28.- Lo imperdonable

En el hospital de Tierra Caliente, Gabriel gritaba muy asustado el nombre de su marido, Damián, quien había caído inconsciente sin ninguna razón aparente...
Llorando, el castaño le suplicaba a su amado esposo: por favor Damián, abre tus ojos, no me puedes dejar solo, no puedes...
Juan regresó con un médico que de inmediato se acercó a revisar a Damián...
G: ¿qué tiene mi esposo?... dígame que no está muerto, por favor doctor...
El médico escuchaba con su estetoscopio los latidos del corazón del barbado y también tomó su muñeca para sentir las pulsaciones...
G: por favor doctor, dígame algo...
Doctor: tranquilo señor, su esposo no está muerto, sin embargo su frecuencia cardíaca es muy baja... tenemos que atenderlo rápidamente o puede morir...
G: doctor, haga lo que sea necesario para salvarlo...
El médico llamó a unos enfermeros para que trasladaran rápidamente a Damián a un cuarto donde podrían darle atención especializada...
Juan abrazó a su amigo Gabriel para apoyarlo...
Hecho un mar de lágrimas, Gabriel dijo: esto tiene que ser una pesadilla Juan... si Damián se muere no podré resistirlo, no podré...
**********

En la casa principal de la Hacienda Montenegro, una nueva pelea a golpes entre Ángel y Rafael estaba por desatarse cuando Francoise llegó y escuchó algo terrible...
F: ¿es verdad lo que escuché Rafael? ¿en verdad hiciste algo tan horrible?
Rafael no sabía qué decir, pero Ángel habló: vamos, dile a Francoise lo que hiciste... dices que yo soy un monstruo por quererte robar a tu prometido y ¿qué eres tú hermano?
El musculoso rubio miró con ojos llenos de rabia a su hermano mayor y después volteó a ver al francés para decirle: pues sí... abusé de Abel, pero lo hice para desquitarme de Ángel, porque él siempre me ha quitado todo lo que es mío... no sólo me quiere robar tu amor Francoise, también se acostó con Marcos cuando él y yo aún éramos novios... vamos Ángel, niega frente a Francoise lo que me hiciste con Marcos...
El francés observó a Ángel que no le quedó de otra más que reconocer su error...

Á: sí, es verdad... yo tuve relaciones con Marcos, pero no fue algo planeado... tanto a Marcos como a mí se nos pasaron las copas y pasó lo que pasó... yo nunca lo hice con la intención de dañarte Rafael y tú lo sabes... sin embargo lo que hiciste con Abel fue una venganza deliberada...
R: lo hice en un arranque de dolor y de ira... necesitaba sacar toda esta furia que me está carcomiendo el alma...
Á: pues ahora Abel está destrozado... ¿a quién más piensas hacerle daño para sacar tu coraje?
R: no tengo que dañar a nadie más, porque mi ira caerá sólo sobre ti Ángel... esta vez no vas a ganarme, no te vas a quedar con Francoise...
Á: eso ya lo veremos, voy a luchar por él...
R: tú no vas a luchar por nadie, porque antes soy capaz de matarte...
Francoise observaba horrorizado como los dos hermanos discutían...
El francés no aguantó más y gritó muy fuerte: ya cállense los dos...
Ángel y Rafael se sorprendieron por el grito del ojiazul y vieron su rostro encendido por la rabia...
F: ¿pero quiénes se creen que son ustedes? ¿cómo pueden hablar de esa manera? ¿qué creen que soy yo? ¿un trofeo? ¿un objeto? ¿algo por lo que pueden pelear como animales sin detenerse a pensar en los demás?
El ojiverde dijo: Francoise, yo te he demostrado que te amo y...
F: no, Rafael, tú no me amas... tu amor me parece más un capricho y sobre todo ahora que sé de lo que eres capaz... cómo pudiste abusar de Abel, yo sé que quizás él no es el mejor de los chicos, pero lo que le hiciste es imperdonable... me horroriza pensar que yo he estado con alguien que es capaz de hacer algo tan ruin...
Ángel intervino: Francoise, yo sí te amo...
F: no Ángel, tú tampoco me amas... si para Rafael soy un capricho para ti soy una obsesión... estás obsesionado no sé si por mí o porque como dice Rafael siempre te gusta todo lo que él tiene...
Á: te juro que eso no es verdad... me gustaste desde que te conocí, sin que yo supiera que eras novio de mi hermano...
F: eso ya no importa, el caso aquí es que ambos dicen estar muy enamorados de mí y lo único que demuestran es ser dos niños caprichosos, dos niños mimados que siempre han tenido todo lo que quieren y ahora lo que quieren es el premio llamado "Francoise"... dicen estar dispuestos a luchar para ganarme, pero no les importa si a su paso pisotean mis sentimientos o pisotean a más personas como Abel... los dos son unos egoístas...

