, la sirvienta...
B: ¿Esther? ¿le entregaste la carta a Damián?
E: sí y no sé qué decía esa carta, pero debió ser algo muy grave porque el patrón se puso muy nervioso...
B: muy bien Esther, y cómo vas con el arsénico...
E: tal como me indicó el joven Andrés, le doy unas cuantas gotas al día en sus comidas...
B: creo que ya es hora de subir la dosis... tenemos que acelerar la muerte de Damián...
E: pero si subo la dosis ¿no hay mayor riesgo de que me descubran?
B: tú no te preocupes por nada... ya hablé con Andrés y él está de acuerdo con esto... sube la dosis y también incrementará tu pago...
E: bueno, siendo así, haré lo que me pides...
Bruno colgó el teléfono y dijo para sí mismo: está muy cerca el día de tu muerte Damián Montenegro...
En la sala de la Hacienda, Gabriel intentaba tranquilizar a Francoise, a quien encontró llorando...
G: ya te veo un poco más tranquilo Francoise... ahora si puedes decirme qué te pasa...
F: oh señor Gabriel, es que no estoy seguro de que deba hablar de esto con usted...
G: por favor Francoise, yo sé que tú aquí estás solo y a veces nos hace falta desahogarnos con alguien... confía en mí, veme como a un amigo... es más empieza por dejarme de hablar de usted, puedes tutearme...
El francés sonrió levemente y dijo: está bien Gabriel, como tú quieras...
El francés sonrió levemente y dijo: está bien Gabriel, como tú quieras
G: bien, ahora cuéntame por qué estás así...
F: es que yo... yo... tengo muchas dudas...
G: ¿dudas? ¿qué clase de dudas?
F: dudo de lo que siento... yo, no estoy seguro de casarme con tu hijo Rafael...
La confesión de Francoise cayó como un balde de agua fría para Gabriel...
G: quieres decir que dudas de tu amor por mi hijo...
F: sí Gabriel... yo quiero muchísimo a Rafael, él se ha comportado conmigo como un verdadero caballero, pero no estoy seguro de amarlo como él a mí...
G: entiendo lo que dices, pero entonces ¿por qué aceptaste casarte con él?
F: porque en ese momento estaba convencido de querer hacerlo, pero ahora ya no lo estoy...
G: contéstame con algo con sinceridad Francoise... ¿tus dudas son porque tienes miedo al matrimonio o porque hay alguien más?
La pregunta directa del castaño sorprendió al ojiazul...
F: la verdad es que sí... sí hay alguien más... yo estoy confundido porque creo sentir cosas por otro hombre...
G: ¿cosas? ¿qué cosas? ¿amor?
F: no lo sé Gabriel, te juro que no lo sé... yo estoy muy confundido...
Las lágrimas volvieron a brotar de los bellos ojos del francés...
F: debes pensar que soy una persona terrible... merezco que me desprecien, tanto tú como Rafael y toda la familia...
G: lo que yo pienso es que tú mismo no estás siendo claro con tus sentimientos... y en estas condiciones estoy de acuerdo contigo en que no puedes casarte con Rafael...
F: eso lo sé... pero cómo se lo digo a Rafael...
G: de frente y con la verdad Francoise... sé que mi hijo te quiere mucho y sé que cuando se lo digas le va doler, pero es preferible que lo hagas ahora a que termines casado con un hombre del que no estás seguro de lo que sientes...
Francoise se limpió las lágrimas y dijo: gracias Gabriel, gracias por escucharme y ser tan comprensivo...
G: una pregunta más... ¿el otro hombre del que te sientes atraído vive aquí en Tierra Caliente?
Por un momento, Francoise dudó en decirle la verdad a Gabriel, pero comprendió que era demasiado confesarle que su corazón estaba dividido entre dos de sus hijos...
F: e-este... no, el otro hombre no es de aquí... es alguien de mi país...
G: entiendo... pues lamento mucho que esté pasando esto, pero creo que tienes que hablar con mi hijo...
El francés asintió sin decir nada más...
En tanto en el hospital de Tierra Caliente, Ángel visitaba a Juan y Mateo...
Á: ¿cómo sigue mi hermano tío Juan?
J: igual... no ha habido ningún cambio... sigue dormido como si estuviera...
Á: no lo digas tío... mañana vendrán especialistas que mi papá llamó... estoy seguro que ellos podrán hacer algo...
J: Dios te escuche hijo...
En esos momentos, Pablo apareció y después de saludar a todos le dijo a Mateo: por favor tenemos que hablar...
M: ¿sobre qué?
P: es muy importante, pero tenemos que hacerlo en privado... ven conmigo por favor...
Mateo aceptó y fue con Pablo a la entrada del nosocomio...
M: ¿y bien? ¿qué pasa Pablo? ¿qué es eso tan importante que quieres decirme?
