21.- Cómplice


Dos años atrás en un pueblo lejano a Tierra Caliente llamado San Pedro... dentro de los separos de una de las cárceles de la región, un hombre con la mirada fría escucha lo que el juez dice...
Juez: por los poderes que me confiere el Estado informo al interno de nombre Bruno Gutiérrez, que una vez cumplidos todos los requisitos de ley y en el entendido de que ha cumplido con tres quintas partes de la condena originalmente impuesta por diversos delitos, así como habiendo registrado buen comportamiento en los 18 años de prisión, esta corte concede otorgarle el indulto para que obtenga la libertad de manera inmediata.
El hombre avejentado por el tiempo en la cárcel sonrió al escuchar el veredicto...
Días después, Bruno salía de la cárcel donde había vivido durante casi dos décadas
Días después, Bruno salía de la cárcel donde había vivido durante casi dos décadas... únicamente su abogado lo esperaba fueras de esas rejas...
Abogado: te felicito Bruno, hoy por fin conseguimos por lo que luchamos varios años...
B: se lo agradezco abogado, usted creyó en mí... al fin salgo de este maldito infierno en el que creí que me podriría... ni siquiera sé cómo pude soportar tantos años de encierro... bueno, creo que sí lo sé... sólo el odio me mantuvo de pie...
Abogado: ¿odio? ¿de qué hablas?
B: del odio que siento por quienes me encerraron aquí...
Abogado: no digas tonterías Bruno, hoy la vida te concede una nueva oportunidad... no la desaproveches, inicia desde cero sin rencores... búscate una buena mujer, ten hijos, cambia el rumbo de tu destino...
El pelinegro guardó silencio por unos instantes y respondió: gracias otra vez abogado... le aseguro que voy aprovechar esta segunda oportunidad que la vida me da...
Pero Bruno no deseaba construir una vida mejor... durante 18 años había sufrido múltiples vejaciones dentro de la cárcel y lo único que lo hacía despertar cada mañana era la sed de venganza... guiado por esos sentimientos, el alguna vez capataz regresó a Tierra Caliente...

Sus pasos lo llevaron a la Hacienda Montenegro, donde alguna vez trabajó y en la entrada se topó con una mujer que no conocía...
Mujer: ¿está buscando a alguien señor?
B: ehhhh... sí, busco a Lupe, una de las sirvientas de esta Hacienda, quisiera hablar con ella...
Mujer: Lupe es mi tía, yo me llamo Esther... ella ya no trabaja en la Hacienda, se retiró hace tres años por problemas de reumas, ahora vive sola en su casita a las afueras del pueblo...
B: sí, claro... conozco el lugar... iré a buscarla ahí...
E: espere, no me ha dicho su nombre ni de dónde conoce a mi tía...
B: mi nombre no importa y digamos que hace algún tiempo tu tía y yo éramos compañeros de trabajo...
Bruno no dijo más y se dirigió a la casa de Lupe, quien lo recibió muy sorprendida...
Adolorida por los reumas, la anciana mujer dijo: nunca pensé volver a verte Bruno, lo último que supe de ti es que estabas en la cárcel...
B: y así fue, pero la ley consideró que 18 años eran suficiente castigo para mí...
L: ¿y qué haces en Tierra Caliente de nuevo?
B: no lo sé, no tengo a dónde ir... creo que el diablo me guió hasta aquí...
L: este lugar ya no es para ti Bruno... muchas cosas han cambiado en todos estos años...
B: pues yo lo veo todo igual... la Hacienda Montenegro sigue siendo la más importante de la región y en el pueblo todo está igual...
L: quizás en apariencia todo sigue igual, pero ahora la Hacienda la dirige el señor Damián Montenegro... ¿supiste de la muerte de don Lucio?
B: sí, me enteré por un periódico, aunque la noticia no era muy clara... ¿qué fue lo que pasó exactamente Lupe?... ¿qué fue lo que pasó después que me fui?...
L: jummm, es una historia larga... podría decirte que tras tu partida sucedieron cosas extrañas en la Hacienda, empezando por la llegada de un nuevo administrador, un joven de nombre Fabio... Fabio Duarte, sí, así es como se llamaba...
B: ¿Fabio Duarte?
L: sí, era un joven muy atractivo... todas las sirvientas suponíamos que era amante del señor Lucio, porque ese chico se comportaba con mucha confianza, incluso vivió dentro de la casa grande como un invitado más que como un trabajador, siempre he creído que él tuvo que ver con la muerte del patrón...
B: ¿crees que él lo mató?
L: no, eso no puede ser porque el tal Fabio se fue poco tiempo después, tan rápido como llegó así desapareció... el verdadero causante de la muerte del patrón es don Damián, fue él quien lo mató...
B: ¿qué dices?
L: así es, todos los viejos empleados de la Hacienda lo sabemos... al parecer el señor Lucio secuestró a Gabriel y lo llevó a la casa de los Montenegro que está a las afueras del pueblo... ahí el señor Damián lo encontró y se peleó con él y lo mató... según dicen fue en defensa propia, pero la verdad sólo la conocen quienes estuvieron ese día ahí...