Rafael habló con voz serena: quizá tengas razón en muchas cosas, pero en parte tú también eres responsable de todo esto, por tu indecisión...
F: sí, no niego mi parte de culpa... yo he provocado todo esto porque mi corazón ha estado lleno de dudas, pero no más, ya he tomado una decisión...
Ángel y Rafael se miraron y fue el pelinegro quien habló: ¿ya has aclarado tu confusión?
Con voz firme, Francoise dijo: sí, no tengo más dudas...
R: entonces ¿con quién te quedas? ¿a quién has elegido? ¿a Ángel o a mí?
El francés miró a los dos hermanos y contestó la pregunta: a ninguno... así como una vez les dije que ambos tenían algo que me enamoraba ahora veo que los dos también tienen algo con lo que yo no quiero estar... ¿querían saber mi elección?, pues ya la tienen, no quiero a ninguno de los dos...
Á: es que tú no puedes decir eso... tienes que decidirte por uno de nosotros...
R: Francoise, no puedes hacernos esto...
F: claro que puedo y ya lo hice... los dos son patéticos y no quiero a ninguno en mi futuro... es más, aun cuando ustedes fueran los dos últimos hombres sobre la tierra, prefiero volverme sacerdote antes que elegir a alguno... mi decisión ya está tomada y no voy a cambiar...
Á: pero Francoise...
El ojiazul vociferó: pero nada... si quieren matarse a golpes háganlo, pero que les quede algo claro... si se matan será porque ustedes así lo quieren, yo ya no tengo nada que ver en eso porque a partir de este instante para mí los dos han dejado de ser una posibilidad en mi vida...
Francoise no dijo más y subió las escaleras dirigiéndose a su habitación... Ángel intentó seguirlo, pero fue detenido por Rafael...
R: ¿ya estarás satisfecho? ahora Francoise sí se irá de Tierra Caliente...

Á: eso no lo vamos a permitir... él tiene que quedarse para...
La conversación fue interrumpida por una llamada en el celular de Ángel...
Á: es el tío Juan... ¿qué habrá pasado?
El pelinegro contestó: bueno... ¿qué pasa tío?... ¿qué? ¿qué le pasó a mi papá?
Rafael se asustó al ver la expresión de su hermano mayor...
**********

Y en el chalet, otra tormenta se desataba... envenenado por Bruno, Andrés pensaba lo peor de Emmanuel...

A: eres un hipócrita... un mentiroso que me hizo creer que me amaba cuando en realidad te revuelcas con otro mientras no estoy en la casa...
E: suéltame, me lastimas... no puedes tratarme así en mi estado...
A: ¿en tu estado?... ya ni siquiera estoy seguro que ese niño sea mío... puede que sea de otro hombre...
Al escuchar eso, Emmanuel le dio una bofetada a su marido: ¿cómo te atreves a decirme eso? este niño es tuyo porque yo sólo me he entregado a ti ¿cómo puedes dudarlo?
A: lo dudo, porque encuentro a mi esposo a solas con otro hombre en mi casa...
E: lo que pasó es que...
A: no intentes justificarte... ¿ese es el doctor del que me hablaste el otro día verdad?... claro, querías que te autorizara que ese médico viera tu embarazo para que te fuera más fácil verte con tu amante...
E: el doctor Salazar no es mi amante... apenas lo conozco...
A: ¿y si apenas lo conoces? ¿qué hacía aquí?
E: déjame que te explique...
A: no quiero escuchar más de tus mentiras... para mí todo está muy claro...
Enojado por la actitud de su marido, Emmanuel dijo con lágrimas en los ojos: pues piensa lo quieras, si no quieres escucharme es problema tuyo...
El ojimiel iba a retirarse cuando el pelioscuro lo tomó fuertemente por el brazo: espera, ¿crees que te irás así de fácil?... dices que ese cabrón no es tu amante, entonces lo vamos a comprobar...
Andrés arrojó a Emmanuel sobre el sillón de la sala y el chico asustado dijo: ¿qué vas hacer?
A: si acabas de tener sexo con ese tipo tiene que haber pruebas en tu cuerpo y las voy a buscar...
Andrés comenzó a intentar quitarle el pantalón a Emmanuel, quien forcejeaba con su marido...

E: ¿estás loco? ¿cómo te atreves? no puedes humillarme así...
A: claro que puedo... soy tu marido y tengo derecho a hacerlo...
Andrés rompió el pantalón de Emmanuel y después lo despojó de su ropa interior dejándolo expuesto a él...
El ojimiel se retorcía sobre el sofá mientras que Andrés furioso le abrió las piernas para buscar en su intimidad alguna prueba de infidelidad...
Con el rostro bañado en lágrimas, Emmanuel sintió cómo su marido metía sin su consentimiento dos dedos dentro de su agujero... el ojimiel se sentía subajado como persona sin poder hacer nada para impedirlo...
El pelioscuro hurgaba violentamente el interior de su esposo comprobando que la dilatación del ano era por las noches de sexo que habían compartido en los últimos días...

Luego de unos minutos, Andrés sacó sus dedos sin decir nada... vio el rostro de Emmanuel llorando y quiso tocarlo, pero este se levantó bruscamente...
E: eres un cerdo Andrés, esto no te lo voy a perdonar nunca... me has humillado como nadie lo había hecho antes...
El rubio intentó irse otra vez, pero nuevamente Andrés lo detuvo...
A: aún no hemos terminado... aunque hoy no hayas hecho nada con ese tipo voy a recordarte que no puedes meter a hombres en esta casa sin mi permiso...
E: ¿qué dices?
Andrés arrojó a Emmanuel al suelo y se despojó rápidamente de su ropa... su pene ya estaba erecto y listo para introducirse en su esposo...
E: no te atrevas Andrés... no voy a tener sexo contigo... me das asco...
A: vas a hacerlo, porque es tu obligación satisfacerme... eres mi mujer...
Emmanuel golpeó el rostro de Andrés: no vas a ofenderme ni a tratarme como tú quieras...
A: ¿te ofendes porque te digo que eres mi mujer?... eso eres, ¿acaso no me abres las piernas todas las noches? ¿acaso no estás esperando un hijo mío?... acepta tu lugar y deja de rebelarte...
Emmanuel volvió a golpear a Andrés: eres un estúpido...
El chico intentó huir gateando del lugar, pero el pelioscuro lo tomó del cabello y sin esperar más metió su gruesa verga en la abertura del más joven que gritó al sentir la intrusión...
E: aghhhhhhhhhh...