M: ¿y bien? ¿qué pasa Pablo? ¿qué es eso tan importante que quieres decirme?
P: Mateo, no es verdad que Tommy está esperando un hijo mío...
M: ¿qué? ¿quieres decir que Tommy no está embarazado?
P: no, él sí está embarazado, pero ese niño no es mío sino de Efrén...
M: ¿de Efrén? ¿el chico que pretendía a Emmanuel?
P: así es... fue gracias a Emmanuel que pude descubrir la mentira de Tommy... él me tendió una trampa para que tuviéramos relaciones sexuales y después hacerme creer que el hijo que espera es mío...
M: no cabe duda que Tommy es peor de lo que me imaginaba...
P: eso ya no importa... lo que realmente importa es que ya no tengo ningún compromiso con él... soy libre Mateo, libre para amarte...
El pelirrojo intentó besar los labios de Mateo, pero este lo detuvo...
M: no, esto no cambia nada Pablo...
P: ¿por qué no?
M: porque quizás tú ya eres libre, pero yo no... te recuerdo que yo estoy embarazado... esperando al hijo de otro hombre...
P: eso no me importa Mateo... ya te lo dije una vez y te lo repito, yo te amo y estoy dispuesto a hacerme cargo de ese niño, a ser un padre para él...
M: es que eso lo dices ahora, pero después no lo aceptarás por ser el hijo de otro...
P: te juro que no será así... yo amaré a ese bebé por el simple hecho de ser tu hijo... eso es suficiente para mí... créeme Mateo, cree en mí y dame una oportunidad...
Pablo abrazó fuertemente a Mateo y este sintió la calidez de ese fuerte que hombre que le demostraba su cariño...
El momento fue interrumpido por unos aplausos... eran de Tommy...
T: bravo, bravo
T: bravo, bravo... felicidades Mateo, por fin conseguiste lo que tanto buscabas... quitarme a Pablo... con tu cara de mosquita muerta siempre consigues lo que quieres... eres igual o peor que Emmanuel...
Pablo salió a la defensa de Mateo: cállate Tommy, tú no tienes ningún valor moral para hablar ni de Mateo ni de Emmanuel... si alguien aquí es una mosca muerta ese eres tú...
T: lo defiendes porque este te tiene embrujado, pero Mateo no es mejor que yo... él también está esperando el hijo de otro...
P: no compares... las condiciones en que Mateo concibió ese niño son muy distintas a las tuyas...
T: eso dice él, pero seguramente fue él quien se entregó a Lucas...
Mateo reaccionó ante las mentiras del malvado rubio: no sigas hablando Tommy, tú sabes perfectamente que Lucas me forzó... lo sabes cuando tú y él lo planearon todo...
P: ¿qué dices Mateo?
M: la verdad Pablo... Tommy fue cómplice de lo que me pasó... Emmanuel los escuchó a él y al maldito de Lucas burlándose de lo que me habían hecho...
El rostro de Pablo se tornó lleno de rabia y sin decir nada se acercó a Tommy...
El rostro de Pablo se tornó lleno de rabia y sin decir nada se acercó a Tommy
T: eso no es verdad Pablo... Emmanuel y Mateo quieren inculparme...
El pelirrojo escupió el rostro de Tommy y dijo: eres un miserable Tommy, no vales nada... dale gracias a ese bebé que esperas porque si no estuvieras embarazado no me contendría para darte tu merecido...
Con los ojos llenos de lágrimas y limpiándose el rostro, Tommy gritó: te juro que tú y Mateo no van a ser felices nunca... tú y él me las van a pagar... les juro que me las van a pagar...
El rubio se fue corriendo mientras Pablo se acercó a Mateo...
Llorando, Mateo dijo: ¿lo ves Pablo?... hay muchas cosas que nos impiden estar juntos... tú y yo nunca vamos a poder ser felices...
Mateo se metió al hospital dejando a Pablo atormentado por no saber qué más hacer...
En la cafetería del hospital, Ángel bebía de una taza cuando Abel apareció muy molesto...
Ab: hasta que te encuentro Ángel... te ando buscando por todas partes...
Án: ¿Abel? ¿qué haces aquí?
Ab: ya te dije que te estoy buscando... necesito hablar contigo...
Án: y qué quieres decirme...
Ab: quiero que hables con tu hermano Rafael y le pongas un alto... hace un rato fue a mi casa para amenazarme y yo no estoy dispuesto a soportar sus groserías...
Án: sí, ya sé que mi hermano fue hablar contigo, pero lo hizo porque tú te estás metiendo en su relación... fuiste a intrigar con Francoise y a decirle mentiras...
Ab: yo no le dije ninguna mentira... lo único que quiero es ser amigo de Francoise...
Án: no te creo nada Abel... sé perfectamente que odias a Francoise y no sé con qué intenciones, pero pareciera que quieres romper su relación con mi hermano...
