29.- Au revoir


Desde hace varios días, el sol radiante de Tierra Caliente era opacado por nubes negras que presagiaban una tormenta que amenazaba con arrasar todo... en la casa principal de la Hacienda Montenegro se desataba una acalorada discusión entre Emmanuel y Andrés...
Lleno de rabia, el pelioscuro dijo: has vivido en una mentira todo este tiempo... tus padres no son esos seres correctos que fingen ser...
El ojimiel contestó: y ¿quiénes son mis padres? según tú...
Sin pensarlo, Andrés comenzó a decir su verdad: tu madre, Gabriel Santos, es un trepador capaz de usar su cuerpo para conseguir lo que quiere... y tu padre, Damián Montenegro, es aún peor... tu padre es un asesino...
Muy sorprendido y molesto, el rubio vociferó: ¿de qué diablos hablas? ¿cómo te atreves a inventar algo así de mis padres?
A: no estoy inventando nada, te digo la verdad...
E: ¿de qué verdad hablas?
A: de una verdad que tú y tus hermanos desconocen... del gran secreto de tu familia, algo que tus padres han ocultado durante 20 años... algo que muchos saben menos ustedes que son sus hijos...
algo que muchos saben menos ustedes que son sus hijos
E: te estás volviendo loco... vete, no quiero seguirte escuchando...
A: no me voy hasta que te diga todo lo que tienes que saber... ¿sabes a quién mató tu padre? ¿quieres saber el nombre del hombre que asesinó?
E: ya te dije que no quiero escucharte...
A: vas a oírme aunque no quieras... tu padre mató a su propio hermano... mató a Lucio Montenegro...
E: ¿qué? eso no es cierto... mi tío Lucio murió...
A: ¿cómo? ¿dime cómo murió?... no lo sabes porque nunca te han hablado de él... en esta casa se enterró el nombre de Lucio junto con su cuerpo y sabes ¿por qué?... porque tus padres son los culpables de su muerte... Damián lo asesinó...
Emmanuel gritó: ¿cómo puedes saber eso? ¿qué razones tendría mi papá para matarlo?
A: por supuesto que hay muchas razones, la ambición, la envidia, pero sobre todo, tu madre, él fue la principal razón de que tu padre matara a su hermano...
E: ¿mi mamá? ¿qué tiene que ver mi mamá?
A: mucho, tu madre es el principal culpable porque él sedujo a tu tío Lucio... lo volvió loco de pasión para después enfrentarlo con su propio hermano...
E: mientes, todo lo que dices son mentiras... mi madre es una persona buena, él llegó a este pueblo porque iba a ser sacerdote... ¿cómo podría ser capaz de hacer algo así?
A: por supuesto que fue capaz, de eso y mucho más... primero sedujo a Lucio y después engatusó a tu padre... una vez juntos, Damián y Gabriel decidieron eliminar a Lucio para despojarlo de todo y quedarse con la herencia Montenegro...
Con lágrimas en los ojos, Emmanuel dijo: no, no, no... no puede ser, nada de lo que dices puede ser...
A: abre los ojos Emmanuel... tus padres son unos hipócritas...
El ojimiel gritó: ya cállate... no sigas hablando de mis padres... eres un mentiroso...
A: créeme, por favor, te juro que te digo la verdad...
E: ¿cómo puedo creerte? ¿cómo puedes tú saber todo lo que aseguras?¿quién te lo dijo?
A: lo sé porque me lo dijo...
E: ¿cómo puedo creerte? ¿cómo puedes tú saber todo lo que aseguras?¿quién te lo dijo?A: lo sé porque me lo dijo
El pelioscuro estaba por decir el nombre de su cómplice, pero se dio cuenta que no le convenía hacerlo...
E: ¿quién te lo dijo? responde...
A: no puedo decírtelo... aún no es el momento...
E: te exijo que me lo digas ahora... sólo así podré creerte...
A: tú tienes que confiar en mí Emmanuel... si me amas tienes que confiar...
E: yo ya no sé lo que siento por ti... no después de todo esto...
A: no puedes decirme eso... soy tu marido y me amas, tienes que amarme...
Andrés tomó por la cintura a Emmanuel y lo besó apasionadamente... al sentir el contacto entre sus labios, el rubio recordó la violencia con la que su marido lo tomó un día anterior...
Emmanuel empujó a Andrés y le dio una fuerte bofetada...
Llorando, el ojimiel gritó: vete Andrés... vete ahora mismo...
Sobándose la mejilla, el pelioscuro contestó: me voy, pero tú vendrás conmigo...
Andrés tomó del brazo a Emmanuel para obligarlo a ir con él...
E: noooo, suéltame Andrés... suéltame...
A: vas a venir quieras o no...
El rubio gritaba: que me sueltes te digo...
En ese momento, Maia apareció en las escaleras y preguntó: ¿qué pasa hermano? ¿por qué gritas?
E: Maia, ayúdame... llama a la policía...
Al ver la determinación del ojimiel, Andrés decidió soltarlo...
A: como quieras Emmanuel... me voy por ahora, pero regresaré... tú eres mi esposo y tienes dentro de ti a mi hijo... la ley está de mi parte y tendrás que regresar a mi lado... tendrás que hacerlo...
Furioso, el pelioscuro salió de la casa sin decir más... la chica rubia corrió al lado de su hermano y lo abrazó al verlo llorando y temblando...
M: ¿qué pasa hermanito?
E: ay Maia... fue horrible... Andrés me dijo cosas terribles...
M: ¿qué cosas?
E: tengo que hablar con mamá... tengo que hablar con él...
El rubio salió a toda prisa de su casa para ir a buscar a Gabriel en el hospital... necesitaba aclarar todo lo que su marido le había dicho...
M: espera Emmanuel... ¿vas al hospital? también quiero ir... Emmanueeeeelllll....
**********
En el hospital, Gabriel, junto a sus hijos Ángel y Rafael, esperaba noticias de su esposo Damián...
Después de muchas horas de incertidumbre, el doctor apareció...
G: ¿qué ha pasado con mi esposo?