Esta vez, Andrés no esperó a que Emmanuel se acostumbrara a su invasión, de inmediato sacó su miembro para volverlo a penetrar salvajemente... inició con el mete y saca haciendo gemir de dolor al pobre rubio...
E: ah ah aghhh aghhh...

A: esto es para que aprendas que sólo yo soy tu dueño y que no puedes coquetear con otros tipos... con nadie más que yo...
Emmanuel lloraba amargamente sintiendo el salvajismo con el que su marido lo tomaba... pensaba en todas la noches que le había hecho el amor de manera suave y delicada... en estos momentos, Andrés lo trataba como una prostituta usándolo solamente como un objeto sexual...

El pelioscuro montaba a su esposo con furia y rabia... en su mente resonaban las palabras de Bruno y se imaginaba a Emmanuel en los brazos del doctor Salazar, pensar en esa posibilidad lo ponía tan mal que el cuerpo del rubio pagaba su coraje siendo embestido de manera cruel y sádica...
E: ah ah ah, ya no... me haces daño... piensa en tu hijo...
A: por ese hijo tengo que domarte... voy hacer que su madre sea una persona respetable y no una puta...
Las palabras de Andrés le dolían a Emmanuel tanto como las embestidas que recibía...

El pelioscuro sacó su verga del culo del ojimiel sólo para darle la vuelta y acostarlo en el alfombrado suelo del chalet...
Andrés se metió entre las piernas de Emmanuel y volvió a penetrarlo salvajemente...
E: ah ah ah ah...
En esa posición, Andrés podía ver el rostro lloroso de Emmanuel que cerraba sus ojos para no verlo...
A: abre los ojos, quiero que me mires mientras te uso... quiero que veas que soy Andrés, tu marido... el único que puede tenerte así y usarte así...
Emmanuel vio con sus ojos color de miel el rostro de Andrés, transformado por la ira... vio en los ojos negros de su marido un rencor apasionado... ¿qué era lo que ese hombre sentía por él? ¿era odio o amor?

Sin dejarlo de penetrar, el pelioscuro tomó el mentón del rubio y le dijo: si me engañas con otro hombre lo mato, tú eres sólo mío...
Andrés besó los labios de Emmanuel violando también su cavidad bucal...
En ese momento, el ojimiel sintió como su marido vaciaba su esencia dentro de él...

Después de un hondo gruñido, Andrés dejó de eyacular en el interior de su esposo... rápidamente se puso de pie y vio a Emmanuel con la mirada vacía y tirado en el suelo luego de haberlo usado para su placer...
Hasta ese instante, el pelioscuro comprendió la atrocidad que había cometido y sin saber qué hacer, se vistió velozmente para salir del chalet sin decir ni una palabra más...
Minutos después, Emmanuel se levantó del suelo con dolor en todo su cuerpo... como pudo se sentó en el sofá aún con el cuerpo desnudo y comenzó a llorar inconsolablemente...
El ojimiel abrazó su estómago pensando en el bebé que crecía dentro de él... lloraba como no había llorado antes, se sentía usado y decepcionado del hombre que amaba... todo su mundo de ensueño se había caído a pedazos...
**********

Al hospital llegaron Ángel y Rafael, quienes consolaban a Gabriel, que se encontraba muy afectado por la situación de Damián...
Á: tranquilo mamá... mi papá es fuerte y va salir de esta...
G: es que si lo hubieran visto cuando se desmayó... por un momento pensé que estaba muerto...
R: no te atormentes más, mi papá está vivo y estoy seguro que se pondrá bien...
Gabriel abrazó a sus dos hijos mayores y les dijo: gracias por estar conmigo en estos momentos... gracias por estar juntos...
El doctor que atendía a Damián apareció para darles noticias...
G: doctor ¿cómo está mi esposo?
Doctor: muy mal... debo serles franco y la verdad es que el estado de salud del señor Montenegro es muy grave...
Gabriel no soportó las lágrimas y se cobijó en los brazos de Rafael...
Ángel preguntó: ¿qué tiene mi papá? ¿es su corazón?
Doctor: no, por las pruebas que le hemos hecho parece que se trata de algo más...
R: ¿qué cosa?
Doctor: el señor Montenegro presenta síntomas de envenenamiento...
Gabriel reaccionó ante las palabras del médico: ¿envenenamiento? pero eso no puede ser...
Doctor: hasta el momento sólo le hemos hecho pruebas rápidas, con ellas detectamos que todos sus órganos están bien, sin embargo los síntomas que presenta como dolor abdominal, debilidad, fiebre y sudoración excesiva... esos síntomas me hacen creer que ha estado ingiriendo alguna clase de veneno...
G: pero ¿cómo podría ingerirlo?... mi esposo sólo come en casa...
Doctor: no lo sé... para detectar la sustancia tenemos que hacerle pruebas más profundas, pero antes necesitamos que recobre la consciencia... eso es lo primordial en estos momentos...
G: pues no lo entiendo, me niego a creer que mi esposo esté siendo envene...
Gabriel no terminó la frase porque a su mente llegó el recuerdo de hace unos días cuando en la cocina de su casa encontró a la sirvienta Esther echando unas gotas a la comida de Damián...