Ab: por lo visto tú siempre estás del lado de todos menos de mí, que voy a ser tu esposo y que estoy esperando un hijo tuyo...
Án: no me vengas con chantajes baratos Abel...
Ab: sabes qué... no quiero seguir hablando contigo... me voy...
Abel caminó apresurado a la salida sin darse cuenta de un escalón y cayó de bruces contra el suelo golpeándose el estómago... rápidamente, Ángel fue a ayudarlo a levantarse...
Án: ¿estás bien? ¿te golpeaste muy fuerte el estómago?
Ab: n-no, no me pasó nada... estoy bien... será mejor que me vaya...
Án: no, espera... vamos con un médico para que te revise... esto puede afectar al bebé...
Ab: ya te dije que no tengo nada...
Án: pues yo creo que sí... estamos en el hospital... que un médico te revise así yo también podré conocer las condiciones de mi hijo...
Muy nervioso, Abel dijo: n-no, ya te dije que no quiero...
Án: ¿por qué no? ¿por qué te pones tan nervioso Abel?
Ab: p-porque no me gusta que cualquier médico me revise... yo ya tengo a uno y sólo a él le permito que me toque...
Án: no digas tonterías Abel... esto se trata también de mi hijo y vamos a ir con un médico ahora mismo...
Ángel tomó fuertemente del brazo a Abel y comenzó a llevarlo a un consultorio...
Ab: no Ángel... suéltame, ya te dije que no quiero...
Án: ¿por qué no? dime por qué te niegas a que te revisen... ¿por qué Abel?
Viéndose sin salida, Abel no pudo más que gritar con lágrimas en los ojos: porque no estoy embarazado....
Viéndose sin salida, Abel no pudo más que gritar con lágrimas en los ojos: porque no estoy embarazado
Los ojos de Ángel se desorbitaron al escuchar las palabras de su prometido...
En la Hacienda Montenegro, Emmanuel visitaba a su mamá Gabriel...
G: hijo, pensé que estabas en el hospital... yo iba para allá en un rato...
E: estaba en el hospital mamá, pero me salí después de...
G: después de qué...
Con una sonrisa en el rostro, Emmanuel habló: mamá, acaban de darme una noticia que cambia completamente mi vida...
G: ¿una noticia? ¿cuál hijo?
Haciendo una breve pausa, el ojimiel dijo: estoy embarazado... estoy esperando un hijo de Andrés...
El rostro de Gabriel se iluminó al escuchar esa alegre noticia y con un nudo en la garganta, preguntó: ¿estás seguro hijo?
E: sí mamá, un médico me lo acaba de confirmar... aquí están los análisis...
Sin poder contener las lágrimas, Gabriel abrazó fuertemente a su hijo: felicidades hijito... muchas felicidades...
Emmanuel también comenzó a llorar de felicidad: estoy muy contento mamá... estoy esperando un hijo del hombre que amo... me siento muy feliz...
G: lo sé mi amor... no hay nada mejor que dar vida a un nuevo ser y sobre todo cuando es concebido con amor... ¿Andrés ya lo sabe?
E: no, yo apenas me acabo de enterar y tú eres la primera persona a la que se lo digo...
G: muchas gracias por hacerme parte de esta felicidad... estoy seguro que también Andrés se pondrá feliz...
E: sí... y este niño servirá para fortalecer nuestro matrimonio... ahora me une a Andrés un lazo que nunca podrá romperse...
G: así es hijito... y a mí me da mucho gusto que así sea... parece que dentro de poco habrá muchos niños corriendo por aquí...
E: ¿por qué lo dices?
G: porque además de tu bebé, también estarán el hijo de Mateo y el hijo de Abel...
Y en el hospital, Abel lloraba ante la mirada acusadora de Ángel...
Án: entonces todo era mentira... me engañaste diciéndome que estabas embarazado cuando no era verdad...
Ab: n-no... yo sí estaba embarazado, p-pero perdí al bebé hace unos días...
Án: y por qué no me lo dijiste...
Ab: porque si lo hacía ibas a deshacer nuestro compromiso y yo te quiero...
Án: y hasta cuándo ibas a sostener esta mentira... ibas a esperar para casarnos y decirme o mejor aún ibas a comprar un niño para hacerlo pasar como mío...
Ab: y-yo no sería capaz de hacer eso...
Án: ahora te creo capaz de cualquier cosa Abel...
Ab: entiende que todo lo hago porque te quiero... te amo Ángel...
Án: muy bien, vamos de cualquier forma con el doctor... quiero comprobar que efectivamente estabas embarazado y perdiste al bebé...
Ab: n-no... para qué... ya te dije que lo perdí... por qué quieres hacerme sufrir más...
Án: lo que quiero es comprobar que no me sigues mintiendo...
Sabiendo que si un médico lo revisaba, Ángel descubriría que nunca estuvo embarazado, Abel no pudo más que reaccionar con violencia...