Doctor: afortunadamente logramos estabilizarlo... el mayor peligro ya pasó, pero tiene que seguir en terapia intensiva... el veneno fue aplicado por tiempo prolongado y no es tan fácil que don Damián salga del cuadro en que se encuentra... su vida aún corre peligro...
G: es que todavía no puedo creer que mi esposo haya sido envenenado...
Doctor: ya le hemos realizado las pruebas pertinentes y el resultado arrojó que en la sangre del señor Montenegro hay restos de arsénico...
Gabriel y sus hijos se sorprendieron al escuchar al médico...
Doctor: todo indica que al señor Montenegro se le estaba administrando dosis muy pequeñas de arsénico para provocarle una muerte lenta y sin dejar huellas...
G: eso quiere decir que...
Doctor: no quisiera emitir juicios a priori, pero ayer usted me habló de unas gotas extrañas... lo más probable es que eso fuera el arsénico...
Ángel habló: entonces Esther estaba envenenando a mi padre...
Rafael dijo: maldita mujer... ¿pero qué razones tiene para hacerlo?
G: por favor hijos cálmense... hoy Esther va a darme esas gotas y podremos saber exactamente lo que contienen...
Doctor: sí, no apresuren juicios... hay que esperar a examinar esas gotas para culpar a alguien... lo importante ahora es que ya estamos aplicándole a don Damián el tratamiento adecuado... ahora dependerá de cómo reacciona su organismo...
G: doctor, ¿puedo pasar a ver a mi esposo?... aunque sea unos minutos...
Doctor: está bien... venga conmigo, pero será sólo unos instantes...
Gabriel fue con el médico y Ángel y Rafael se quedaron muy preocupados...
Á: no puedo creer que alguien quiera envenenar a papá ¿por qué?
Juan apareció muy nervioso: Ángel, Rafael, qué bueno que los encuentro...
R: ¿qué pasa tío?
J: unos agentes de la policía se llevaron a Mateo... acusaron a mi hijo de la muerte de Lucas Treviño...
Á: ¿qué? pero eso no puede ser...
J: yo no sé qué hacer... estoy muy nervioso...
R: tranquilo tío... vamos al ministerio público, tuvieron que llevarlo ahí... yo llamaré al abogado de la familia para que ayude a Mateo...
J: gracias hijo, vamos de una vez...
R: Ángel, tú quédate con mamá...
Á: está bien, mantenme al tanto de lo que pasa...
**********
Gabriel llegó al área de terapia intensiva y entró al cuarto donde estaba Damián...
El castaño que iba con bata médica, cubrebocas y cofia se le partió el corazón al ver a su marido en esa cama de hospital conectado a varios tubos... Damián siempre había sido un hombre sano y casi no le gustaba ir al médico y ahora estaba ahí postrado luchando por vivir...
Gabriel se acercó a la cama y vio que Damián tenía los ojos abiertos...
G: mi amor, soy Gabriel...
Haciendo un esfuerzo por hablar, el barbado rubio dijo: Ga-Gabriel, m-mi amor...
G: shhhh, no hables, no te esfuerces... estoy aquí contigo, todo va a estar bien...
D: t-te amo... n-no q-quiero morir sin decírtelo... te a-amo...
Con los ojos llenos de lágrimas, Gabriel habló: yo también te amo... y no te vas a morir... tus hijos y yo te necesitamos con nosotros... todos estamos muy preocupados y tú tienes que ser fuerte por nosotros, por tu familia... tienes que luchar por vivir...
D: y-yo tampoco me quiero m-morir...
El castaño acarició el rubio cabello de su marido y le dijo: no te vas a morir y sabes ¿por qué no?... porque eres bueno... Dios te va ayudar a recuperarte, voy a rezar mucho por ti...
Con esfuerzo, el barbado tomó la mano de su esposo y se aferró a él: eres mi ángel Gabriel... siempre has sido mi ángel...
G: y tú siempre serás mi gran amor... mi Damián...
Ambos se miraron a los ojos sin hablar... con sus miradas se expresaban todo el amor que sentían, ese amor que a pesar de los años seguía creciendo y ni siquiera la misma muerte podría terminar...
**********
En la casa principal de la Hacienda, Francoise bajaba las escaleras con una maleta...
Maia lo vio y le preguntó: ¿a dónde vas con esa maleta?
El francés sonrió y contestó: me voy chérie... me voy de Tierra Caliente...
me voy de Tierra Caliente
M: ¿qué?... pero te vas ¿sin decirle nada a Rafael?
F: él ya lo sabe...
M: ¿por qué ahora?
El ojiazul se acercó a la chica y le dijo: porque tengo que hacerlo... ¿puedo pedirte un favor?
M: sí...
F: toma esto...
Francoise sacó una carta de su pantalón y se la entregó a Maia...
M: ¿es una carta para Rafael?
F: para Rafael y también para Ángel... por favor léeselas a ambos cuando estén juntos...
M: no entiendo...
F: entenderás cuando la leas... nos vemos pequeña, fue un placer conocerte, a ti y a toda tu familia...
Con la galantería que lo caracterizaba, Francoise besó la mano de Maia y antes de salir por la puerta dijo: au revoir chérie...
La rubia observó la carta del francés sin comprender qué sucedía...
**********
En el hospital, Ángel le contaba a Gabriel lo ocurrido con Mateo...
G: Dios Mío, parece que los problemas no acaban para nosotros... ese tal Aníbal cumplió su amenaza de acusar a Mateo...
Á: estoy en contacto con Rafael y acaba de decirme que nuestro abogado ya está con Mateo... esperemos que todo salga bien...
G: yo también lo espero porque el pobre Juan no la está pasando nada bien...
Á: mamá, creo que debemos ir a la casa para pedirle a Esther esas gotas... tenemos que comprobar si ella es quien estaba envenenando a papá...
G: es que me niego a creer eso... Esther ha trabajado años con nosotros, ¿por qué querría matar a tu papá?
Á: pues quizá no sea ella, quizás alguien más se lo pidió...
G: ¿alguien más?
La conversación se cortó abruptamente por la llegada de Emmanuel...
G: hijo, ¿por qué vienes así? estás muy nervioso ¿qué pasó?
Muy agitado, el ojimiel habló: mamá, tienes que decirme que es mentira... tú tienes que decirme la verdad...