Bruno sonrió sarcásticamente: así que el patrón Lucio cayó por la mano del hombre que más detestaba, su propio hermano, qué ironía...
L: para ese entonces, Gabriel ya estaba de encargo nuevamente por lo que al poco tiempo de que el segundo chamaco nació, el señor Damián y Gabriel se casaron... todos en la Hacienda decidieron borrar el recuerdo de don Lucio, quitaron sus fotos y hoy nadie siquiera lo menciona, es como si no hubiera existido...
B: ¿y Juan? ¿qué pasó con Juan?
L: ja, sabía que me preguntarías por ese niño... él también se casó... se casó con Tadeo, el hijo bastardo de don Damián... actualmente tienen tres hijos...
El rostro de Bruno no pudo disimular la molestia que le causaba escuchar eso: ese maldito bastardo es uno de los principales culpables de mi desgracia, pero un día habrá de pagármelas...
L: pues lo veo difícil... Tadeo es actualmente el segundo al mando de la Hacienda... ¿qué podrías hacer tú? creo que ni siquiera te permitirían acercarte a la Hacienda si supieran que volviste...
B: tienes razón, ahora no puedo hacer nada, pero llegará el día en que me las cobraré todas... me vengaré de Tadeo, de Juan, de Damián y también de Gabriel... todos ellos son responsables de que haya pasado tantos años en la cárcel... desearía que el perro de Lucio estuviera vivo para cobrárselas a él también, pero él ya pagó con su vida y debe estar revolcándose en el infierno...
L: jajajaja... pues dudo mucho que puedas lograrlo, tendrías que recibir ayuda del demonio...
B: el diablo siempre ha estado de mi parte y te aseguro que me ayudará para cumplir mi venganza...
B: el diablo siempre ha estado de mi parte y te aseguro que me ayudará para cumplir mi venganza
Tras su visita a Lupe, Bruno dejó nuevamente Tierra Caliente... por varios meses estuvo errante en los pueblos cercanos hasta que un día guiado por el mismísimo demonio llegó al pueblo de Montecristo...
Bruno entró a la taberna del pueblo y mientras bebía cerveza en la barra del lugar observaba a varios jóvenes jugar billar... uno de eso jóvenes destacaba por su buena racha...
El hombre que estaba a su lado dijo: no cabe duda que el Andrés es bueno pal billar... otra vez se está jodiendo a todos...
B: jummm, así es como se llama ese tipo... debe tener mucho tiempo libre para jugar tan bien...
Hombre: se la pasa aquí casi todos los días... es huérfano, su madre murió hace poco y se quedó solo... eso sí heredó una buena fortuna, pero no tiene rumbo fijo... viene acá siempre como queriendo olvidar que no tiene una razón para vivir...
B: sí, sé perfectamente lo que es sentirse así...
Bruno terminó su trago y se acercó a los jóvenes...
B: oye tú... Andrés creo que te llamas... apuesta conmigo todo lo que has ganado, te aseguro que yo puedo ganarte con un tiro...
Andrés sonrió socarronamente y dijo: por favor abuelo, retírate que esto no es para ancianos
Andrés sonrió socarronamente y dijo: por favor abuelo, retírate que esto no es para ancianos...
B: si no quieres apostar es porque sabes que perderás...
El orgullo de Andrés le hizo aceptar el desafío y Bruno que era un experto en el juego de billar ganó sin mucho esfuerzo...
A: vaya qué eres bueno anciano... ojalá pudieras enseñarme a jugar así... ¿dónde aprendiste?
B: en donde vivía tuve mucho tiempo para practicar y no me digas anciano que no estoy tan viejo... tengo casi 50 años y me llamo Bruno...
A: disculpa, pero tus canas te hacen ver mucho más viejo...
B: digamos que de donde vengo no tenía tiempo para cuidármelas...
A: pues espero que un día puedas enseñarme a jugar billar... me llamo Andrés Duarte...
B: ¿Duarte? ¿dijiste Duarte?
A: sí ¿por qué?
B: no, por nada... es que hace poco escuché un apellido similar y me llamó la atención, es todo...
Andrés y Bruno comenzaron a verse diariamente para jugar billar... ninguno sabía que entre ellos había algo que los uniría... pero un día entre pláticas y cervezas la mano del destino comenzó a moverse...
A: ¿no tienes familia Bruno?
B: no, soy un hombre solitario... siempre me dediqué sólo a trabajar...
A: y ¿qué hacías?
B: me dedicaba al campo... fui el capataz de una de las haciendas más importantes del país... de una hacienda que se ubica en el pueblo de Tierra Caliente...
A: ¿Tierra Caliente? dijiste Tierra Caliente...
B: sí ¿por qué te sorprende tanto?
A: porque mi padre era de ese lugar... yo nunca lo conocí, pero mi madre me dijo que mi padre está enterrado ahí... no sé por qué pero mi madre nunca quiso hablarme de él, logré que me dijera su nombre, pero nunca pude obtener más información...
B: qué extraña mujer debió ser tu madre...
A: mi madre era un hombre fertilizable, murió hace un año y se llamaba Fabio Duarte...
Bruno no pudo continuar bebiendo su cerveza al escuchar el nombre de la madre de Andrés...
B: ¿dijiste Fabio Duarte?