Ab: ¿sabes qué? piensa lo que quieras Ángel... yo me voy...
Hecho un mar de lágrimas, Abel salió corriendo dejando muy confundido al fuerte pelinegro...
En una de las caballerizas de la Hacienda, Rafael acariciaba a su caballo mientras pensaba en el porqué Francoise había rechazado su pulsera...
En una de las caballerizas de la Hacienda, Rafael acariciaba a su caballo mientras pensaba en el porqué Francoise había rechazado su pulsera
El francés entró y dijo: Rafa, tenemos que hablar...
R: ¿qué pasa Francoise? ¿qué te pasa conmigo? ¿por qué no confías en mí?
F: pardonne moi (perdóname)... sin quererlo te he hecho daño y tú no te lo mereces...
R: ¿qué quieres decir?
F: Rafa... yo... yo no puedo casarme contigo...
R: ¿qué? por favor Francoise... no salgas nuevamente con eso... no me lo digas por favor...
F: tengo que hacerlo Rafa... yo no me puedo casar contigo cuando no estoy seguro de mis sentimientos...
R: ¿nuevamente tienes dudas? ¿aún no defines lo que sientes por mí?
F: es que ahora no es sólo la duda de lo que siento por ti lo que me hace tomar esta decisión...
R: entonces... ¿qué te hace querer romper nuestro compromiso?
F: por favor Rafael... acepta mi decisión, no me obligues a decirte más...
Rafael tomó fuertemente por los brazos al francés: dime lo que sea Francoise, pero no sigas jugando conmigo... habla...
Con lágrimas en los ojos, el francés habló: no puedo casarme contigo porque siento que... podría estar enamorado de otro hombre...
Las palabras de Francoise se clavaron como un puñal en el corazón de Rafael, que soltó al francés y le dio la espalda para evitar que lo viera al borde del llanto...
R: ¿otro hombre? ¿sientes que estás enamorado de otro hombre?
F: lo siento Rafael... de verdad lo siento... yo no sé cómo pasó, pero...
R: no digas más... no quiero seguirte escuchando... no ahora...
Rafael salió apresuradamente de la caballeriza y Francoise intentó detenerlo: espera Rafa... espera, por favor...
El francés se agarró la cabeza y lloró con desesperación pues sabía que le estaba rompiendo el corazón a alguien que lo amaba, pero tampoco podía negar sus propios sentimientos...
En casa de Lucas, el rizado daba de vueltas en la sala de su casa siendo observado por Aníbal, su padre...
A: y a ti ¿qué te pasa? ¿por qué estás tan nervioso?
L: porque quiero saber cómo está el papá de Mateo...
A: ¿acaso te preocupa su salud?
L: por supuesto que no... lo que quiero es que se muera de una vez para que Mateo deje de estar todo el día metido en ese hospital... estoy a punto de irlo a buscar ahí..
A: ¿te has vuelto loco?... te lo prohíbo ¿me escuchas?... ya suficientes problemas has tenido con ese muchacho... fue una suerte que pasara lo de su padre, de lo contrario ahora estarías en un gran problema ante la justicia...
L: a mí me vale la justicia... ya te dije que quiero a Mateo para mí y lo voy a conseguir...
A: hijo, piensa las cosas con la cabeza... creo que lo mejor es que te vayas del pueblo por un tiempo y te olvides de ese muchacho... después de todo estoy seguro que no te importa el hijo que está esperando...
L: por supuesto que ese bebé no me importa, pero él es el lazo que me une a Mateo y lo voy a usar para retenerlo a mi lado...
A: pues no estoy de acuerdo con tu proceder y de una vez te advierto que si te metes en más problemas, yo ya no te voy a ayudar...
Aníbal se levantó del sofá y se fue a su recámara... en ese momento sonó el timbre de la puerta y Lucas fue a abrir... era Tommy que lo visitaba...
L: vaya, esta sí es una sorpresa... creí que ya no querías saber nada de mí...
T: sólo vine a decirte que mientras tú no haces nada, Pablo te está ganando a Mateo...
L: ¿qué dices?
T: que Pablo ya rompió conmigo y ahora está dispuesto a todo para estar con Mateo y el hipócrita de Mateo le está dando entrada...
Furioso, Lucas dijo: no, eso no puede ser...
T: Lucas, tienes que hacer algo... tú no puedes permitir que Mateo y Pablo sean novios...
tú no puedes permitir que Mateo y Pablo sean novios
L: por supuesto que no lo voy a permitir... te juro que Mateo no va a ser de Pablo... él es mío y lo voy a obligar a estar conmigo...
En su casa, Abel lloraba con su madre Helena...
H: eres un tonto Abel... ahora que Ángel ya sabe la verdad no se va querer casar contigo...
A: ya no me regañes más mamá... qué querías que hiciera... Ángel me acorraló...
H: pues no sé... algo debiste hacer pero menos decir la verdad...