G: ¿de qué hablas mi amor? tranquilízate...
Llorando el rubio contestó: dime que no es cierto... ¿papá no es un asesino verdad? dime que no...
Gabriel se sorprendió ante la pregunta de su hijo y Ángel habló severamente: ¿qué tontería dices Emmanuel? ¿de dónde sacas esa estupidez?
El castaño calmó a su hijo mayor: tranquilo Ángel... dime Emmanuel ¿quién te dijo eso?
E: eso no importa ahora... lo que quiero saber es si es verdad que mi papá mató al tío Lucio... ¿fue mi papá capaz de matar a su propio hermano?
Á: ya basta Emmanuel... deja de decir idioteces o yo mismo te callo...
deja de decir idioteces o yo mismo te callo
G: no Ángel... Emmanuel no está diciendo idioteces...
Á: pero mamá, ¿acaso le crees?
Gabriel se dirigió al ojimiel: Emmanuel ¿qué fue exactamente lo que te dijeron?
Con el rostro bañado en lágrimas, el rubio contestó: que mi papá asesinó al tío Lucio y que tú lo ayudaste.... sedujiste al tío Lucio y después a mi papá...ambos conspiraron para quedarse con la Hacienda y toda la herencia...
Á: no puedo seguir escuchando... yo mejor me voy...
G: no Ángel, espera... necesitamos hablar los tres...
Á: ¿de qué?
G: de la verdad... de algo que tu papá y yo hemos ocultado durante 20 años... ahora ustedes ya son adultos y pueden entender lo que pasó...
E: ¿entonces es verdad lo que me contaron?
G: por supuesto que no... todo eso es mentira... Lucio murió de un balazo en el estómago, pero no fue tu padre quien lo mató... fue un accidente...
E: ¿un accidente?
Á: yo no entiendo nada...
Gabriel dijo: vamos a un lugar más tranquilo para platicar... yo mismo les voy a contar todo lo que pasó hace muchos años entre Damián, Lucio y yo...
**********
En la sala del ministerio público, Juan se tronaba los dedos muy nervioso cuando Pablo llegó...
P: señor Juan ¿dónde está Mateo?
J: está declarando... con él están el abogado de la familia y su primo Rafael...
P: es que es increíble que después de todo lo que Lucas le hizo ahora su padre pretenda acusar a Mateo de asesinato...
J: ay Pablo... si encarcelan a mi hijo ahora si me muero de dolor... no soportaría dejarlo aquí...
El pelirrojo abrazó a Juan: eso no pasará... no lo vamos a permitir...
En esos momentos, Rafael salió del lugar donde se tomaban las declaraciones
En esos momentos, Rafael salió del lugar donde se tomaban las declaraciones... impaciente, Juan le preguntó: ¿qué ha ocurrido?
El rubio respondió: hola Pablo... tranquilo tío, no se preocupe... en cuanto Mateo termine de declarar podrá regresar a la casa...
Juan suspiró aliviado: bendito Dios...
Pablo cuestionó: ¿entonces se trató de un error?
R: no, Aníbal Treviño sí acusó a Mateo de provocar la muerte de su hijo, pero la acusación es improcedente... hay pruebas de que se trató de un accidente automovilístico, además Mateo ya declaró que Lucas quería secuestrarlo y lo sustenta la denuncia que realizó antes contra él por el delito de violación...
P: pero entonces ¿por qué detuvieron a Mateo?
R: en realidad nunca lo detuvieron... sólo giraron orden de presentación contra él, es decir Mateo tenía la obligación de declarar por la acusación de Aníbal... nuestro abogado está realizando todos los trámites para que ahora nosotros levantemos una denuncia contra Aníbal por difamación...
Juan dijo: lo que yo quiero es que todo esto termine... no me gusta estar envuelto en asuntos legales ni que mi hijo esté aquí...
R: y así será tío, pero según el abogado es importante denunciar para que el señor Treviño no insista en su absurda idea de acusar a Mateo...
Pablo asintió cuando vio aparecer a Mateo, quien ya había terminado de declarar...
Juan corrió a abrazar a su hijo: mi amor, todo está bien... tranquilo, nos vamos a la casa ahora mismo...
Sin decir nada, Mateo se dejó consentir por su mamá al tiempo que veía sonreír a Pablo y Rafael...
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Francoise caminaba en medio del verde campo... decidió dar un último recorrido antes de marcharse de Tierra Caliente...
El francés se paró debajo de un gran árbol y suspiró...
a su mente comenzaron a llegar las imágenes de todo lo vivido en ese pueblo desde el día que llegó
...a su mente comenzaron a llegar las imágenes de todo lo vivido en ese pueblo desde el día que llegó... recordó su primer encuentro con Ángel y también su reencuentro con Rafael... decenas de memorias alegres y también tristes...
El ojiazul evocó aquel día de lluvia cuando después de cabalgar se refugió con Rafael en una cueva, hicieron el amor y el musculoso rubio le propuso matrimonio por primera vez...
Francoise sonrió y después llegó a su mente el día en que Ángel le declaró su amor, cuando valientemente le gritó la pasión que le despertaba y lo besó de manera ardiente...
El francés acarició sus labios mientras recordaba, minutos después y en la soledad del campo comenzó a hablar... aunque nadie pudiera oírlo, sólo el viento y la naturaleza eran testigos de su sentir...
F: Tierra Caliente, eres tan fascinante como deslumbrante... tienes algo que provoca que quienes llegamos hasta aquí no queramos irnos nunca... yo que he recorrido muchas partes del mundo me enamoré de tu calor, de tu olor a hierba fresca y tierra húmeda... tus calles están llenas de folclor y tu gente es ardiente y apasionada... ¿cómo no amar este lugar?... hoy me voy y no sé si algún día regrese, pero te prometo que siempre te llevaré en mi corazón... adiós Tierra Caliente, au revoir tierra de pasiones...
Francoise tomó su maleta y continuó su camino rumbo a la central camionera, donde tomaría el autobús que lo llevaría fuera del pueblo...
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Abel estaba en su cuarto y aunque estaba más tranquilo no dejaba de pensar en la terrible experiencia que había vivido...