A: sí...
B: ¿y tu padre es de Tierra Caliente?
A: sí...
B: ¿cómo se llama tu padre Andrés? quizás yo lo conozca... cuál es el nombre que te dio tu madre...
A: mi padre se llamaba Lucio Montenegro...
Al escuchar el nombre, Bruno se puso de pie rápidamente, no podía creer que estaba frente al hijo no reconocido de su ex patrón, del cual nadie sabía de su existencia...
A: ¿qué te pasa Bruno? ¿por qué pones esa cara? ¿acaso tú conoces a mi padre?
B: t-tengo que irme... me siento mal... será mejor que nos veamos mañana...
A: ¿mañana? no has respondido a mi pregunta... ¿tú conoces a mi padre?
B: sí Andrés... yo conocí a tu padre... yo conocí a Lucio Montenegro...
A: entonces háblame de él... quiero saber más sobre él, por favor Bruno, dime todo lo que sepas...
B: ahora no puedo, espérame a mañana... te repito que me siento mal... mañana te diré todo lo que sé... absolutamente todo, te lo prometo...
Bruno salió de la taberna dejando a Andrés muy intrigado, por fin había conocido a alguien que sabía de su padre, alguien que le diría quién era o fue Lucio Montenegro...
Bruno llegó al cuarto del hostal donde vivía y se acostó, se sentía muy agitado... estuvo en silencio por varios minutos... su cabeza le daba vueltas... ¿por qué el destino lo ponía frente a un hijo ilegítimo de Lucio?... ¿qué debía hacer?, se preguntaba... ¿debía contarle toda la verdad a Andrés? ¿qué beneficio sacaba él en contarle la verdad? ¿en qué le ayudaba eso a sus planes de venganza?
Después de mucho pensar, una idea perversa llegó a Bruno...
B: Andrés no sabe nada de su padre, su madre nunca le contó nada... ¿y si yo le contara una historia muy distinta?... si yo le dijera que su padre fue asesinado injustamente por su propia familia, él podría ayudarme a mi venganza... sí, jajajajajajaja... gracias a todos los demonios por ayudarme, ahora sé cómo vengarme de los que me encerraron en la cárcel por 18 años... por fin podré desquitarme de todos... mi odio me mantuvo vivo y yo lograré lo que Lucio Montenegro no pudo... destruir a su hermano Damián y junto con él a su nueva familia, jajajajajajaja....

La semilla del odio sembrada por Bruno en Andrés hoy comienza a dar frutos... Andrés está casado con Emmanuel Montenegro y dentro de la Hacienda... Bruno está de vuelta en Tierra Caliente para ayudarlo a consumar la venganza...
En la central camionera del pueblo, Andrés recibía al perverso hombre...
A: bienvenido de nuevo a Tierra Caliente Bruno... ¿a dónde quieres que te lleve?... conozco una posada donde puedes quedarte...
B: si te refieres a la posada del pueblo, no puedo quedarme ahí... de momento es preferible que me mantenga oculto... en el pueblo alguien podría reconocerme... sé de un hostal que está alejado del centro, ahí me quedaré...
A: perfecto, vamos de una vez... en el trayecto te iré contando todo lo que ha pasado...
B: quiero que me pongas al día de todo... necesitamos poner en marcha nuevos planes para acabar con los Montenegro...
Ambos hombres salieron del lugar sin que nadie los reconociera...
En la Hacienda, Gabriel entró a su habitación donde se encontraba Damián...
Con tono muy preocupado, Gabriel dijo: Damián, tienes que hacer algo... no podemos permitir esto...
D: ¿de qué hablas Gabriel? ¿qué te pasa?
G: de Emmanuel... vengo del chalet y Andrés me dijo que no puedo ver a mi hijo porque está castigado y lo tiene encerrado en su cuarto...
D: ¿qué? pero qué hizo Emmanuel para que le haga eso...
G: una tontería... según Andrés, Emmanuel salió toda la tarde de ayer y no le pidió permiso ni le avisó.... para él esa es razón suficiente para encerrarlo y negarle salir o ver a alguien...
Damián pensó por unos minutos lo que su esposo le contaba y dijo: pues Andrés tiene sus razones y no podemos meternos... es un asunto de pareja...
Sorprendido por la respuesta de su marido, Gabriel dijo: ¿cómo puedes decir eso? Emmanuel no se merece esto... él debe estar sufriendo encerrado sin poder salir...
D: lo sé, pero él se lo buscó... se casó sin nuestro permiso y ahora Andrés es su marido y tiene derechos sobre él... nosotros no podemos hacer nada...
G: no puedo creer lo que estoy escuchando Damián... Emmanuel es mi hijo y me lástima que le hagan daño, aunque sea su esposo... y si tú no haces nada yo sí lo haré...
D: y ¿qué piensas hacer?
G: pues no lo sé, pero voy a defender a mi hijo... recuerdo que cuando era niño y una vez lo castigaste mandándolo a su cuarto lo encontré llorando en un rincón muy triste... me parte el alma pensar que ahora está así...
Lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Gabriel conmoviendo a su barbado esposo que se acercó para consolarlo...