A: por favor mamá, ya déjame en paz...
H: pues te advierto que después de esto... veo muy poco probable que podamos obligar a Ángel para que vuelva contigo...
La mujer no dijo más y dejó a Abel llorando... el chico tomó el teléfono y llamó a su amigo Marcos...
el chico tomó el teléfono y llamó a su amigo Marcos
A: hola Marcos, ¿estás en tu casa?... sé que es un poco tarde, pero quisiera ir a hablar contigo...
M: lo siento Abel, pero no puedes venir ahora... ¿sabes a quién estoy esperando?
A: ¿a quién?
M: a Rafael... él me llamó hace un rato y me dijo que venía para acá... la verdad lo escuché muy mal... creo que esta es una buena oportunidad para que él y yo... bueno, tú me entiendes...
A: s-sí... claro, no te preocupes, hablamos después...
Marcos colgó su teléfono y se vio al espejo para arreglarse un poco el cabello... en ese momento el timbre sonó y al suponer que se trataba de Rafael corrió a abrir la puerta...
Con una sonrisa, Marcos dijo: hola Rafael... no sabes cuánto me alegra que vengas a mi casa...
El musculoso rubio entró con un rostro desencajado y sin decir nada...
M: ¿qué te pasa Rafael? tienes una cara que parece que vienes de un velorio...
R: me siento muy mal Marcos, muy mal...
M: ¿te duele algo?
R: el corazón, eso es lo que me duele...
Marcos entendió a lo que se refería el ojiverde y le tomó de la mano: ven conmigo... siéntate aquí... ¿quieres algo de comer o de tomar?
R: no quiero nada... sólo necesito estar con alguien y no sabía a quién recurrir...
M: pues me da gusto que me hayas llamado... como te dije yo quiero ser tu amigo... en mí tienes a alguien en quien refugiarte cada que lo necesites... dime ¿qué pasó?
R: tuve una pelea con Francoise... él no quiere casarse conmigo...
M: ¿qué? pero acaso es un tonto... cómo puede lastimar a alguien como tú...
R: ¿alguien como yo?
M: sí... Rafael tú eres un hombre maravilloso y cualquier persona se sentiría feliz de casarse contigo... si Francoise no quiere hacerlo entonces no te merece...
R: es que estoy harto de esto... yo le he dado todo, le he dicho mil veces que lo amo y ahora él me sale con esto...
M: pues discúlpame que te lo diga, pero quizás es eso lo que has hecho mal...
R: ¿cómo dices? ¿crees que he hecho mal demostrándole todo mi cariño?
M: sí... ay veces que no es bueno que nosotros sepamos que tenemos a alguien tan seguro...
R: no te entiendo... lo único que sé es que ahora estoy lleno de rabia... el saber que Francoise piensa en otro hombre me hace querer odiarlo y querer vengarme...
M: no Rafael... no vale la pena que te llenes de odio por alguien que no lo merece... sólo mira a tu alrededor y encontrarás a muchos más para ti...
Rafael notó cómo Marcos estaba muy cerca de él y al tener ese cuerpo tan entero a su disposición se dejó llevar y lo besó en los labios...
Marcos correspondió apasionadamente a la caricia del musculoso hombre y lo empujó a lo largo del sofá para después montarse sobre él y seguir besándolo...
Marcos correspondió apasionadamente a la caricia del musculoso hombre y lo empujó a lo largo del sofá para después montarse sobre él y seguir besándolo
Rafael intentó detenerlo: no Marcos...
M: shhhh.... no digas nada, sólo déjate llevar... recordemos viejos tiempos...
Marcos comenzó a desabrochar la camisa de Rafael sin dejar de besarlo... el ojiverde comenzó a sentirse excitado por la provocación...
M: yo sí te quiero Rafael... te quiero y te deseo...
Rafael cerró los ojos y sólo sentía las manos y los labios de Marcos recorriendo su cuello y su marcado abdomen...
De pronto, a su mente llegó la imagen de Francoise y sacando fuerzas de flaqueza detuvo a Marcos...
R: no Marcos, esto no está bien...
M: pero Rafael... yo sólo quiero ayudarte... te aseguro que no te comprometo a nada...
Abrochándose su camisa y con el pecho agitado, Rafael contestó: te lo agradezco Marcos, pero creo que fue un error venir aquí... adiós...
Rafael salió de la casa rápidamente y Marcos molesto se levantó del sofá: eres un estúpido Rafael, pero al menos conseguí lo que quería...
Marcos se dirigió a la mesa que estaba frente a la sala y apagó una pequeña cámara que había grabado todo lo que ahí había sucedido...
Marcos se dirigió a la mesa que estaba frente a la sala y apagó una pequeña cámara que había grabado todo lo que ahí había sucedido

A la cantina del pueblo, Bruno llegó después de muchos años... entró portando lentes oscuros, aunque ya era de noche... no quería que alguien pudiera reconocerlo...