Flashback
G: Esther ¿qué estás haciendo?
La mujer se asustó al escuchar la voz de Gabriel y muy nerviosa contestó: s-señor qué susto me dio... y-yo e-estoy por llevarle el desayuno a don Damián...
G: pero qué son esas gotas que le echabas a la comida...
E: ah estas gotas son... este... lo que pasa es que se me pasó de sal y estas gotas sirven para quitarle lo salado a la comida... mi tía Lupe siempre las usaba...
Extrañado por la actitud de Esther, Gabriel dijo: me permites el frasco...
E: ehhh... sí claro...
La sirvienta entregó el frasco y Gabriel lo vio sin encontrar nada sospechoso...
G: no sabía que Lupe las usara... de cualquier forma, te pido que tengas cuidado... el señor Damián está enfermo y hay que cuidar su alimentación...
Fin del flashback

Rafael se percató del silencio de su madre y preguntó: ¿qué pasa mamá? ¿por qué te quedaste así?
G: es que recordé algo... doctor, ¿la sustancia venenosa podrían ser gotas?
Doctor: los venenos pueden ser suministrados de diferentes formas, generalmente son líquidos y se aplican en los alimentos...
Á: ¿por qué preguntas eso mamá?
G: es que podría ser que a tu papá le esté afectando unas gotas que Esther le ponía a su comida, no creo que con el fin de envenenarlo, simplemente era para reducir la sal a los alimentos...
Doctor: ¿gotas para quitar lo salado a la comida? ¿qué gotas son? nunca había escuchado de ellas...
G: pues n-no lo sé...
Doctor: señor, es necesario que traiga esas gotas para que las analicemos, quizás esa sea la clave del mal de su marido...
G: sí doctor... así lo haré...
El médico se retiró y Ángel dijo: ¿quieres que vaya a la Hacienda por esas gotas mamá?
G: no, tú quédate aquí por cualquier cosa... que Rafael me lleve, yo mismo hablaré con Esther...
**********

En otro cuarto del nosocomio, Juan le contaba a Mateo lo ocurrido con Damián...
M: primero mi papá grave y ahora también mi abuelo... no puedo creer que esto esté pasando...
J: afortunadamente, a ti no te pasó nada grave hijo... ahora iré a ver cómo sigue tu abuelo... regreso en un rato...
M: sí, mamá... avísame de cualquier cosa...
Juan salió de la habitación y Mateo cerró sus ojos para descansar... escuchó que la puerta se abrió y pensó que era una de las enfermeras...
Una voz conocida dijo: hola Mateo...
El chico castaño abrió sus ojos y se encontró con Tommy...
M: ¿qué haces aquí?

Sonriendo cínicamente, Tommy dijo: vine a visitar a un amigo... y también a contarte cómo estuvo el sepelio de Lucas... todo fue muy triste, su papá estaba inconsolable...
M: no quiero escuchar nada de eso...
T: ¿por qué no? deberías estar feliz... por fin lograste deshacerte de los acosos de Lucas y claro también te deshiciste del niño que esperabas... eres más inteligente de lo que pensaba... provocaste el accidente y mataste dos pájaros de una pedrada...
M: tú no puedes decir eso... no sabes lo que pasó realmente...
T: sé lo que el papá de Lucas me contó... él cree que tú eres el responsable del accidente en el que murió su hijo... ¿cómo podrás vivir ahora? ¿cómo soportarás la culpa de haber matado a tu hijo y a su padre?
Mateo no soportó más y gritó con los ojos llenos de lágrimas: vete, no quiero escucharte más... vete...
Tommy sonrió y salió del cuarto sin decir más... a la salida se topó con Pablo...
El pelirrojo le preguntó: ¿qué vienes hacer aquí?
T: hola Pablo... yo sólo vine a visitar a mi amigo...

El perverso chico se fue y Pablo entró rápidamente a la habitación de Mateo, a quien encontró llorando...
El pelirrojo se acercó a su novio y le preguntó: ¿qué te dijo Tommy? seguro vino a molestarte con sus intrigas...
M: no... él sólo vino a decirme lo mismo que yo pienso...
**********

Hecho una furia, Andrés llegó al consultorio del doctor Pedro Salazar...
El pelioscuro se dirigió con la enfermera que estaba afuera del consultorio: quiero hablar con el doctor Salazar, dígale que salga ahora mismo o yo entro...
Enfermera: lo siento, pero el doctor no está... aviso que no regresaría hasta mañana...
A: hijo de puta... dígame ahora mismo dónde vive ese medicucho... voy a buscarlo a su casa...
Enfermera: lo siento, pero no puedo darle esa información... no en las condiciones en las que está...
A: si estoy así es porque su jefe es un desgraciado y me las va a pagar... deme su dirección o yo mismo lo buscaré por todo Tierra Caliente...
Enfermera: le repito que no voy a darle esa información...
A: muy bien, entonces dígale a su jefe si llama que Andrés Duarte lo está buscando y que va tener que darme la cara... no voy a permitir que se meta con lo que es mío...
Andrés no dijo más y se fue del lugar de la misma forma que llegó...
**********