D: ya Gabriel, no llores por favor... sabes que no me gusta verte llorar... si te preocupa tanto Emmanuel hablaré con Andrés... la verdad es que a mí tampoco me parece que le haga eso a nuestro hijo, pero entiende que esto le pasa a Emmanuel por casarse con casi un desconocido...
G: yo lo sé Damián... sé que Emmanuel está lleno de errores, pero es nuestro hijo y como sus padres es nuestro deber protegerlo aun cuando ya esté casado...
D: está bien, ya entendí... ahora mismo iré al chalet para hablar con Andrés... sólo te pido que no llores más...
G: gracias mi amor, yo sé que tú quieres a Emmanuel tanto como lo quiero yo...
Damián besó tiernamente en los labios a su esposo y salió de la habitación rumbo al chalet...
En tanto, Abel visitaba a Marcos en su casa...
M: vaya, ahora soy yo el sorprendido por tu visita Abel...
A: pues como ayer me dijiste que irías a visitar a Rafael, muero por saber si lo hiciste
A: pues como ayer me dijiste que irías a visitar a Rafael, muero por saber si lo hiciste...
M: sí, hoy estuve en su casa...
A: ¿y qué pasó?
M: nada, Rafael se portó muy frío conmigo... aunque ya conocí al tal Francoise y realmente es un chico muy atractivo...
A: va, a mí no se me hace la gran cosa... pero bueno, supongo que harás algo para reconquistar a Rafael...
M: no lo sé Abel, realmente creo que Rafael sí está enamorado de ese francés... no quisiera romper una pareja que está enamorada...
A: pero Marcos le estarías haciendo un favor a Rafael... Francoise no es lo que aparenta...
M: Abel, por qué no eres sincero conmigo... ¿por qué te interesa tanto que yo rompa esa relación?
A: ya te dije, porque el francés no me cae bien...
M: pues yo creo que hay algo más... confía en mí...
A: está bien... te lo voy a decir... la verdad es que Francoise está jugando tanto con Rafael como con Ángel...
M: ¿qué?
A: como oyes... el tal Francoise es una fichita que aunque está comprometido con Rafael no deja de coquetearle a Ángel... es un descarado de lo peor...
M: pero y ¿Ángel qué opina?
A: ay qué va decir... es hombre, pero Rafael tampoco se merece alguien así... vamos Marcos, ayúdame a que Francoise se vaya de Tierra Caliente...
M: pues siendo así, yo no estaría rompiendo ninguna relación ¿verdad?
A: claro que no...
M: muy bien, entonces cuenta conmigo...
Abel sonrió satisfecho por la decisión de Marcos: así se habla amigo y ya tengo un plan para comenzar...
Marcos también sonrió y dijo: muy bien... dime qué debo de hacer...
En el hospital de Tierra Caliente, Lucas había sido dado de alta y junto con su padre Aníbal, salía del lugar...
Ambos hombres se dirigían al auto cuando una voz los detuvo...
"Lucas Treviño, alto ahí", era la voz de Tadeo, que con el rostro cegado por la furia se acercó al muchacho y sin esperar más le dio un fuerte golpe en el estómago...
Aníbal reaccionó rápidamente y detuvo a su hijo que estaba por caer en el suelo por el impacto del golpe...
A: Tadeo ¿qué diablos te pasa? mi hijo acaba de salir del hospital...
T: no te metas en esto Aníbal... deja que tu hijo se defienda si es un hombre...
El furioso rubio empujó a Aníbal y tomando de la camisa a Lucas le dijo: eres un maldito violador, pero me voy a encargar que pagues por lo que le hiciste a mi hijo... te voy a refundir en la cárcel bastardo...
Tadeo dio otro golpe en el rostro a Lucas, que cayó en el suelo sin siquiera meter las manos...
Aníbal se colocó entre Tadeo y su hijo y gritó: basta ya Tadeo, no voy a permitir que le hagas esto a Lucas, puedo denunciarte por lo que estás haciendo...
T: hazlo Aníbal... denúnciame... tú me acusarás de golpeador y yo a tu hijo lo acusaré de violador... veremos quién dura más tiempo en la cárcel...
Tadeo volvió intentar golpear a Lucas, que muy asustado ni siquiera se levantaba del suelo...
Aníbal detuvo a Tadeo: ya te dije que no le vas a seguir pegando...
T: suéltame Aníbal...
En ese momento apareció Pablo, quien también detuvo a Tadeo y le dijo: señor Montenegro, por favor, no haga más escándalo... toda la gente lo está viendo...
T: suéltame, tú quién eres...
P: soy Pablo Medina, un amigo de Mateo, por favor venga conmigo... tranquilícese...
Pablo tomó de los hombros a Tadeo y comenzó a alejarlo, pero el furioso padre gritó: ya estás advertido perro, te vas a podrir en la cárcel por lo que le hiciste a mi hijo, te lo juro...
Aníbal ayudó a Lucas a levantarse del suelo... el rizado ni siquiera podía decir palabra ante el susto recibido...
En un cuarto del hostal donde Bruno se quedaría, este hablaba con Andrés sobre sus perversos planes...
B: entonces Esther ya le está dando el veneno a Damián...
A: así es, pronto el viejo se morirá...