Se acercó a la barra y pidió una cerveza... luego de dar el primer trago a su tarro, observó el lugar y se encontró con alguien sentado en un rincón de la taberna... era Ángel que estaba solo tomando una copa de tequila...
Bruno sacó su celular y buscó las fotos que alguna vez Andrés le había mandado de cada uno de los miembros de los Montenegro... no había duda, ese que estaba frente a él era uno de ellos...
Con pasos lentos, Bruno se acercó hasta la mesa de Ángel y dijo: buenas noches ¿puedo sentarme?
El musculoso joven alzó la vista y dijo: lo siento, pero prefiero estar solo...
Bruno sonrió y contestó: a veces las penas duelen menos cuando estamos acompañados...
Ángel también rió levemente y dijo: gracias, pero no pienso hablar de mis penas con alguien que usa lentes oscuros en medio de la noche...
Sin hacer caso, Bruno tomó una silla y se sentó: uso estos lentes porque tengo un problema en los ojos, pero a pesar de ellos puedo ver lo que muchos no ven joven Montenegro...
Á: ¿cómo sabes que soy un Montenegro?
Á: ¿cómo sabes que soy un Montenegro?
B: todos en este pueblo los conocen...
Á: sí, todos lo que son de este pueblo, pero a ti nunca te he visto...
B: eso es porque he vivido lejos mucho tiempo, pero te aseguro que conozco mejor que nadie a Tierra Caliente...
Á: y cuál es tu nombre...
B: me llamo Br... Braulio... ese es mi nombre...
Á: pues mucho gusto Braulio... yo soy Ángel Montenegro...
B: lo sé, pero dime cuáles son tus penas...
Á: y ¿por qué crees que tengo penas?
B: un hombre sólo viene a la cantina por dos cosas, buscando compañía o para olvidar las penas con alcohol... tú estás solo así que...
Á: sí, tienes razón... quiero olvidar con el alcohol algo que me atormenta...
B: supongo que ese "algo" tiene nombre... debe ser una persona muy especial cuando te tiene así...
Á: es la persona más maravillosa que conozco... daría lo que fuera por hacerlo mío...
Bruno sonrió y dijo: y si harías cualquier cosa ¿qué haces aquí? ¿por qué no estás con él?
Á: porque se trata de una persona prohibida para mí... yo no tengo derecho a luchar por él...
Bruno sabía perfectamente que Ángel se refería al prometido de su hermano Rafael...
B: pues sinceramente creo que te faltan agallas...
Á: ¿qué dices?
B: disculpa si te ofendo, pero si dices que esa persona es tan especial para ti no entiendo por qué no luchas contra viento y marea por él...
Á: tú no sabes nada... la persona de la que te hablo está comprometida con... digamos que con alguien con quien yo no puedo y no quiero luchar...
B: pues si yo fuera tú y encontrara a una persona tan especial para mí no me importaría luchar contra quien fuera... contra mi mejor amigo, mi primo o hasta con mi propio hermano... en la guerra y el amor todo se vale... todo...
Ángel se quedó en silencio tras escuchar las palabras de ese misterioso hombre...
Andrés regresó al chalet y se encontró con Emmanuel esperándolo en la sala de su casa...
Andrés regresó al chalet y se encontró con Emmanuel esperándolo en la sala de su casa
A: ¿qué haces aquí? pensé que ya estarías en la cama...
E: y yo pensé que regresarías más temprano...
A: sin Tadeo hay muchas cosas que hacer en el campo y estoy cumpliendo con la encomienda que me hizo tu padre...
E: sí, no te estoy reclamando nada... es sólo que deseaba verte...
El ojimiel se acercó a su marido y le dio un beso en los labios...
A: te noto algo diferente...
E: algo ¿cómo qué?
A: no lo sé... como si me ocultaras algo...
Emmanuel sonrió coquetamente y dijo: no cabe duda que me conoces muy bien... ¿sabes? yo también acabo de regresar a la casa...
A: y ¿dónde estabas?
E: fui de compras... andaba buscando algo muy especial y no me detuve hasta encontrarlo...
A: ¿qué era lo que buscabas?
Emmanuel sacó de una bolsa de papel un oso de peluche y mostrándoselo a Andrés dijo: buscaba esto...
A: ¿un oso de peluche?... jajaja y para qué lo quieres...
jajaja y para qué lo quieres
E: no es para mí... es para nuestro bebé...
A: ¿bebé? pero si nosotros no tenemos...
El pelioscuro no dijo más y miró a los ojos a Emmanuel comprendiendo lo que su esposo quería decirle: acaso ¿tú estás...?
El ojimiel asintió con una sonrisa de oreja a oreja: sí Andrés... yo estoy esperando un hijo... un hijo tuyo...
Andrés no pudo disimular su alegría y corrió a abrazar a Emmanuel: ¿lo dices en serio? ¿estás esperando un hijo mío?