La puerta de su habitación se abrió y se sorprendió al ver entrar a su amigo Marcos...
A: ¿qué haces aquí? ¿cómo entraste?
M: tu mamá iba de salida y le pedí que me dejara pasar
M: tu mamá iba de salida y le pedí que me dejara pasar...
A: le dije que no quería ver a nadie y menos a ti...
M: ¿qué te pasa Abel? ¿por qué estás así conmigo?
A: me pasa que ya descubrí que eres un hipócrita, un mal amigo, un...
M: oye, no tienes por qué insultarme... no te he hecho nada...
A: ¿qué no me has hecho nada?... déjame refrescarte la memoria... ya sé que te acostaste con Ángel... fue por eso que Rafael terminó contigo... porque lo engañaste con su propio hermano...
Marcos sonrió cínicamente al escuchar a Abel: ¿así que ya lo sabes? pero no entiendo por qué te molesta tanto.... lo que ocurrió entre Ángel y yo fue cosa de sólo una noche y pasó cuando tú y él aún no eran novios...
A: pero ¿por qué no me lo dijiste? se supone que somos amigos...
M: ¿cómo iba a decírtelo? conociendo lo celoso que eres ibas a enloquecer como ahora... además te repito que sólo fue un acostón, no hubo nada más entre Ángel y yo...
A: con que facilidad hablas de "acostón"... te comportas como una persona sin moral...
M: y tú te comportas como un viejo anticuado... ya olvídate de esos rollos moralistas de la virginidad y de entregarse a un solo hombre... despierta Abel, ya no vivimos en el siglo 15... tus ideas ya pasaron de moda...
A: las buenas costumbres nunca pasan de moda...
M: y por eso te la vives suplicándole amor a Ángel... guardándote sólo para él mientras él se acuesta con quién sabe cuántos más...
Muy molesto, Abel gritó: ya cállate y vete de mi casa...
M: sí, ya me voy, después de todo sólo venía a despedirme... me voy de viaje y no sé cuándo regrese... es una lástima que nuestra amistad termine de esta manera...
A: ahora creo que nunca fuiste mi amigo...
M: piensa lo que quieras, sólo voy a decirte una última cosa... eres un buen chico Abel, olvídate de tus prejuicios y valórate más... deja de rogar amor porque el amor no se ruega... créeme, Ángel nunca va quererte mientras te sigas arrastrando por él... deja de buscarlo y deja que él te busque... adiós Abel, quizás volvamos a vernos algún día...
Marcos salió de la habitación dejando a Abel pensativo con sus palabras
Marcos salió de la habitación dejando a Abel pensativo con sus palabras...
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En la cafetería del hospital, Gabriel terminaba de contarles su historia a Emmanuel y Ángel...
G: esa es toda la verdad... ahora ya saben cómo conocí a su padre, cómo me enamoré de él y todo lo que ambos tuvimos que sufrir por culpa de Lucio Montenegro...
Ángel y Emmanuel estaban sin palabras luego de escuchar la historia de su madre...
Á: ahora entiendo por qué casi nunca se mencionaba al tío Lucio... ese tipo era un monstruo... es perverso todo lo que te hizo a ti y a mi padre...
G: Lucio pagó con su vida todo lo que hizo... yo espero que Dios lo haya perdonado...
Emmanuel dijo: pero entonces ¿papá no lo mató? la pistola se disparó en el forcejeo que tuvieron papá y el tío Lucio...
G: así es hijo... te juro por mi vida y también por la vida de tu padre que en estos momentos está muy mal que te digo la verdad... tu padre no es un asesino ni yo alguien capaz de seducir a dos hermanos ¿me crees?
E: sí mamá... por supuesto que te creo... tú y mi papá son buenas personas y los amo...
Á: lo que no entiendo es por qué ocultarlo... por qué no nos lo dijeron antes...
G: pues porque no tenía caso... es una historia triste y dolorosa... ¿para qué desenterrar el pasado?... tu padre únicamente le contó todo esto a Rafael hace unos días y lo hizo luego de enterarse que tanto tú, Ángel, como él estaban enamorados de la misma persona... Damián y yo no queremos que ustedes repitan la misma historia...
Á: no es lo mismo mamá... lo que pasa entre Francoise, Rafael y yo es muy distinto...
G: quizás, pero ya habláremos después de eso... ahora quiero que tú, Emmanuel, me digas quién te habló de todo esto...
El ojimiel contestó sin vacilar: fue Andrés...
Gabriel se sorprendió: ¿Andrés? pero ¿cómo puede saberlo? ¿qué edad tiene él?
E: es de la misma edad de Rafael...
G: entonces ¿quién le contó sobre nosotros?
E: no lo sé... no quiso decírmelo...
Á: pero ¿por qué Andrés se tiene que meter en un asunto tan familiar como este?
E: pues él y yo discutimos... yo le dije que mi mamá me aconsejó quedarme en la casa por un tiempo y eso fue suficiente para que estallara diciendo toda esa sarta de mentiras...
G: lo más raro aquí es que dentro de sus mentiras hay verdades... Andrés conoce nuestra historia, pero desde una perspectiva retorcida, como queriendo hacernos quedar mal a su papá y a mí... no lo entiendo...
Á: ya habrá tiempo de investigar mamá... ahora vamos a la casa por Esther...
G: sí, vamos...
Cuando Emmanuel iba a levantarse de su silla se mareó y Gabriel le preguntó: ¿estás bien?
E: la verdad no me siento muy bien...
G: es normal, has pasado muchas emociones fuertes y en tu estado no es conveniente... vamos con un médico para que te revise...
Gabriel, Emmanuel y Ángel se dirigieron a buscar un consultorio cuando se toparon con el doctor Pedro Salazar...
P: ¿Emmanuel?
Con un rubor en sus mejillas, Emmanuel dijo: doctor, me da gusto encontrarlo...
**********
En el hostal donde se hospedaba Bruno, se desataba otra discusión entre él y Andrés...
B: ¿cómo pudiste ser tan estúpido de decirle la verdad de sus padres a Emmanuel?
Andrés vociferó: ya te dije que se me salió en un arranque de furia... además no me reclames que tú tienes la culpa de todo...