B: es indispensable acabar con Damián para que te sea más fácil apoderarte de todo... los hijos no serán rivales para ti... de cualquier forma ahora yo ya estoy aquí y te seré de gran ayuda...
A: pero dices que quieres seguir oculto...
B: así es... sabes que ellos me conocen y me odian porque yo soy de los pocos que conoce toda la verdad, por eso me encerraron en una cárcel...
A: sabes, hay veces que me cuesta creer que esos tipos sean tan ruines... hay veces que en verdad me es difícil pensar que Gabriel sea tan frío y calculador como me has dicho...
B: ellos son peores de lo que crees... recuerda que por su culpa tus padres no fueron felices... no dejes que te engañen con sus falsas caretas...
A: no lo harán...
En ese momento, el celular de Andrés sonó...
A: es Damián que me llama...
Sonriendo, Bruno dijo: vamos, contesta... no hagas esperar a tu suegro...
Andrés contestó el celular: bueno...
D: Andrés ¿dónde estás? fui a buscarte al chalet y no te encontré... tengo que hablar contigo urgentemente...
A: e-estoy en el campo...
D: ven a mi casa pronto... tenemos que hablar...
A: está bien, ahora voy...
Andrés colgó el celular y dijo: el viejo quiere verme ahora mismo...
Bruno respondió: pues ve, no lo hagas esperar...
A: me molesta que me hable con tanta autoridad como si yo fuera uno de sus empleados...
B: sopórtalo por ahora... fíngele respeto... que crea que le temes... así no se imaginará que lo estás matando lentamente, jajaja...
A: maldito... tiene que podrirse en el infierno por lo que le hizo a mis padres...
B: bueno, ya vete... ya sabes dónde estoy...
A: nos vemos Bruno y gracias por estar acá... gracias por ayudarme a vengar a mis padres...
Andrés no dijo más y salió del cuarto dejando a Bruno con una gran sonrisa...
B: pobre estúpido... si supieras que tú no eres más que una marioneta en mi venganza, jajajajaja...
En una cafetería cercana al hospital de Tierra Caliente, Pablo tranquilizaba a Tadeo...
En una cafetería cercana al hospital de Tierra Caliente, Pablo tranquilizaba a Tadeo
P: tómese este café señor Montenegro... le ayudará a calmarse...
T: gracias, pero no entiendo de dónde me conoces...
P: le digo que soy amigo de Mateo, lo vi en la noche de máscaras cuando se celebró el cumpleaños de Emmanuel...
T: ah claro, pero ni siquiera sabía que eras amigo de mi hijo...
P: sí, lo soy y comprendo su rabia... estoy al tanto de todo... lo que no entiendo es cómo supo que Lucas salía hoy del hospital...
T: tengo un conocido que es doctor y trabaja ahí, le pedí que me avisara cuando dieran de alta a ese desgraciado... y tú ¿qué hacías ahí?
P: yo he estado pendiente de la salida de ese bastardo, quería recordarle que si se volvía a meter con Mateo, esta vez le daría una paliza mucho mayor...
T: ¿mucho mayor? quieres decir que...
P: sí, fui yo quien mandó al hospital a Lucas... lo hice cuando me enteré lo que le había hecho a Mateo...
T: no lo entiendo... por qué te afecta tanto todo esto...
P: mire señor Montenegro, le voy hablar de hombre a hombre... la verdad es que Mateo me interesa no sólo como amigo... yo quiero a su hijo, lo amo...
T: y ¿no te importa lo que le pasó?
P: por supuesto que no, él no es culpable de nada... es el chico más inocente y puro que he conocido en mi vida... daría lo que fuera porque él me correspondiera, pero está muy afectado por todo esto...
T: ¿en verdad quieres tanto a mi hijo?
P: sí, señor Montenegro... lo amo y no me cansaré de luchar hasta que me dé una oportunidad, espero que a usted no le moleste...
T: al contrario, me alegra que me hables con tanta franqueza... eso significa que eres un muchacho cabal y que tus intenciones con mi hijo son buenas...
P: le aseguro que yo sólo quiero hacer feliz a Mateo y cuidarlo...
T: en verdad me da gusto oírlo... me tranquiliza pensar que si yo no estuviera alguien protegería a mi Mateo...
P: se lo prometo... le prometo que yo nunca permitiré que vuelvan a lastimarlo...
Tadeo sonrió francamente ante las palabras de Pablo, veía en ese muchacho sinceridad y en el fondo le recordaba a él mismo cuando era más joven...
Andrés llegó a la casa principal de la Hacienda y Damián lo recibió en su despacho...
Andrés llegó a la casa principal de la Hacienda y Damián lo recibió en su despacho
A: ¿qué pasa señor Damián? ¿de qué quiere hablar conmigo?
D: voy a ir al grano Andrés, no me gustan los rodeos y tampoco me gusta lo que estás haciendo...
A: ¿a qué se refiere?
D: a que Gabriel me dijo que tienes encerrado a Emmanuel... no quiero meterme en tu matrimonio, pero tampoco puedo permitir que maltrates a mi hijo...
A: yo no lo estoy maltratando... lo estoy educando... su hijo no me respeta como su marido y eso no se lo voy a permitir...
D: pero ¿acaso vas a encerrarlo cada vez que salga y no te avise?