En la cocina de la Hacienda, Esther terminaba de lavar unos platos cuando Gabriel apareció...
G: buenas tardes Esther...
E: buenas tardes señor... ¿quiere que sirva la comida?
G: no, lo que necesito de ti es otra cosa...
E: ¿qué?
G: quiero que me des el frasco con las gotas que le pones a la comida de mi marido...
E: ¿go- gotas?
G: sí, las que el otro día me dijiste que sirven para quitarle lo salado a la comida... ¿lo recuerdas?
La sirvienta tuvo que disimular su nerviosismo: s-sí claro, lo recuerdo... p-pero n-no... no puedo darle esas gotas...
G: ¿por qué no?
E: p-porque ya se terminaron...
G: pero puedes conseguir más... Esther, voy a ser franco contigo... mi esposo está muy mal, hace un rato cayó inconsciente en el hospital... los doctores creen que lo están envenenando y la única sustancia extraña que creo que él ha ingerido son esas gotas que tú le das...
E: s-señor Gabriel... ¿no creerá que yo he sido capaz de...?
G: no creo nada Esther... tú has trabajado muchos años con nosotros y nos has sido fiel... lo que yo pienso es que esas gotas contienen algo que puede estar afectando a mi marido y las necesito para descartar cualquier sospecha...
E: p-pues le digo que ya no tengo... qui-quizás pueda conseguir más, pero sería hasta mañana...
G: muy bien, entonces mañana espero esas gotas...
Gabriel salió de la cocina y Esther se agarró la cabeza muy preocupada, todo estaba por descubrirse... rápidamente sacó de un gabinete el frasco con las gotas y las llevó consigo...
Cerca de las caballerizas, Esther le llamó a Bruno...
B: ¿qué pasa Esther? te escucho nerviosa...
E: ya descubrieron todo Bruno...
B: ¿todo? ¿de qué hablas?
E: el señor Damián se puso muy mal y los doctores ya descubrieron que lo están envenenando... Gabriel acaba de pedirme que le dé el frasco con las gotas que le pongo a la comida del patrón...
B: ¿qué? ¿y cómo sabe Gabriel de esas gotas?
E: porque una vez me descubrió echándolas en la comida de don Damián y yo le inventé que eran para quitar lo salado... ¿qué voy hacer? sospecharán de mí si no entrego el frasco...
B: seguramente ya sospechan de ti... lo mejor ahora es que desaparezcas...
E: ¿cómo?
B: sí, será mejor que te vayas de la Hacienda y del pueblo...
E: pero no puedo hacer eso... si lo hago confirmarán que yo he estado envenenando a don Damián...
B: eso ya no importa... yo te daré el dinero suficiente para que huyas muy lejos de aquí...
Los ojos de la mujer brillaron al escuchar eso...
E: ¿de verdad me darás mucho dinero para huir?
B: claro, has sido muy buena cómplice... te espero esta noche en el río para darte lo que te mereces...
E: está bien, sólo voy a recoger unas cuantas cosas y me largo de aquí... te veo esta noche...
B: sólo quiero pedirte un favor más... quiero que esta noche me lleves algo que necesito...
**********

Gabriel estaba por salir de su casa para volver al hospital cuando Emmanuel llegó con el rostro desencajado...
E: mamá, qué bueno que te encuentro... necesito hablar contigo...
G: ¿qué pasa mi amor? ¿por qué traes esa cara?
E: me siento muy mal mamá... me siento terrible y no sé qué hacer...
G: ¿qué te pasa? cuéntame...
Emmanuel iba a hablar cuando el celular de Gabriel sonó...
El castaño contestó: bueno, ¿qué pasa Ángel?
Á: mamá, el doctor acaba de decirme que mi papá recuperó la consciencia...
G: ¿de verdad? gracias Dios Mío... voy ahora mismo para allá...
Gabriel colgó la llamada y Emmanuel le preguntó: ¿qué pasa?
G: hijo, tu papá se puso muy mal... estando en el hospital perdió la consciencia y ahora está internado...
E: eso no puede ser... ¿qué es lo que tiene?
G: aún no se sabe, pero por lo menos ya despertó... voy para el hospital ¿vienes conmigo?
E: por supuesto que sí... vamos para allá...
**********

En casa de Abel, el chico aún seguía dentro de su cuarto sin asimilar lo que le había pasado...

Helena, su madre, entró y le dijo: hijo, tienes visita...
A: ya te dije que no quiero ver a nadie...
H: él insistió mucho en verte y creo que quizás puede ayudarte...
A: ¿él? ¿quién?
En ese instante, Francoise entró por la puerta y dijo: hola Abel, necesito hablar contigo...
El pelinegro se sorprendió al ver al francés en su casa...
Helena dijo: los dejo solos para que puedan platicar...
La mujer salió y cerró la puerta...
Abel vio con desconfianza a Francoise y dijo: ¿qué vienes a decirme? tú y yo no tenemos nada de qué hablar...
F: te equivocas... yo sí tengo algo que decirte...
A: ¿qué cosa?
F: perdón... perdóname Abel...
A: ¿qué dices? ¿por qué me pides perdón?
F: porque de alguna manera yo soy responsable de lo que te pasó... sí Abel, ya sé lo que Rafael te hizo...
El pelinegro agachó su mirada avergonzado de conocer que el francés sabía lo que le ocurrió...
F: no, por favor, no te avergüences por lo que te pasó... si alguien debe sentir vergüenza es Rafael... él que se comportó como un animal y te hizo algo imperdonable...
A: p-por favor, no quiero hablar de esto...
F: pero yo sí quiero hablarlo... Abel, todo esto es consecuencia de mi indecisión... sin quererlo yo he puesto a dos hermanos en contra... he provocado que se peleen y que actúen como salvajes... lo que Rafael te hizo fue resultado de su rabia y coraje hacia Ángel...
El francés comenzó a llorar frente a Abel y continuó hablando: por eso estoy aquí pidiéndote perdón, de manera indirecta yo también soy responsable de esto... pero te juro que todo lo he hecho sin querer, yo no vine a Tierra Caliente con la intención de dañar a nadie, sin embargo mi presencia sólo ha traído problemas, por eso he decidido irme mañana mismo...
Muy sorprendido por lo que escuchaba, Abel preguntó: ¿te irás solo?
F: sí... ya rompí definitivamente con Rafael...
A: ¿y Ángel?
F: con Ángel nunca hubo nada... es verdad que él dice sentir algo por mí, pero jamás pasó nada entre los dos...
Abel no aguantó más y rompió en llanto...
F: ¿por qué lloras?
A: porque me siento muy mal... tú vienes a pedirme perdón cuando yo no he hecho más que hablar mal de ti e intrigar en tu contra... yo no merezco que me pidas perdón... creo que con todo lo que hice merezco lo que Rafael me hizo...
F: no digas eso Abel... nadie merece lo que te pasó... yo sé que nunca te caí bien y lo entiendo... después de todo sentías amenazada tu relación con Ángel, pero ahora yo ya no seré un obstáculo para ti...
A: de cualquier forma no creo que entre Ángel y yo pueda haber algo... no después de lo que me pasó...
Conmovido por las lágrimas de Abel, Francoise se acercó a él y le preguntó: ¿puedo darte un abrazo de despedida?
Abel sólo asintió y el francés abrazó fuertemente al pelinegro...
A: perdóname tú también Francoise... perdóname...
Limpiándose las lágrimas, el francés dijo: olvidemos todo... hagamos de cuenta que nada de lo que nos dijimos o hicimos pasó... es probable que no volvamos a vernos, pero por lo menos no tengamos un mal recuerdo el uno del otro...
A: así será y gracias Francoise, gracias por venir a despedirte...
El francés sólo sonrió sintiéndose satisfecho de haber arreglado las cosas con Abel antes de partir de Tierra Caliente...
**********