B: ¿por qué es mi culpa?
A: porque tú provocaste mi pelea con Emmanuel... no soy tan tonto como para no darme cuenta que tú planeaste todo para que me separara de él...
B: no puedes acusarme de eso... ¿por qué haría yo algo así?
A: porque odias a Emmanuel por ser un Montenegro y quieres que pague igual que todos... por eso inventaste lo de su infidelidad...
B: ese chico te tiene embrujado... al verte así me parece ver a tu padre defendiendo a Gabriel Santos...
A: no metas a mi padre en esto y júrame... júrame por tu vida que no fuiste tú quien planeó todo para separarme de Emmanuel...
El malvado hombre contestó con voz firme: te juro por Dios que yo no hice nada... es verdad que creo que Emmanuel no te conviene, pero respeto tu decisión de amarlo y de perdonarlo...
A: no te creo... ya no creo en ti ni en nadie... lo único que quiero es que Emmanuel vuelva conmigo...
B: pues ahora lo veo más difícil... seguramente ese chico ya le fue a contar todo lo que le dijiste a Gabriel y obviamente él le cambió la historia a su conveniencia... estoy seguro que Gabriel también irá a hablar contigo, querrá envolverte con sus mentiras, pero no lo escuches, no oigas a Gabriel... la única verdad es que ellos mataron a tu padre...
A: ya cállate Bruno, no me atormentes más...
B: es que tienes que estar a las vivas... nuestra venganza podría estar en riesgo... así que por ningún motivo se te ocurra mencionarme, si Gabriel sabe que estoy involucrado echarías todo a perder...
A: no soy tan tonto como para revelar que tú me estás ayudando...
B: eso espero, ya no podemos cometer errores, sobre todo ahora que Damián está a punto de morir...
A: ¿qué dices?
B: sí, el veneno ya le hizo efecto... las horas de Damián están contadas...
A: pero aún es muy pronto... le dije a Esther que las dosis fueran muy pequeñas...
B: pues la estúpida aumentó la dosis y creo que fue mejor...
A: pero es que así descubrirán que lo estaban envenenando...
B: no te preocupes por eso, ya me encargué de Esther...
A: ¿qué le hiciste?
B: le pedí que se fuera del pueblo... a estas horas ya debe estar muy lejos de aquí...
A: ¿y ella aceptó?
B: claro, no es tonta, no se iba quedar para ir a la cárcel...
Andrés se agarró la cabeza desesperado: todo está fuera de control...
B: al contrario... todo está bajo control... pronto obtendremos nuestra venganza... muy pronto...
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El doctor Salazar terminó de auscultar a Emmanuel y le dijo: todo está bien con el bebé... sólo te recomiendo no tener más emociones fuertes...
sólo te recomiendo no tener más emociones fuertes
E: gracias doctor... y quería aprovechar para pedirle disculpas por...
P: no hablemos más de eso... no tiene caso...
Gabriel, que observaba al médico y a su hijo, preguntó: entonces ¿todo está bien?
P: así es, estoy seguro que su hijo le dará un nieto muy sano, aunque usted será un abuelo muy joven y muy guapo...
Gabriel sonrió: qué cosas dice...
P: sólo la verdad señor... sin duda Emmanuel heredó su belleza... si el niño que nacerá es un chico fertilizable y resulta tan lindo como ustedes, de una vez quiero apartarlo para mi pequeño hijo...
Emmanuel y Gabriel rieron por las ocurrencias del doctor...
P: bueno, ya en serio, todo está bien... no hay nada de qué preocuparse...
G: pues muchas gracias doctor... nos vamos...
P: que estén bien... fue un placer conocerlo señor Montenegro...
G: igualmente doctor...
P: ya sabe que en mí tiene un humilde servidor... si en algo puedo ayudarle con gusto lo haré...
Emmanuel también se despidió del doctor Salazar dándole la mano y dedicándole una pícara sonrisa...
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Helena, la madre de Abel, regresó a su casa y se alegró de ver a su hijo en la sala...
H: hijo, por fin saliste de tu cuarto... ¿ya te sientes mejor?
A: mamá, quiero pedirte algo...
H: ¿qué cosa?
A: vámonos de aquí... te lo suplico, vámonos de Tierra Caliente...
H: ¿qué dices? y ¿a dónde quieres que vayamos? esta es nuestra tierra
H: ¿qué dices? y ¿a dónde quieres que vayamos? esta es nuestra tierra... hemos vivido siempre aquí...
A: no te digo que nos vayamos definitivamente... sólo vámonos de viaje por un tiempo... no tenemos necesidades de dinero... vámonos de aquí... necesito irme porque siento que me estoy ahogando...
Helena observó a su hijo y le preguntó: quieres irte para olvidar a Ángel ¿verdad?
Después de unos segundos, Abel respondió: sí... necesito olvidarlo y aquí no podré hacerlo... ayúdame mamá...
H: está bien... ¿cuándo quieres que nos vayamos?
A: mañana...
La mujer se sorprendió: ¿mañana?
A: sí, no importa a dónde... pero vámonos de aquí mañana mismo...
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En la casa principal de la Hacienda, Ángel le decía a Gabriel: ya la busqué y no está por ningún lado... Esther no está...
Rafael entró a la casa y dijo: fui al cuarto donde duerme Esther y faltan algunas cosas... es obvio que huyó...
Á: entonces ya está claro... Esther sí estaba envenenando a mi padre... maldita sea...
G: pero por qué... ¿por qué quería matar a Damián?
R: sólo lo sabremos cuando la encontremos... mamá, tienes que denunciar a esa mujer ahora mismo...
G: sí, por supuesto que lo haré...
Á: entonces voy a llamar a un agente del ministerio público para que venga a levantar la denuncia... eso servirá para que compruebe que Esther huyó...
Ángel llamó a la policía, mientras Gabriel se acercó a Emmanuel y Maia, quienes en silencio abrazaron a su mamá...
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En su casa, Mateo abrazaba a sus hermanos Jonás y Saraí...
La pequeña le decía: estaba muy preocupada por ti hermano... con papá enfermo ya es suficiente ¿no crees?