A: no es sólo por eso... tengo razones para creer que su hijo se está viendo con otro hombre...
Damián cambió su tono al escuchar eso: ¿qué dices? ¿qué razones tienes para creer eso?
A: una muy simple, ayer lo sorprendí hablando con un tipo...
D: pero esa no es razón suficiente para creer que te engaña...
A: lo es, conociendo la reputación que tiene Emmanuel...
D: cuidado con lo que dices Andrés... estás hablando de mi hijo y también de tu esposo...
A: no estoy diciendo ninguna mentira... ya le dije que amo a Emmanuel, pero no voy a permitir que me vea la cara...
D: pues sepárate de él y termina con esto de una vez...
A: ya le dije que lo amo...
D: pues no lo estás demostrando encerrándolo como un niño en su cuarto...
A: y qué haría usted señor Damián... qué haría si tuviera dudas de que su esposo le engaña...
D: mira Andrés, como hombre quizás puedo entender tus celos, pero como padre no pienso permitir que le hagas esto a mi hijo... quiero que lo liberes ahora mismo y le digas que venga hablar conmigo... yo le pondré las cartas sobre la mesa a Emmanuel...
A: está bien señor Damián... sólo por esta vez haré lo que me pide... no quiero que después se diga que el de la mala actitud soy yo...
Andrés se dirigió a la puerta para salir cuando Damián dijo algo más...
D: Andrés, si no confías en mi hijo, yo te aconsejo que aunque lo ames sería mejor que lo dejes... porque sea como sea, mientras yo viva no te voy a permitir que lo maltrates...
A: entendido señor Damián...
Andrés salió del despacho y sonrió maliciosamente al pensar: "mientras vivas Damián", por eso muy pronto te vas a morir...

En el chalet dentro de su cuarto, Emmanuel daba de vueltas buscando la forma de salir... de pronto escuchó que el picaporte de la puerta era abierto y vio entrar a Andrés...
de pronto escuchó que el picaporte de la puerta era abierto y vio entrar a Andrés
De inmediato, el joven se fue encima del pelioscuro...
E: eres un desgraciado... déjame salir ahora mismo...
Andrés detuvo el manoteo del ojimiel y viéndolo a los ojos le dijo: tranquilo chiquito, cálmate y no te pongas como loco...
E: déjame te digo...
A: y yo te pido que me escuches...
E: no quiero oírte...
A: tienes que hacerlo... quiero pedirte una disculpa... comprendo que estuvo mal lo que hice, pero entiende que me saca de quicio que no muestres respeto hacia mí...
E: ¿qué respeto quieres Andrés?... soy tu esposo, pero no soy un objeto ni un perro que tenga que mover la cola cada que me mires...
A: pero tampoco puedes salirte de la casa y desaparecerte por horas...
E: pero es que tenía una razón... mi primo Mateo está viviendo algo terrible y yo tenía que apoyarlo... tú ni siquiera me dejaste explicarlo y te pusiste como loco... además me diste una bofetada... nunca pensé que fueras capaz de golpearme...
Andrés se acercó a Emmanuel y acarició su mejilla: perdóname mi amor, me puse como loco porque el solo pensar que podías estar con otro me pone mal...
E: pero cómo puedes creer que estoy con otro... ¿acaso no te he demostrado que te amo?
A: sí, pero ya te dije que lo celos me cegaron...
E: eso no es una justificación Andrés... estoy muy decepcionado de ti...
A: te prometo que no volverá a pasar nada de esto, pero tú prométeme que también te portarás bien...
E: yo no tengo que prometer nada... no he hecho nada malo...
A: está bien, olvidemos lo que pasó... ahora tu padre quiere hablar contigo... te está esperando en la casa grande...
E: ¿mi papá?
A: sí, tu mamá le dijo que te tenía encerrado y ahora quiere verte...
E: voy a verlo ahora mismo...
Emmanuel salió rápidamente dejando a Andrés lleno de coraje por haber tenido que ceder y pedirle disculpas... tenía que fingir, pues no le convenía pelearse con Damián, no por el momento...
Saliendo de su cuarto, Rafael recibía una llamada en su celular... era Marcos...
M: hola Rafael, espero no molestarte
M: hola Rafael, espero no molestarte... sólo quería pedirte una disculpa...
R: ¿una disculpa? ¿por qué?
M: porque creo que fue una imprudencia de mi parte decir que era tu ex novio frente a tu prometido...
R: ahh, pues la verdad sí me sacó de onda, pero no hay problema...
M: ¿estás seguro? ¿no quisiera caerle mal a tu prometido?
R: claro que no, ya te dije que no hay problema...
M: me alegra saberlo... oye qué te parece si mañana te invito a desayunar a mi casa...
R: mmm, no creo poder Marcos...
M: ay Rafael, no seas así... tiene casi dos años que no nos vemos... yo quisiera recuperarte por lo menos como amigo...
R: no lo sé Marcos, no lo sé...
M: sólo di que sí... lo que pasó entre nosotros fue ya hace mucho... te aseguro que yo sólo quiero ser tu amigo... ven, mañana a desayunar a mi casa...
R: bueno, está bien... ahí estaré... nos vemos...