Y en el hospital, el doctor de Damián informaba de su situación a Gabriel, Ángel, Rafael y Emmanuel...
Doctor: el señor Damián ya recobró la consciencia, pero su estado sigue siendo crítico, por ello se mantiene en terapia intensiva...
G: ¿puedo ver a mi esposo?
Doctor: lo siento, pero por el momento no es posible... seguimos haciéndole estudios... ¿consiguió las gotas de las que me habló?
G: no, la persona que las tiene dice que se le acabaron... al parecer mañana conseguirá más...
Doctor: ojalá y podamos conseguirlas, esas gotas podrían ser la clave de lo que le pasa a su marido... de cualquier forma las próximas 24 horas son determinantes para la vida del señor Montenegro... les pido que estén atentos por cualquier cosa...
G: así será doctor... no nos moveremos de aquí...
El médico se retiró y Gabriel y sus tres hijos presentes guardaron silencio... la sombra de la desesperanza estaba sobre ellos...
El silencio sólo fue interrumpido por la llegada de Maia...
M: estaba en la escuela y vine en cuanto me enteré... mamá, ¿qué le pasó a mi papá?
Gabriel sólo abrazó a su hija sin poder decirle más...
**********

La noche cayó en Tierra Caliente y Andrés se encontraba en el lugar a donde todos los hombres del pueblo llegaban a olvidar sus penas, la cantina...
El pelioscuro estaba sentado solo en un rincón, no deseaba regresar a su casa, no después de lo que le había hecho a Emmanuel...
Con lágrimas en los ojos, Andrés pensaba: ¿por qué Emmanuel? ¿por qué tenías que arruinarlo todo? ¿por qué cuando te abrí mi corazón?
En ese momento, el pelioscuro recordó cuando tenía 7 años y con su madre Fabio caminaban por el parque de su ciudad natal, Montecristo...

Flashback
Sentado en una banca del parque, el pequeño Andrés veía a una familia integrada por papá, mamá y cuatro hijos, dos niñas y dos niños... todos se veían muy felices...
Andrés volteó a ver a su madre y le preguntó: mamá ¿por qué yo no tengo papá?
Fabio le contestó: pues... porque tu papá murió cuando acababas de nacer...
A: y ¿por qué tampoco tengo hermanos?
F: porque como tu papá murió ya no pude tener más hijos...
A: y ¿por qué se murió papá?
F: ay hijo, es una larga historia y quizás algún día te la cuente...

A: es que a mí me gustaría tener muchos hermanos... y también un papá... quisiera tener una gran familia...
Fabio acarició la cabeza de su hijo y habló: desafortunadamente tú y yo estamos solos, pero cuando crezcas podrás formar tu propia familia... podrás tener muchos hijos y serás muy feliz como esa familia a la que ves...
A: sí, yo no quiero seguir solo... quiero tener una familia grande, voy a tener muchos hijos, muchos...
Fin del flashback

Andrés pensaba: una gran familia, ese era mi sueño cuando era niño... nunca tuve una familia ni a un padre y eso fue por culpa de los Montenegro... a pesar de todo me enamoré de ti Emmanuel, me enamoré cuando debía odiarte... pensé que contigo tendría esa familia que siempre anhelé y me traicionaste, tú también me traicionaste... ¿qué hago con esto que siento? ¿cómo me arrancó esto que siento por ti? ¿cómo?
El pelioscuro continuó bebiendo de la botella de licor que estaba en su mesa... creía que el alcohol le ayudaría a quitarse el dolor que oprimía a su atormentado corazón...