Mateo sonrió: sí, ya es suficiente... te prometo que ya no me voy a enfermar hasta que papá regrese y estemos todos juntos otra vez...
Pablo, que acompañó a su novio a casa, se acercó y le dijo: ¿quieres que vaya por algo para que comas?
Mateo respondió secamente: no, gracias, prefiero recostarme, estoy cansado... si quieres ya vete Pablo...
El pelirrojo notó la lejanía de su chico y no pudo evitar el reclamo: ¿qué pasa contigo Mateo? ¿por qué estás así conmigo?
M: ¿así cómo?
P: pues muy frío... parece que te molesta que esté contigo...
Jonás se sintió incómodo y tomando a Saraí de la mano dijo: nosotros nos vamos a ver televisión...
Una vez solos, el pelirrojo insistió: contéstame Mateo ¿qué te pasa?... desde el accidente eres otro... nuevamente estás frío conmigo...
M: ¿es que no me entiendes Pablo?
P: ¿qué debo entender?
M: que me siento muy mal... estoy lleno de culpas...
P: ¿culpas?
M: sí, me siento culpable de la muerte de Lucas y de mi hijo... yo no quería tener a ese bebé, pero tampoco le deseaba la muerte... yo no puedo intentar ser feliz contigo cuando en mi conciencia pesa la muerte de dos seres...
Pablo se acercó a Mateo y lo tomó de los brazos: lo que piensas son tonterías... tú no tienes la culpa de nada, entiéndelo...
M: eso quiero, pero no puedo... no puedo con estas culpas...
P: y ¿qué vas hacer? ¿vas a vivir culpándote?
Mateo gritó: no lo sé... ahora no sé nada Pablo, lo único que quiero es estar solo...
El pelirrojo contestó molesto: pues bien Mateo, te daré gusto... te dejo solo... yo ya no puedo hacer más por ti... te he dicho mil veces que te amo, pero ahora cuando por fin podemos ser felices sin ninguna sombra tú te llenas de culpas innecesarias... me rindo, simplemente ya no sé qué hacer...
Pablo no dijo más y salió de la casa mientras que Mateo se echó a llorar... la pequeña Saraí entró para consolar a su hermano mayor...
S: no llores hermano, no me gusta verte llorar...
M: abrázame hermanita, sólo abrázame muy fuerte...
M: abrázame hermanita, sólo abrázame muy fuerte
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Luego que Gabriel realizó la denuncia a Esther, el silencio imperaba en la casa principal de la Hacienda... había sido un día muy agitado y después de todos los conflictos, Rafael reparó en la ausencia de Francoise...
El musculoso rubio fue al cuarto que ocupaba el francés y se sorprendió al encontrarse ahí con su hermano Ángel...
El musculoso rubio fue al cuarto que ocupaba el francés y se sorprendió al encontrarse ahí con su hermano Ángel
R: ¿qué haces aquí? ¿dónde está Francoise?
Á: no lo sé... yo también vine a buscarlo y creo que él...
"Se fue, Francoise se fue de Tierra Caliente", era la voz de Maia que le daba la terrible noticia a los hermanos...
R: ¿qué dices?
Á: eso no puede ser...
M: Francoise salió de la Hacienda desde la mañana, se despidió de mí y me dejó esta carta...
R: esa carta debe ser para mí...
Á: no, debe ser para mí...
Maia habló con voz recia: no es para ninguno... es para los dos... Francoise me pidió que se las leyera a los dos y eso es lo que voy hacer...
La rubia abrió el sobre y sacó la carta escrita por el francés... Ángel y Rafael se quedaron en silencio para escuchar las palabras de su amado en voz de su hermana menor...
"Rafael y Ángel, lo siento mucho... me disculpo por haber sido grosero con ustedes, al final terminé diciéndoles cosas que aunque salían de mi corazón no se las merecían... ambos dicen amarme y creo que independientemente de todo, eso es un halago para mí.
Me voy de Tierra Caliente porque es lo mejor, mi presencia sólo provocó la pelea entre dos hermanos que se quieren tanto. Yo no puedo soportar algo así, me siento mal sólo de pensar que sin quererlo soy responsable de su distanciamiento. Si hay algo que me enamoró de ambos fue precisamente el amor que sienten por su familia, no pierdan eso por favor. Sigan tan unidos como siempre.
Yo me voy triste por dejar este encantador pueblo, pero alegre porque también es lo mejor para mí, necesito ordenar mis ideas y para eso debo regresar al origen de todo... pensar, necesito pensar... acabar con mis dudas y confusiones, escuchar a mi corazón.
No me busquen, olviden todo lo que pasó y vuelvan a ser los hermanos que eran antes de conocerme, piensen en todo esto como una lección de vida y recuerden que por encima de todo siempre está la familia. Mis mejores deseos para todos los Montenegro. Au revoir.
Francoise Dumont"
Maia terminó de leer la carta y se sorprendió al ver a sus dos hermanos mayores con lágrimas en los ojos...
Rafael volteó a ver a Ángel y lleno de rabia le dijo: ya estarás satisfecho, Francoise se fue y me dejó... esto no te lo voy a perdonar nunca... nunca...
El rubio salió del cuarto dando un portazo mientras que Ángel sólo pudo estampar su puño en la pared provocando el susto de Maia, que no sabía qué hacer...
El rubio salió del cuarto dando un portazo mientras que Ángel sólo pudo estampar su puño en la pared provocando el susto de Maia, que no sabía qué hacer
**********
La noche cubría a Tierra Caliente y Andrés se encontraba solo en el chalet... entró a su cuarto y vio el oso de peluche que Emmanuel le mostró cuando le dijo que estaba embarazado...
El pelioscuro se acostó y abrazando al oso comenzó a llorar: Emmanuel, mi Emmanuel, tienes que regresar conmigo... tienes que volver... no te voy a perder... tú y mi hijo van a volver, tienen que volver...
El timbre sonó y Andrés se levantó rápidamente, se limpió las lágrimas y corrió a abrir mientras pensaba: debe ser Emmanuel... volvió conmigo... volvió...
La desilusión llegó cuando abrió la puerta y se encontró con Gabriel...
G: buenas noches Andrés...