E: sí mi amor... estoy embarazado... pronto voy a tener un bebé... te da gusto ¿verdad?
A: es la mejor noticia que podías darme... no sabes cuánto me alegra saber que llevas un niño mío dentro de ti...
E: y a mí me da gusto hacerte feliz...
A: es una gran noticia... gracias Emmanuel, te prometo que voy a cuidar de ese niño y de ti... voy a protegerlos de todo y de todos...
Andrés besó los labios rojos del ojimiel, quien se aferró al cuello de su marido...
El pelioscuro cargó a Emmanuel como si se tratara de una princesa y lo llevó a su recámara... ahí lo recostó con suavidad en la cama y después de besar sus labios besó el estómago del chico que aún no mostraba signos de abultamiento...
A: aquí dentro está mi hijo... mi hijo...
E: este niño nos unirá más Andrés... es un lazo irrompible entre los dos...
A: lo sé... ahora eres más mío todavía Emmanuel, mi Emmanuel...
Andrés comenzó a besar el cuello del ojimiel, que comenzó a excitarse por el roce del cuerpo de quien amaba con toda su alma...
Andrés comenzó a besar el cuello del ojimiel, que comenzó a excitarse por el roce del cuerpo de quien amaba con toda su alma
El pelioscuro abrió las piernas de su esposo y se colocó entre ellas para comenzar a desvestirlo... esa noche lo haría suyo con toda la suavidad posible... no quería lastimar a quien adentro llevaba su semilla...
El chico de los ojos de miel comenzó a gemir entre los brazos de su fuerte marido, se sentía muy dichoso...
Andrés se volvió un solo ser con Emmanuel y aunque en su mente aún resonaban los pensamientos de venganza, su corazón lo obligaba a entregarse a su esposo y a amarlo sin rencores ni dudas...
En su cuarto, Gabriel notaba agitado a Damián...
G: ¿te pasa algo mi amor? ¿te sientes mal? ¿quieres que llame al doctor?
D: no me siento mal, es sólo que tengo mucho calor...
G: yo también siento calor, pero no tanto... si quieres le subo de intensidad al aire acondicionado...
El castaño se levantó de la cama y tropezó con el bote de basura, del cual salieron los pedazos de la carta anónima...
Gabriel levantó algunos trozos de papel y preguntó: ¿qué es esto?
Damián contestó: no hagas caso de lo que dice... es una broma de mal gusto...
G: ¿estás seguro?
D: sí, súbele de intensidad al clima por favor...
Gabriel obedeció a su marido y regresó a la cama, con un pañuelo limpió el sudor de la frente de su amado esposo...
G: ¿en verdad no quieres que llame al médico?
D: ya te dije que no...
G: bueno... sabes, voy a contarte un secreto... Emmanuel me dijo hoy que está esperando un hijo...
Damián se sorprendió por la noticia: ¿lo dices en serio?
G: sí, es un secreto porque aún no se lo había dicho a Andrés, pero pronto lo hará y entonces también le comunicara la noticia a toda la familia... ¿no te da gusto?
D: sí, por supuesto que me da gusto... es sólo que presiento que no voy a poder conocer a mi nieto...
G: Damián, no digas eso por favor...
D: estoy bromeando mi amor... dicen que hierba mala nunca muere, así que no creo morirme pronto...
G: tú no eres malo mi amor, eres el mejor esposo del mundo...
Gabriel besó en los labios a Damián y se acurrucó en su pecho para dormir...
Al día siguiente, Emmanuel y Andrés desayunaban en el chalet...
El pelioscuro no deja de ver al ojimiel...
E: ¿qué tanto me ves?
A: es que creo que con el embarazo luces aún más bello...
E: jajajaja... ojalá sigas diciendo lo mismo cuando esté gordo...
El celular de Andrés comenzó a sonar... era Bruno quien llamaba, pero en la pantalla del móvil únicamente se veía el número, no decía de quién se trataba...
era Bruno quien llamaba, pero en la pantalla del móvil únicamente se veía el número, no decía de quién se trataba
E: ¿no vas a contestar?
A: no, que espere...
E: ¿por qué no quieres hacerlo?
A: es que se trata de un amigo que recién llegó a Tierra Caliente y quiere conocerte...
E: ¿conocerme? y eso por qué...
A: pues porque le he hablado mucho de ti...
E: entonces yo quiero conocerlo... si es amigo tuyo me interesa conocerlo...
A: ¿estás seguro?
E: sí, es más podemos verlo hoy mismo...
A: mmm... está bien... voy a decirle donde nos vemos...
Emmanuel sonrió sin saber que pronto conocería al peor enemigo de su familia...
En el hospital, Juan platicaba con Mateo...
J: los médicos que Damián llamó para que revisen a tu papá ya llegaron... Dios quiera que ellos puedan hacer algo...