**********

En la sala de espera del hospital, Gabriel se acercó a su hijo Emmanuel y le preguntó: con todo lo que pasó ya no me dijiste qué es lo que te ocurrió... llegaste a la casa con muy mala cara...
E: eso no es importante ahora mamá...
G: es importante porque veo tu cara afligida y sé que no es sólo por lo que está pasando con tu papá... cuéntame, sabes que puedes confiar en mí...
E: es que hoy tuve una discusión muy fuerte con Andrés... él cree que lo estoy engañando con otro hombre...
G: ¿qué? ¿pero por qué cree eso?
E: por una tontería... el caso es que como es muy celoso no quiso escucharme y...
G: y ¿qué? ¿te hizo algo? ¿te pegó?
E: ay mamá... es que me da pena decírtelo...
G: ¿qué fue lo que te hizo? dime...
Con lágrimas en los ojos, Emmanuel le confesó la verdad a Gabriel: Andrés me tomó a la fuerza mamá... fue muy violento y me hizo sentir como un objeto que se usa y se desecha...
Muy molesto, Gabriel dijo: pero ¿cómo se atrevió a hacerte eso? es un canalla... un poco hombre...
E: ya te dije que es muy celoso y...
G: nada lo justifica... lo que te hizo es imperdonable... el que sea tu esposo no le da derecho a tomarte a la fuerza...
E: lo sé mamá y por eso me siento muy mal... no sé qué hacer...
G: tienes que ponerle un alto... de ninguna manera puedes permitir este tipo de cosas... ahora abusa de ti, pero después será capaz de golpearte y si tú no lo detienes llegará a hacerte cosas peores...
E: no, yo no quiero eso...
G: entonces tienes que frenarlo... para empezar no puedes perdonarle esto que te hizo... te recomiendo que no regreses al chalet, quédate en la casa... Andrés debe entender que tú no estás solo... tienes una familia que te protege y te defiende...
E: sí mamá... tienes razón... hasta hoy creía que Andrés era el mejor hombre del mundo, pero hoy vi en sus ojos algo que desconocía y tuve miedo, mucho miedo...
G: pues no le demuestres ese miedo... hijo, piensa muy bien en lo que vas hacer, recuerda que ahora esperas un bebé y ya no puedes pensar sólo en ti...
Ángel, Rafael y Maia se acercaron a Gabriel y Emmanuel, quienes interrumpieron su conversación...
Á: mamá... si quieres puedo llevarte a la Hacienda para que descanses... no tiene caso que estemos todos acá...
G: no, yo prefiero quedarme toda la noche... no quisiera estar ausente por si ocurre algo con tu papá...
Á: yo también me quedaré...
R: y yo también...
G: muy bien, entonces que Emmanuel y Maia se vayan a la Hacienda a descansar...
E: pero yo quiero quedarme contigo mamá...
G: no hijo, tú no... en tu estado no es conveniente que te quedes...
Rafael preguntó: ¿en tu estado? ¿qué estado?
Ángel también cuestionó: ¿te pasa algo Emmanuel?
Maia: ¿qué tienes hermanito?
G: creo que ya es hora que tus hermanos lo sepan...
Emmanuel sonrió tímidamente y les confesó a sus tres hermanos: lo que pasa es que muy pronto van a ser tíos...
**********

La oscuridad cubría al río de Tierra Caliente... en la soledad y debajo de un árbol, Esther esperaba a Bruno...
La mujer oyó unos pasos acercarse y cuando volteó a ver se encontró con Bruno...
E: por fin llegas... hace rato estoy aquí... este lugar es tan solitario que me da miedo...
B: ya estoy aquí... ¿trajiste lo que te pedí?
E: sí, aquí está...
La mujer sacó de su bolsa unas llaves y se las entregó al hombre...
E: todavía no entiendo para qué quieres las llaves de la casa que está a las afueras del pueblo...
B: me van a servir... eso es todo lo que debes saber...
E: muy bien... ya dame el dinero que me prometiste... tengo que irme de este pueblo ahora mismo... ¿dónde está el dinero? ¿no traes nada contigo?
B: no te preocupes Esther, en la bolsa de mi pantalón traigo lo necesario para darte lo que mereces...
La mujer abrió los ojos desmesuradamente al ver a Bruno sacar una pistola de su pantalón...
Aterrada, Esther dijo: no... ¿qué vas hacer Bruno? ¿qué vas hacer?
Sonriendo, el hombre dijo: voy a darte tu merecido... ya no me sirves Esther, ahora me estorbas... tienes que desaparecer y muriendo será la mejor forma de que lo hagas...
La sirvienta comenzó a llorar desesperada: no Bruno, no lo hagas... te lo suplico, nooooooo...
Bruno no contestó y disparó cinco veces al cuerpo de Esther... la mujer recibió los impactos en el pecho provocándole la muerte...
Bruno vio caer el cuerpo de la mujer al suelo y sonrió satisfecho al comprobar que ya no respiraba... minutos después, arrastró el cuerpo sin vida a las orillas del río...
El perverso hombre que ya tenía todo planeado fue por una bolsa negra y una piedra de gran tamaño... metió el cuerpo de Esther dentro de la bolsa y le ató la roca para arrojarlas al río... el peso de la piedra hizo que el cuerpo se sumergiera profundamente...
Bruno pensó: pasarán días antes de que puedan encontrarte... para cuando eso ocurra ya será demasiado tarde... lo siento Esther, tenía que hacerlo... gracias por todo...
**********

Al día siguiente, el doctor Pedro Salazar servía el desayuno para sus dos hijos... tenía una niña de 10 años y un niño de 6 años...
P: desayunen bien, recuerden que el desayuno es la principal fuente de energía para todo el día...
Fuertes golpes a la puerta interrumpieron las palabras del médico...
P: pero ¿quién toca de esa forma? iré a ver...
El doctor abrió la puerta de su casa y se sorprendió al encontrarse con Andrés Duarte, quien con muy mala cara dijo: por fin te encuentro... ahora verás desgraciado...
El pelioscuro tomó por el cuello de la camisa al doctor y lo estampó contra la pared provocando que los niños corrieran a ver a su padre...
Niña: ¿qué pasa papá?
Niño: ¿quién es este hombre?
Pedro les ordenó: vayánse para sus cuartos... vayánse ahora mismo...
Los pequeños obedecieron y el médico se soltó del agarre de Andrés empujando al violento hombre...
El doctor vociferó: ¿me quieres decir que te pasa? ¿cómo te atreves a venir a agredirme en mi propia casa?