Rafael colgó el celular e inesperadamente Francoise apareció...
Rafael colgó el celular e inesperadamente Francoise apareció
F: ¿con quién hablabas?
R: ah... este... con Tadeo, mi hermano... quiere que desayunemos mañana...
Bromeando, Francoise dijo: ok, por un momento pensé que hablabas con tu ex novio, jajajaja....
R: no digas tonterías... no me dirás que te pusiste celoso por la visita de Marcos...
F: no tendría por qué... sé que no serías capaz de engañarme, yo sólo estoy bromeando...
Rafael se acercó a Francoise y tomándolo por la cintura le dijo: y tienes toda la razón, yo nunca te engañaría, porque te amo...
F: yo lo sé...
Ambos se besaron apasionadamente sin darse cuenta que desde su recámara, Ángel los veía...

Emmanuel entró al despacho de Damián, que lo esperaba...
E: hola papá...
D: adelante Emmanuel, toma asiento...
E: papá yo...
D: Emmanuel, tú y yo no hemos hablado desde que me enteré de tu boda secreta... quiero decirte que aún no te perdono por haber hecho semejante tontería... sin embargo por intercesión de tu madre decidí aceptarte a ti y a tu esposo para darle una oportunidad a ambos... quiero que tanto tú como él me demuestren que su amor es sincero y no sólo un calentura del momento...
E: te aseguro que no es así... yo realmente amo a Andrés...
A: entonces demuéstralo... compórtate como un buen esposo... sé obediente a tu marido y no seas un niño caprichoso... llevar un matrimonio no es nada fácil Emmanuel...
E: yo lo sé papá y te prometo que daré todo de mi parte para que las cosas funcionen...
D: por favor hijo, pórtate con dignidad y decencia... ya me decepcionaste una vez, no lo vuelvas hacer...
E: perdóname papá y te juro que no volveré hacer nada que te decepcione...
Damián sonrió: gracias hijo... ven y dame un abrazo...
Emmanuel se acercó a su padre y este lo estrechó entre sus brazos... a pesar de todo, Damián lo amaba y sabía que era el hijo que más se parecía a su carácter...
E: te quiero mucho papá...
D: y yo a ti...
El barbado acariciaba la cabeza de su hijo, que como un niño se sentía seguro entre los brazos protectores de su padre...

En casa de Juan, Mateo le daba una buena noticia a Tadeo...
M: papá... he decidido denunciar a Lucas... quiero que él pague por lo que me hizo...
T: esa es la mejor noticia que he recibido este día Mateo... me da gusto que por fin te hayas decidido...
M: sé que para mí será difícil, pero...
T: tanto tu madre como yo estaremos ahí para apoyarte... quiero que sepas que ese desgraciado ya salió del hospital por eso ahora más que nunca tenemos que denunciarlo para que no se acerque a ti...
M: sí papá... eso quiero...
T: pues no se diga más... mañana mismo iremos al ministerio público a levantar la denuncia...
M: gracias papá... gracias por apoyarme tanto...
T: eres mi hijo y te amo con toda mi alma
T: eres mi hijo y te amo con toda mi alma... lo único que quiero es verte feliz...
Tadeo acarició la cabeza de su hijo y este le sonrió tímidamente...
Emmanuel regresó al chalet y Andrés ya lo esperaba acostado en su cama...
Emmanuel regresó al chalet y Andrés ya lo esperaba acostado en su cama
El ojimiel se acercó lentamente...
Andrés le dijo: ven mi amor, acuéstate a mi lado...
Emmanuel no se movió, por lo que Andrés se levantó e inesperadamente lo cargó en sus brazos para acostarlo él mismo...
E: ¿qué haces Andrés? déjame no quiero... me siento un poco mal...
A: tranquilo, que no quiero hacerte nada... sólo quiero que te duermas conmigo, muy cerca de mí...
Andrés abrazó muy fuerte a Emmanuel, que sintió como su corazón comenzó a latir fuertemente...
A: sé que todavía sigues resentido conmigo, pero déjame pedirte perdón otra vez... Emmanuel te amo y no quiero que por lo que pasó dejes de quererme...
E: no seas tonto... no es tan fácil que te deje de amar...
A: me encanta escuchar eso... mi Emmanuel, aunque sea duro, yo te quiero, te quiero como no he querido a nadie...
Andrés acercó su rostro al de Emmanuel y comenzó a rozar su nariz con la de su bello esposo...
E: ¿por qué no podemos estar siempre así Andrés? sin problemas y felices...
A: podemos estarlo Emmanuel... sólo sé más sumiso conmigo... entrégate aún más a mí y entonces me tendrás en tus manos para siempre...
Emmanuel besó los labios de Andrés y después se acurrucó sobre el pecho velludo de su marido...
E: te amo Andrés, te amo...
A: yo también te amo mi niño bonito...
Emmanuel sonrió y se quedó dormido... Andrés acariciaba los cabellos rubios del joven escuchando el latir de su corazón...
El pelioscuro pensaba: Emmanuel, mi Emmanuel, estando así te siento tan mío...