M: tengamos fe en que así será mamá...
J: hijo ¿qué te pasa?... yo sé que estás triste por lo de tu papá, pero también te noto preocupado por algo más...
M: ¿cómo quieres que esté mamá? sumado a lo de mi papá, está todo lo demás...
J: sé que todo lo que has pasado es muy difícil, pero tú no estás solo... nos tienes a toda tu familia y también a Pablo... se ve que ese muchacho te quiere mucho...
M: pero yo no puedo quererlo a él...
J: hijo, no te niegues la posibilidad de amar a alguien y de ser amado... entiendo que ahora estés con la cabeza caliente por lo que sucede, pero piensa qué es lo que querría tu papá si pudiera hablarte...
M: él desearía verme feliz...
J: exacto... busca tu felicidad hijo, no dejes escapar al amor, no te destruyas tú mismo...
M: ¿tú crees que Pablo sea el amor de mi vida?
J: eso no lo sé... tú tendrás que descubrirlo, pero no te quedes sin intentarlo...
Mateo se quedó pensando en lo que su madre le decía...
En un restaurante alejado del centro de Tierra Caliente, Emmanuel y Andrés esperaban a Bruno...
E: me da gusto por fin conocer a alguien de las personas con quienes convivías a en tu ciudad...
Con un dejo de nerviosismo, Andrés respondió: sí, a mí también me da gusto... sólo una cosa Emmanuel, te pido que no le digas que estás embarazado...
E: ¿por qué no?
A: porque no tiene caso que le digamos... él se va ir pronto y para qué decirle...
E: como quieras mi amor... por cierto, no me has dicho cómo se llama tu amigo...
A: él se llama... ah mira, ahí viene...
Emmanuel vio entrar a Bruno y le llamó la atención que fuera un hombre de 50 años, creyó que el amigo de su marido sería más joven...
B: buenos días... hola Andrés...
A: hola, mira quiero presentarte a mi esposo Emmanuel Montenegro... él es mi amigo...
Bruno interrumpió y dijo: Braulio, me llamo Braulio...
Bruno extendió su mano y estrechó la del ojimiel: mucho gusto Emmanuel...
El rubio sonrió respondiendo al saludo: el gusto es mío Braulio... me da gusto conocer a un amigo de Andrés...
B: yo tenía muchas ganas de conocerte... Andrés me ha hablado mucho de ti...
Bruno tomó con su mano el mentón de Emmanuel y dijo: Andrés me había contado que eras muy bello, pero creo que se quedó corto... realmente eres muy lindo, demasiado lindo, capaz de enloquecer a cualquier hombre...
Andrés sintió rabia de ver cómo Bruno acariciaba el mentón de su esposo y en un acto reflejo agarró bruscamente la mano de "Braulio" y la alejó de Emmanuel...
Con voz grave, Andrés dijo: no vuelvas a tocar a Emmanuel...
Bruno lanzó una mirada furiosa a Andrés, mientras que Emmanuel se sorprendió por la reacción de su marido...
Y en la cafetería del hospital, Mateo estaba sentado cuando vio llegar a Pablo...
El pelirrojo se acercó y dijo: aquí estás Mateo... vine en cuanto me llamaste...
Mateo se levantó de la silla y se acercó a Pablo: gracias por venir...
P: me sorprendió tu llamada... sobre todo después de lo que me dijiste ayer... de qué quieres hablar Mateo...
El joven castaño se acercó aún más y dijo: yo sólo quiero decirte que...
P: ¿qué?
Mateo no respondió y besó los labios de Pablo...
el pelirrojo se sorprendió por la atrevida acción del chico, pero correspondió a ese dulce beso
...el pelirrojo se sorprendió por la atrevida acción del chico, pero correspondió a ese dulce beso...
En la Hacienda Montenegro, Rafael entró a la casa y se topó con Gabriel en las escaleras...
G: hijo ¿de dónde vienes? no pasaste la noche en la casa...
R: preferí quedarme en un hotel mamá... yo no quería regresar...
G: ¿por qué hijo? ¿qué es lo que pasa?
R: ahora no tengo tiempo de explicarte mamá... lo haré después...
Rafael dejó a Gabriel y se dirigió a la recámara de Francoise... entró sin avisar sorprendiendo al francés por su acción...
F: Rafael ¿por qué entras así?... estoy terminando de cambiarme...
R: quiero que me digas algo ahora mismo...
F: ¿qué cosa?
R: ayer me dijiste que te sientes "enamorado" de otro hombre... quiero que me digas el nombre de esa persona...
F: ¿qué? para que quieres saberlo...
R: eso no te incumbe... lo que quiero que me digas en este momento es quién es el hombre que me está robando tu amor...
lo que quiero que me digas en este momento es quién es el hombre que me está robando tu amor

¿Se atreverá Francoise a decirle a Rafael el nombre del "otro hombre"?
Continuará...

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