Furioso, Andrés dijo: eres tú quien me ha agredido a mí... te has atrevido a poner tus ojos en mi esposo... Emmanuel es mío y no voy a permitir que me lo quites...
P: ¿sigues con eso? ¿acaso Emmanuel no te explicó?
A: no dejé que lo hiciera... lo único que importa es lo que vi y te encontré a solas en mi casa con mi esposo...
P: pero estaba ahí porque alguien me llamó... me dijeron que fuera porque Emmanuel se sentía mal y me necesitaba con urgencia...
A: ¿quién te llamó?
P: no lo sé, fue la voz de un hombre... el caso es que cuando llegué a tu casa, Emmanuel no me esperaba, él tampoco sabía qué hacía yo ahí... me invitó un refresco y platicamos un momento, eso fue todo...
A: no te creo nada...
P: tienes que hacerlo porque te digo la verdad... a tu esposo sólo lo he visto un par de ocasiones, te juro que entre él y yo no hay nada... yo tengo dos hijos y aunque soy viudo aún sigo amando a mi esposa...
Andrés observó la casa del doctor y vio en las paredes fotos familiares del doctor con su esposa fallecida e hijos...
El pelioscuro golpeó con fuerza una pared y dijo: no sé qué creer...
Pedro se acercó a Andrés: mira, yo no te conozco, ni tampoco conozco mucho a tu esposo, pero todo esto es muy extraño... tal parece que hay alguien que quiere separarlos y se está aprovechando de esta rara situación para lograrlo...
Andrés miró a los ojos del doctor buscando hallar algo de mentira en ellos, pero únicamente reflejaban sinceridad...
**********

En el hospital, Juan ayudaba a Mateo para cambiarse de ropa...
J: gracias a Dios, los médicos ya te dieron de alta...
M: quiero ir a ver a mi abuelo... quiero saber cómo sigue...
J: hace un rato estuve Gabriel y todo sigue igual...
M: de cualquier forma quiero...
La conversación fue interrumpida por dos agentes del ministerio público...
Agente: buenos días... ¿el joven Mateo Montenegro?
M: s-soy yo...
Agente: joven Montenegro... necesitamos que nos acompañe...
Juan reaccionó: ¿cómo? ¿a dónde quieren llevar a mi hijo?
Agente: necesitamos llevarlo a declarar... tenemos una orden de presentación dirigida a su hijo...
M: ¿orden de presentación? ¿por qué?
Agente: por la muerte del joven Lucas Treviño... el señor Aníbal Treviño lo acusa de la muerte de su hijo... por eso tiene que acompañarnos, le pido que no oponga resistencia...

Los ojos de Mateo se llenaron de lágrimas y miró a su madre Juan, que muy confundido no sabía qué hacer...
**********

En la casa principal de la Hacienda, Emmanuel bajaba las escaleras cuando vio llegar a su marido...
E: ¿qué haces aquí Andrés?
A: fui a buscarte al chalet y no te encontré... supuse que estarías aquí... ¿por qué no dormiste en la casa?
E: porque preferí quedarme aquí... aquí me siento seguro...
Andrés tomó del brazo a Emmanuel y le dijo: vamos al chalet, tenemos que hablar...
El ojimiel se soltó: no Andrés, no quiero ir contigo a ningún lado... me quedaré aquí por un tiempo...
A: ¿qué dices? eso es una tontería... tu casa es donde esté yo que soy tu marido...
E: no Andrés, mi casa es donde me sienta seguro y después de lo que pasó ayer ya no me siento seguro a tu lado...
El pelioscuro se sorprendió por la respuesta del rubio: mira, ya sé que ayer me extralimité, pero por eso tenemos que hablar, porque al parecer todo fue una confusión...
E: por supuesto que fue una confusión, pero tú no quisiste escucharme y me violaste, porque eso fue lo que hiciste... aunque seas mi marido, no tenías derecho a humillarme de esa manera...
Nervioso, Andrés dijo: sí, ya sé que estuve mal... pero por eso tienes que regresar conmigo...
E: no, ya te dije que no quiero hacerlo... no voy a regresar al chalet...
Andrés vociferó: ¿por qué no?
E: porque tengo miedo...
A: ¿miedo de qué?
E: miedo de ti... de que me hagas daño, a mí o a mi bebé...
A: pero qué dices... ¿cómo podría dañarte a ti o a mi hijo?
E: no lo sé, pero estoy asustado... ya una vez me diste una bofetada, otra vez me encerraste y ayer abusaste de mí... ¿qué sigue? ¿que me hagas perder a mi bebé? ¿que me mates?
A: estás exagerando Emmanuel...
E: no exagero... mi mamá tiene razón, tengo que ponerte un alto...
Andrés cambió de actitud al escuchar esas palabras: claro, tenía que ser tu madre quien te pusiera en mi contra... no me soporta, nunca me ha soportado, ni él ni nadie de tu familia...
E: ahora el que dice tonterías eres tú... mi madre no tiene nada en tu contra, si me aconseja es porque es bueno y me quiere...
Lleno de rabia, Andrés dijo: tu madre no es lo que tú crees Emmanuel... has vivido en una mentira todo este tiempo... tus padres no son esos seres correctos que fingen ser...
Emmanuel se molestó y contestó: ¿qué sabes tú de mis padres para que digas eso?

A: sé mucho más de lo que te imaginas y ahora mismo voy a quitarte la venda de los ojos... voy a decirte quiénes son tus padres en realidad...
E: y ¿quiénes son? según tú...
Sin pensarlo, el pelioscuro comenzó a decir su verdad: tu madre, Gabriel Santos, no es ese ser puro y limpio que aparenta, es un trepador capaz de usar su cuerpo para conseguir lo que quiere...
Los ojos color miel de Emmanuel se abrieron muy sorprendidos por lo que estaba escuchando mientras que Andrés continuó hablando...
A: y tu padre, Damián Montenegro, es aún peor... tu padre es un ASESINO...

Continuará...