De pronto a la mente de Andrés llegaron las palabras que alguna vez Bruno le dijo: los Montenegro viven felices en Tierra Caliente... si quieres vengar a tus padres tienes que destruirlos a todos... destruye a los Montenegro y venga a tus padres... destrúyelos...
Andrés retiró a Emmanuel de su pecho y lo acostó en la almohada... viéndolo en la oscuridad de la noche, el pelioscuro susurró...
A: Emmanuel, si tan solo no fueras un Montenegro...

Al día siguiente, Tadeo terminaba de desayunar en su casa...
T: Jonás y Saraí ¿ya se fueron al colegio?
Juan respondió: sí...
T: ¿y Mateo?
J: aún no se levanta, pero ya lo voy a despertar...
T: déjalo dormir un poco más... hoy será un día difícil para él... tenemos que apoyarlo mucho...
J: lo sé... yo mejor que nadie sé lo que se siente denunciar a un desgraciado como Lucas... no sabes cuánto me duele que mi hijo tenga que pasar por lo mismo que yo pasé...
T: no recuerdes cosas tristes... ahora hay que ver para delante... el desgraciado de Lucas pagará por lo que hizo y nuestro hijo será feliz...
J: Dios quiera que así sea Tadeo...
T: así será mi amor... bueno yo tengo que salir ahora... regreso como en dos horas para que junto con Mateo vayamos al ministerio público...
J: ¿a dónde vas?
T: voy a la casa que está a las afueras del pueblo... la hemos tenido muy abandonada y necesito ver que todo esté bien ahí...
J: está bien... aquí te esperamos...
T: una cosa más... he estado pensando y ya falta poco para las vacaciones... creo que todos deberíamos hacer un viaje... nunca lo hemos hecho y me encantaría hacerlo ¿qué piensas?
J: pero tú crees poder... tu trabajo es muy absorbente...
T: pues ya he trabajado duro muchos años, ya es justo tomarme un descanso... estoy seguro que mi papá no se negará, después de todo él ya hizo lo mismo con Gabriel...
J: tienes razón y me encanta la idea... a todos nos hará bien irnos un tiempo de Tierra Caliente...
Tadeo sonrió y abrazó a Juan: será como una luna de miel en familia jajajaja...
El rubio vio a los ojos a su esposo y le dijo: gracias Juan...
J: gracias ¿por qué?
T: por hacerme feliz todos estos años... no habría podido encontrar alguien más maravilloso para mí que tú...
J: yo también le doy gracias a Dios por encontrarte Tadeo...
Ambos se besaron en los labios tiernamente evocando aquel primer beso hace más de 20 años... aún con muchas pruebas su amor seguía tan fuerte como el primer día...

Y en la casa principal de la Hacienda, Rafael bajaba las escaleras cuando se topó con Ángel...
Y en la casa principal de la Hacienda, Rafael bajaba las escaleras cuando se topó con Ángel
R: buenos días hermano...
Ángel contestó secamente: buenos días...
R: oye necesito pedirte un consejo...
Á: de qué se trata...
R: es que no sé cómo decirle algo a papá...
Á: ¿algo? ¿qué cosa?
R: pues... es que en cuanto me case con Francoise me voy a ir de Tierra Caliente...
Á: ¿qué? pero ¿por qué?
R: porque Francoise me lo pidió... él no quiere vivir aquí... yo pensaba que sí pero parece que él tiene prisa por irse y yo estoy decidido a complacerlo... lo que no sé es cómo decírselo a papá...
Ángel no sabía qué contestarle a su hermano... la idea de pensar que Francoise se iría en cuanto se casara con Rafael le aturdía y le hacía sufrir...
A la casa de los Montenegro que está a las afueras del pueblo llegó Bruno, no sabía por qué, pero sintió la necesidad de visitar el lugar... recordó que ahí estuvo escondido durante algún tiempo... a esa casa también llevó a Gabriel cuando Lucio le pidió que lo secuestrara, sin duda muchas cosas habían pasado ahí...
El hombre se paró y observó la casa durante un rato... de pronto sus pensamientos fueron interrumpidos por el ruido de una camioneta... se ocultó rápidamente y vio descender de aquel vehículo a Tadeo...
A pesar de los años, le fue fácil reconocer al mayor de los hijos de Damián...
Tadeo entró a la casa y cerró la puerta... sigilosamente, Bruno se acercó a la casa y desde una ventana vio al rubio revisando algunas cosas del lugar...
Bruno pensó: maldito güerejo, tú me robaste mi lugar en la Hacienda, tú me robaste a Juan... ojalá nunca hubieras aparecido bastardo de mierda...
El perverso hombre apretaba sus puños y rechinaba sus dientes por el odio que sentía... después de unos minutos, vio cómo Tadeo se preparaba para salir de la casa...
Bruno pensó en ocultarse nuevamente, pero dejándose guiar por sus instintos detuvo sus pasos y quedó de pie frente a la casa...
Tadeo salió y cerró la puerta con llave... grande fue su sorpresa al ver a aquel hombre parado y mirándolo retadoramente...
Para el rubio no fue tan fácil reconocer al perverso hombre que dejó de ver hacer más de 20 años...
Bruno sonrió cínicamente y entonces Tadeo finalmente lo reconoció y dijo muy sorprendido: ¿Bruno?
Continuará...

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