A: Gabriel ¿qué haces aquí?G: vine a hablar contigo
A: Gabriel ¿qué haces aquí?
G: vine a hablar contigo...
A: ¿sobre Emmanuel?
G: no, no vengo a hablar de Emmanuel, vengo a hablar de mí...
A: ¿cómo?
G: vengo hablarte de mí porque parece que estás muy interesado en mi pasado y en el de mi marido...
Andrés sonrió nerviosamente: ah ya entiendo... Emmanuel te contó lo que le dije...
G: por supuesto que me lo contó...
A: y supongo que vienes a reclamarme...
G: más que a reclamarte, quiero que me digas quién te dijo todo lo que le contaste a Emmanuel, porque es obvio que alguien te lo dijo, después de todo tú tienes la edad de mi hijo Rafael... dime Andrés ¿quién te habló de Damián y de mí?
A: pues me enteré por ahí...
G: ¿por ahí?
A: sí, su historia es muy conocida en el pueblo... ustedes son los Montenegro y todos los conocen... alguien me lo contó en la cantina cuando recién llegué al pueblo...
G: ¿alguien? ¿quién? dame su nombre...
A: no lo sé... ni siquiera lo recuerdo bien... estaba un poco ebrio...
G: o sea que no te acuerdas bien de la persona que te habló de mí, pero sí recuerdas con detalle lo que te dijeron de mí...
A: ¿a dónde quieres llegar Gabriel?
G: a la verdad... porque pareciera que tú quieres destruir a mi familia...
El pelioscuro sonrió irónicamente: jajajaja... por favor Gabriel, te estás creando fantasías en la cabeza...
G: ¿son fantasías? no lo creo... porque no entiendo qué razón tenías para contarle cosas tan terribles a Emmanuel... si lo amas ¿por qué lo lastimas?
A: lo único que quería era fastidiarlo... estábamos discutiendo y no se me ocurrió más que contarle lo que me dijeron...
G: ¿y no te importó enlodar mi nombre y el de mi esposo?
Andrés miró a los ojos a Gabriel y dijo: enlodados ya están cuando hicieron lo que hicieron...
Gabriel habló con firmeza: nosotros no hicimos nada malo...
A: pues yo sólo digo lo que sé...
G: pues estás muy mal informado, quien te habló de nosotros te mintió... Damián no mató a su hermano Lucio ni yo soy un seductor sin moral... si quieres escuchar la verdad de lo que pasó hace 20 años te la voy a decir...
Andrés interrumpió al castaño: no me interesa escucharte... no me interesa saber nada de lo que pasó hace tanto tiempo...
G: entonces te niegas a escuchar la verdad de mis labios, pero sí repites las mentiras de otros... ¿por qué Andrés? ¿por qué quieres hacernos daño?
El pelioscuro apretaba los puños y se mordía la lengua para no revelar quién era su madre y su padre, pero sabía que si lo hacía todo estaría perdido, incluyendo a Emmanuel...
Conteniendo su orgullo, Andrés dijo: está bien, reconozco que cometí un error... pero lo hice porque estoy desesperado... quiero que Emmanuel regrese conmigo...
G: pues no creo que hablándole mal de su familia sea la mejor forma de convencerlo... y ¿sabes una cosa Andrés?... ahora yo ya dudo que tu amor por mi hijo sea sincero...
A: no puedes asegurar eso...
G: puedo hacerlo porque sé lo que es amar y cuando se ama a una persona no se le hace el daño que tú le has hecho a mi hijo... es una pena Andrés, porque yo de verdad confié en ti y me equivoqué... ahora veo quién eres en realidad...
A: y ¿quién soy?
G: un hombre lleno de rencor... tus ojos sólo reflejan odio y resentimiento... es una lástima que siendo tan joven estés tan lleno de amargura...
A: pues siento mucho que opines eso de mí, pero una cosa sí te digo... Emmanuel volverá conmigo y ni tú ni nadie podrá hacer nada para impedirlo...
G: no necesito hacer nada cuando tu peor enemigo eres tú mismo... buenas noches Andrés ¿Duarte verdad?
A: sí, soy Andrés Duarte ¿por qué?
G: por nada... tu apellido me recordó a alguien que conocí hace muchos años... alguien que como tú estaba muy confundido...
Gabriel salió del chalet y Andrés comenzó a arrojar todas las cosas de la sala para desquitar su furia... lloraba lleno de rabia y de dolor...

**********
Gabriel regresó a su casa y se encontró con Emmanuel en la sala...
E: mamá, te estaba esperando ¿de dónde vienes?
G: del chalet, fui a hablar con Andrés...
E: ¿le reclamaste?
G: le pregunté quién le dijo todo lo que te contó y sólo me dio evasivas...
E: sobre eso he estado pensando y recordé algunas cosas de Andrés...
G: ¿qué cosas?
E: pues cuando lo conocí él me dijo que su padre era de Tierra Caliente, pero después se fue a vivir a la ciudad de Montecristo, donde él nació...
G: ¿cómo se llamaba su padre?
E: igual que él... Andrés Duarte...
G: qué raro... nunca escuché de alguien llamado así en el pueblo, además que ese apellido no es común por aquí... y su madre ¿cómo se llama?
E: si no mal recuerdo, me dijo que se llamaba Pietro, es un hombre fertilizable igual que nosotros...
G: ¿qué pasó con sus padres?
E: están muertos... su madre murió hace unos años y a su papá casi no lo conoció porque falleció cuando Andrés era niño...
G: ¿cuando era niño?
E: sí, creo que cuando era bebé, porque parece que no sabe nada de su padre...
G: ¿has visto fotos de ellos?
E: no, Andrés es muy renuente con el tema... casi no habla de sus papás...
Gabriel guardó silencio y el ojimiel le preguntó: ¿qué piensas mamá?
G: no, en nada... será mejor que ya te vayas a dormir...
Emmanuel asintió y le dio un beso a Gabriel para después irse a su cuarto... el castaño quedó pensando en todo lo que su hijo le había dicho...
**********
Al día siguiente en la casa principal de la Hacienda, Emmanuel y Maia desayunaban solos en el comedor...
La rubia dijo: cuánto silencio... extraño los días en que desayunábamos todos juntos y ahora papá hospitalizado, mamá con él en el hospital, Ángel y Rafael peleados... es como si nuestra familia estuviera desmoronándose...
Emmanuel contestó: estoy seguro que esos días regresarán Maia... ya lo verás...
Una sirvienta entró al comedor y dijo: joven Emmanuel, en la sala está su esposo, el señor Andrés... quiere hablar con usted...
E: pero yo no quiero hablar con él... dile que se vaya y no vuelva...
Sirvienta: el señor me pidió que le dijera que no se irá sin verlo y si no sale se quedará todo el día...
El ojimiel se levantó molesto de la mesa: voy a ver qué quiere y si me vuelve a salir con mentiras lo agarro a patadas... Maia, pendiente por si te grito...
M: ajá... en cuanto grites voy corriendo...
Emmanuel iba con la espada desenvainada esperando lo peor de Andrés, pero se sorprendió al encontrarlo en la sala con una sonrisa y con un ramo de 24 rosas rojas...
E: ¿Andrés?
Con voz suave, el pelioscuro habló: buenos días mi amor, te traigo este ramo de rosas
Con voz suave, el pelioscuro habló: buenos días mi amor, te traigo este ramo de rosas...
E: ¿a qué estás jugando? ¿qué pretendes?
A: demostrarte que te quiero... por favor no desprecies mis flores... cada una de ellas representa las horas que he estado pensando en ti desde que no te veo...
El ojimiel dudaba en las palabras dulces de su marido y lo miraba lleno de desconfianza...
El ojimiel dudaba en las palabras dulces de su marido y lo miraba lleno de desconfianza
**********
Y en la sala del hospital, Gabriel no dejaba de pensar en una idea que rondaba su mente... Juan se acercó a su amigo...
J: ¿qué pasa Gabriel? ¿todo bien con Damián?
G: ¿qué? perdón, no te escuché...
J: te preguntaba si todo está bien con Damián...
G: sigue en terapia intensiva... aún no está fuera de peligro...
J: no te ves nada bien Gabriel... deberías intentar descansar...
G: no puedo hacerlo... no podría aunque quisiera...
J: es obvio por todo lo que está pasando... Damián hospitalizado y saber que la sirvienta lo estaba envenenando... aún estoy sorprendido por eso...
Gabriel miró a su amigo y dijo: hay algo más Juan... algo que no puedo dejar de pensar...
J: ¿de qué se trata?
G: de Andrés, el marido de Emmanuel...
J: ¿qué pasa con él?
G: Juan, ¿qué edad le calculas a Andrés?
J: pues supongo que debe ser de la edad de Ángel o quizás de la edad de Rafael...
G: exactamente, Andrés tiene la edad de Rafael...
J: y ¿qué con eso?
G: ¿sabes que su apellido es Duarte verdad?
J: sí...
G: es el mismo apellido de Fabio Duarte ¿te acuerdas de él?
J: claro, fue el administrador de Lucio por un tiempo... pero ¿qué tiene que ver él con Andrés?
G: aparentemente nada, pero estoy seguro que sí tienen mucho que ver...
J: ¿qué quieres decir Gabriel? no estoy entendiendo nada...
G: mira Juan... ayer Andrés le contó a Emmanuel una serie de mentiras sobre que Damián mató a Lucio y que yo lo ayudé para quedarnos con la herencia... en fin, una serie de infamias...
Sorprendido, Juan preguntó: pero ¿por qué dijo todo eso?
G: más que por qué lo dijo, la pregunta sería ¿cómo sabe de la relación que hubo hace tantos años entre Damián, Lucio y yo?
J: no te estoy entendiendo...
G: está claro Juan... Andrés sabe sobre nuestro pasado porque él es hijo de Fabio Duarte...
J: ¿qué? pero ¿cómo puedes estar seguro?
G: porque todo coincide... he estado dándole vueltas y vueltas... intentando armar este rompecabezas lleno de preguntas sin respuestas...
J: ¿cuáles preguntas?
G: pues, ¿por qué Andrés llegó a nuestras vidas de manera repentina y misteriosa? ¿por qué se casó con Emmanuel y dice amarlo cuando en realidad lo maltrata y lo hace sufrir? ¿por qué nunca habla de sus padres o se muestra renuente a mencionarlos? y sobre todo ¿por qué le interesa hurgar en nuestro pasado?
J: es verdad que Andrés es muy raro, pero...
G: todo encaja Juan... Andrés es hijo de Fabio y por eso está interesado en nuestra familia... por eso se casó con Emmanuel, para meterse en la Hacienda...
J: pero con qué intención...
G: con la intención de cobrar venganza...
J: ¿venganza? pero venganza ¿de qué?... nosotros no le hicimos nada a Fabio, es más, recuerda que él se arrepintió y le dijo toda la verdad a Damián... antes de irse aclaró las mentiras de Lucio...
G: Lucio, precisamente Lucio es la pieza faltante en el rompecabezas...
J: ¿por qué Lucio?
G: Juan, recuerdas qué relación llevaban Lucio y Fabio...
J: pues... supuestamente eran sólo patrón y administrador, pero conociendo a Lucio, seguramente eran algo más que amigos... después de todo fueron cómplices...
G: efectivamente y es ahí donde mi teoría cobra sentido...
J: te repito que no estoy entendiendo nada...
G: Juan, piensa bien... Andrés tiene la misma edad que mi hijo Rafael, es decir coincide con la época en que Fabio estuvo viviendo en la Hacienda...
J: ¿qué quieres decir Gabriel?
G: lo que quiero decir es que... creo que Andrés es hijo de Fabio y de Lucio...
Los ojos de Juan se abrieron enormemente: no, eso es algo descabellado...
G: no Juan, no es nada descabellado... al contrario eso respondería casi todas mis preguntas...
J: pero es que eso es algo terrible ¿no te das cuenta?
G: por supuesto que me doy cuenta y por eso no puedo ni dormir... porque casi te podría jurar que... ¡ANDRÉS TAMBIÉN ES UN MONTENEGRO!
El próximo 24 de diciembre habrá capítulo especial
Continuará...

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